lunes, junio 30, 2008

sábado, junio 28, 2008

¿Existen las editoriales independientes en Argentina?

Una conversación abierta entre autores y editores

¿Qué es una "editorial independiente"? ¿Cuáles son las características que la definen como tal? ¿Existe la "edición independiente"? ¿Independiente de qué? El surgimiento de nuevas editoriales pequeñas -que rápidamente recibieron el nombre de "independientes"- marcó el formato hasta ahora inédito que adquirieron numerosos aspectos claves de la industria del libro: la relación de los editores con los autores, con la crítica literaria y con las editoriales poderosas. Una nueva batería de conceptos surgió para explicar la "independencia": bibliodiversidad, gestores culturales, etc.; también para explicar las nuevas formas transnacionalizadas de las editoriales automáticamente reconocidas como "grandes", referencia inevitable en la construcción identitaria de sus contrapartes "independientes".

Con ánimo de discutir estos conceptos y problemas, y tematizar estos aspectos simbólicos y materiales complejos del campo cultural argentino, el Grupo Campichuelo organiza dos jornadas de encuentro entre autores y editores los días 4 y 5, en el auditorio Francisco Madariaga de la Sociedad de Escritoras y Escritores Argentinos. Bartolomé Mitre 2815, 2º piso.

El viernes 4 a las 19, la primera mesa contará con la presencia de Juan Calcagno de editorial El Andariego, Miguel Balaguer de Bajo la Luna y Víctor Redondo de Último Reino. El sábado 5, será el turno de editores más jóvenes, para dar una discusión sobre la literatura argentina contemporánea y la relación entre el autor y el editor. Esta segunda mesa contará con la presencia de Hérnan Vanoli de Editorial Tamarisco, Damián Tabarovsky de Editorial Interzona y Gonzalo Castro de Editorial Entropía. Antes del brindis de cierre habrá una lectura a cargo de Julián Urman, Lucas "Funes" Oliveira y Joaquín Linne.

Viernes 4 de julio
18:00 hs: Apertura

19:00 hs: Mesa debate con Juan Calcagno (El Andariego), Miguel Balaguer (Bajo la Luna) y Victor Redondo (Último Reino). Coordina: Juan Terranova

Sábado 5 de julio

17:00 hs: Mesa debate con Hernán Vanoli (Tamarisco), Damián Tabarovsky (Interzona) y Gonzalo Castro (Entropía). Coordina: Javier Alcácer

19:00 hs: Lectura The Power Trío Special. Julián Urman, Lucas "Funes" Oliveira y Joaquín Linne.

20:00 Vino de Cierre.

Organizan: Grupo Campichuelo y Sociedad de Escritores y Escritoras de Argentina

viernes, junio 27, 2008

"Villa Celina es un rectángulo. Sus lados están formados por dos avenidas, un río y un mercado. Es la obra de un soldado o un carcelero."



VILLA CELINA
(ya salió de imprenta)
Ed. Norma, Julio 2008.

jueves, junio 26, 2008

miércoles, junio 25, 2008

A la pantalla

1. EXT/DIA. CAMPITO
JUAN (10 años) corre agitado. Se escucha su respiración y el golpe de las zapatillas en el pasto, entre los yuyos. Corre rápido. Se lo ve preocupado. Respira fuerte.

2. EXT/DIA. CALLE
Esquina. Es un barrio de casitas bajas, bastante pobre. No hay ruidos ni gente, parece un domingo a la tardecita. Aparece JUAN corriendo.

3. EXT/DIA. PUERTA DE CASA DE JUAN
Casa humilde. JUAN abre la puerta (que no cierra tras su paso) y entra corriendo.

4. INT/DIA. COCINA/COMEDOR CASA JUAN

JUAN pasa corriendo sin saludar a nadie. ROSA, CELINA y una MUJER están sentadas en la mesa, tomando mates, y detienen momentáneamente la conversación sorprendidas por la velocidad de JUAN.

