domingo, mayo 28, 2006

Lluvia

Tengo la convicción de que viene la lluvia y no puedo pensar en otra cosa, estoy angustiado porque viene y no puedo moverme debido a la multitud, les pido que apuren el paso, simultáneamente, pero nadie oye, ninguno se mueve, no hay avance, no hay retroceso ni paso al costado, y es inevitable, viene, ya viene, les aviso, miren que les grito, que les ruego y después amenazo, les prometo anillos pero nada puedo hacer para cruzar esta capa de piel y de ropa, regalaría objetos, vaciaría placares y cajones y hasta donaría la bicicleta, pero no hay caso aunque me arrodille, y si saco temas de conversación y practico maniobras de distracción se cierran más los intersticios y la muchedumbre es una fila de paredes, y aunque diga hola, diga chau, diga los amo, sólo existe el no, un no gigantesco y cerrado, de labios apretados, un no mudo de muchedumbre grave, cenicienta como el polvo que volaba en los potreros de nuestra niñez, incolora como el agua que viene, pluvial, abismal, fina o gruesa da lo mismo, una lluvia que no me beneficia, que traga la cara y mastica los ojos, y yo insisto sin tregua y estoy dispuesto a pagarles y sería un gran favor que jamás olvidaré si tan solo me dejaran salir porque están cayendo las primeras gotas y es terrible mi ánimo, enrojecido hinchado, que sangra disoluto, encorcetado de cardos, abrazado por clavos, inerte, encerrado, apurado por el blanco, acunado en un barrio de perros sarnosos, hombre del sudoeste que corre en la imaginación porque afuera sigue quieto aunque les diga una y otra vez que viene la lluvia, viene, ¡viene la lluvia!, y desearía tanto que al menos me preguntaran ¿viene la lluvia?, pero el mundo se ha detenido a causa de esta gente, quietud comprimida y potente, manifestación de relojes rotos, de escondidos, que ignoran nerviosos y acumulan espaldas en espirales espesos, necesito gritar que viene la lluvia y yo sigo acá por culpa de ustedes, caras del miedo, solemnes sobre cuerpos incrustados a mi alrededor, mejores ejemplos de la lentitud, otros orgullosos, recios de pie, domadores de toda intención.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso!

Anónimo dijo...

y terrible