CELINA
(a JUAN, que ya no está en escena, en voz fuerte
pero no enojada, sino divertida):
HOLA, ¿no?
(se sonríe. A ROSA y MUJER):
chicos…

5. INT/DIA. CUARTO DE CELINA y JUAN-PADRE
JUAN entra al cuarto de su madre, que es donde está el espejo. Abre muy apurado y algo nervioso la puerta del placard (el espejo está metido en la puerta del lado de adentro). Se levanta la remera y se mira la panza en el espejo: unos granos rojos gigantes mezclados con otros más chiquitos, adentro de una mancha roja que se alarga hacia los costados. JUAN, algo nervioso, examina la mancha con la vista y con las manos. Le arde y le duele, está preocupado.

6. INT/DIA. COCINA de casa de JUAN
CELINA, ROSA y SEÑORA siguen con el mate. Aparece JUAN desde el cuarto, en cueros, en silencio, y se para en frente de CELINA, su mamá. CELINA lo mira a la cara primero y después el cuerpo. Nota las manchas.

JUAN (conteniendo el llanto):
Me arde mucho.
CELINA se pone de pie y se acerca a su hijo. Le va a tocar la panza pero ROSA la interrumpe con un grito.
ROSA:
No Celina! No le toques.

CELINA la mira con cara rara.

ROSA:
Le agarró la culebrilla

CELINA se asusta un poco. JUAN las mira porque no sabe qué es la culebrilla pero parece que no es nada bueno. La SEÑORA, que está sentada al lado de donde estaba CELINA, se acerca hasta ella para mirarlo a JUAN, y le habla a CELINA cerca del oído (aunque JUAN llega a escucharla). CELINA irá mirando alternativamente a las mujeres mientras le hablan. JUAN también las seguirá con la mirada.
SEÑORA:
Celina, si se le juntan las puntas se puede morir

ROSA:

Hacelo ver

SEÑORA:
Con la Porota

**********************************

Guión (Fragmento), por Natalia Moret
Adaptación basada en el cuento "La culebrilla"

Villa Celina, 2008.

ilustración: Daniel Santoro

lunes, junio 23, 2008

"Avanzó con cuidado, entre regalos y flores, sacó la llave y abrió la puerta. Entonces, giró sobre sí mismo y nos miró a todos. Su figura era imponente y en ese lugar resaltaba doble, al estar recortada sobre el negro de atrás, del departamento abierto todavía a oscuras, y al ser iluminada de frente desde arriba y desde abajo, por la lamparita del techo del pasillo y por el fuego de las velas en el suelo.

—Adelante, compañeros —nos invitó, sonriendo de coté.

Realmente era un cantante de tango, cualquier cantante del treinta o del cuarenta.

Prendió la luz del departamento y entró. Nosotros lo seguimos. El lugar era bastante amplio...

...mirando todo, de pronto el corazón se me subió a la boca, al ver, colgada en un cuadro, una foto del Cantor, muy joven, besando a la mismísima señora Evita.

—¿Qué significa esto? —Gorja y yo nos pusimos nerviosos, y nos hicimos la señal de la cruz.
—Tranquilos, no se asusten. Esa foto es de una película que rodamos en el año 45, cuando Eva todavía era actriz.

Gorja y yo no salíamos de nuestro asombro.

—Miren —dijo—, la otra chica que aparece es Libertad Lamarque. Ellas dos se llevaban muy mal, por distintos motivos, aunque el más importante, dicen —el Cantor bajó la voz—, es que competían por Perón. Yo trataba de intermediar, porque era amigo de las dos, pero no había caso, ellas seguían como perro y gato todo el día."
El campito, fragmento.

Jaramillo


domingo, junio 22, 2008

"Me iba a las siete de la mañana y no volvía a casa hasta las seis o siete de la tarde, porque mi colegio era Industrial, doble turno. En esa época, estaba en el anteúltimo año, en quinto. En el taller, había tornos, fresas y limadoras. Generalmente, el metal que usábamos era acero SAE 1045, aunque si el trabajo era muy complicado, nos pedían que lleváramos SAE 1010 o directamente un acero dulce, porque eran más blanditos y por eso más fáciles de tratar a la hora de devastarlos o frentearlos. Es que nosotros éramos principiantes y no teníamos oficio para trabajar materiales muy duros o con mucho carbono. Además, los viejos tornos a polea que había en la escuela no querían más, así que mejor no exigirlos mucho.

A Santos, mi profesor de “Máquinas y Herramientas”, le consulté sobre la Galvanoplastia. Él me dijo que eso era otra especialidad, que no podía decirme mucho al respecto. Yo insistí y le pregunté si era posible revestir flores con baños metálicos, tal como me había contado Carlitos, y él me dijo que creía que sí, que teóricamente todo podía ser cromado o cobreado, con electroquímica. Estaba satisfecho y lo tomé como una confirmación, y hasta el viernes pasé las horas escolares volando con mi fantasía, compenetrado, mirando en las chispas que salían de la amoladora el mapa de estrellas que usaba Carlitos para orientarse, pisando en las virutas caídas de la fresa el césped de los campos galvanoplásticos, encendiendo en la fragua de “Fundición” el Río de Fuego que desembocaba en el Riachuelo. "

El campito, Fragmento.

viernes, junio 20, 2008

"A los primeros estampidos el caballo de Belgrano, "un rosillo muy manso", se encabritó, y como el general no era buen jinete cayó por tierra. Fue tenido por signo de mal agüero, y bajo esta impresión se inició la lucha.

A mitad de la batalla ocurrió de pronto algo que nunca habían visto los soldados enemigos del Alto Perú, y que, por lo mismo, contribuyó a desbandarlos y a llevarles el pánico. Fue un gran ventarrón, que llegó desatado y furioso del sur. El ruido horrísono que hacía el viento en los bosques de la sierra y en los montes y árboles inmediatos, la densa nube de polvo y una manga de langostas, que arrastraba, cubriendo el cielo y oscureciendo el día, daban a la escena un aspecto terrorífico.

V. F. López llama peyorativamente a Tucumán "la más criolla de cuantas batallas se han dado en territorio argentino". Es exactísimo: faltó prudencia, previsión, disciplina, orden y no se supieron aprovechar las ventajas; pero en cambio hubo coraje, arrogancia, viveza, generosidad... y se ganó."
José María Rosa, "La batalla de Tucumán", fragmento.

jueves, junio 19, 2008

Salita rosa

Tu mamá te suelta la mano en el patio cubierto. Vos gritás que no, llorás que no, te sacudís en el piso que no. Parecés un bicho patas para arriba. Patético. Vergonzoso. Pedís por favor que alguien te dé vuelta otra vez, como vos hacés con los escarabajos. Pero nadie muestra intención de ayudarte, ni siquiera tu mami, que mueve la cola más de lo normal, hacia la puerta de salida. En el piso tragás polvo. Las hormigas suben por el brazo. El cielo se te cae encima. Los que pasan cerca son gigantes, son dioses. Te falta el aire. Porque agonizás en plena infancia. ¿Viste? Es cierto que los extremos se tocan. Porque vamos caminando en círculos. Te sentís triste y viejo. De pronto, una sensación te alivia. Es como si te volvieras invisible, ¿no?, de tan chiquito. ¡A ver, por acá, un chico a punto de desaparecer! Mirá: la muerte pasa temprano a saludarte por el colegio. Chau mundo cruel, no llegué a conocerte bien. Chau mundo cruel, no me quieras morder. ¿Pero qué significa esto?, te preguntan a vos. ¡Pero dónde te pensás que estás, nene!, te reta una señora con delantal. ¡Qué fea! Sus palabras escupen saliva. Buajjj, qué asco, las gotitas te llueven en la cara. Estás confundido. No sabés qué decir, porque no sabés dónde estás. Yo te lo voy a explicar. Esto es el jardín de infantes. ¿Qué hay en un jardín? Plantitas, ¿no? Bueno, vos vendrías a ser eso, una plantita que está creciendo. Acá van a regarte y a cortarte las hojas, para que seas como ellos pretenden. Te van dar un pedazo de tierra, como a los muertos, para que eches raíces y así te quedes quieto y no molestes a los demás. Esa señora es la señorita, la jardinera bruja. ¡Guarda! Ahí vienen sus perros. Le huelen la cola a todo el mundo. Hacen piruetas para complacer a los grandes, hacen mandados. Tené cuidado que no te meen. La señorita dice que te pongas de pie. Te ponés de pie. Dice que camines con ella. Caminás con ella. La señorita te toma la mano y va con vos hasta el fondo. Abre una puerta. Tu lugar es esa sillita ridícula. Te dice sentate y echá raíces. Te dice tomá una hoja, tomá un crayón, dibujá a tu familia. ¡Qué idiotez! Mirá: alrededor hay muchos chicos. Tienen miedo igual que vos. Esa nena, por ejemplo. Es linda. Podría ser tu amiga. Ese nene, por ejemplo. Es lindo. Podría ser tu amigo. Tenés que hablar con ellos y contarles las cosas que yo te enseño, para que te ayuden a destruir la escuela. ¡Cuidado! ¡Que ahí viene la jardinera! ¡Ojo! No te dejes engañar, que no te convenza. No te olvides que este lugar es igual que la cárcel. Las paredes son rosas, pero las ventanas tienen rejas. ¡Qué casualidad! Tranquilo, que no nos gane el encierro. Respirá despacio. ¡Crac, cric, crac, otra vez estás muy nervioso! ¡Pum, pam, pum, tu corazoncito late con fuerza! ¡Es la bronca! ¡Es el odio! Paciencia, tenemos que esperar el momento justo para el contraataque. ¿Ves todas las cosas que te rodean? Yo te voy a enseñar a usarlas de otra manera, como si fueran armas. Mientras tanto, hay que organizar a los compañeros. ¡Cuidado! La jardinera dice algo. ¿Se habrá dado cuenta? No le contestes. Decile a todos que no le contesten. Porque va a usar la pedagogía. ¡Eso es veneno! Pequeño guerrillero, metete en la cueva, que no te vea. Que se haga de noche, que pasan los broches. Dejala que hable sola, como una loca. Ya vendrán tiempos mejores. Peores tiempos mejores. En el cielo brillarán tus estrellas. En el campo pincharán tus espinas. Y en los pechos abrirás latas de sardinas. ¡Libertad! / ¡Libertad! / Grito abierto de espacio mayor / La piel en prisión / Fue un día libre de cadenas / Y es nuestro el deber / Devolverla al viento y al sol.
Manual del pequeño guerrillero, Fragmento.

miércoles, junio 18, 2008

"Dentro de todo, íbamos bastante bien, pero en un momento me tropecé con alguna piedra, o vaya a saber qué, y sin querer lo solté al gato. Instintivamente, por querer agarrarlo de nuevo, hice un movimiento brusco y la otra mano se me resbaló, perdiendo también a Gorja, que siguió caminando junto al Cantor. Tanteé para un lado y para el otro, caminé unos pasos, después otros más, traté de encontrar algún poste, pero no pude agarrarme de nada, y me sentí desorientado. Enseguida, escuché que me llamaban, más fuerte y más despacio, desde cerca y desde lejos. Traté de ir hacia las voces pero éstas hacían un eco tan raro que no podía estar seguro de dónde venían exactamente. No sabía qué hacer. Grité, pero me pareció que los gritos se iban a cualquier parte, como si ese aire estuviese hecho de goma y le rebotara todo lo que allí se dijera, como si la voz andara al revés y las palabras fueran tiros por la culata, así que me di por vencido y me quedé callado y quieto, porque no había caso, estaba enjaulado adentro de ese color negro."
El campito, Fragmento.

sábado, junio 14, 2008

"No me acuerdo cuánto estuvimos así porque perdí la noción del tiempo. Si alguien me dijera que fueron años, podría creerle. Una especie de batidora mezclaba todo lo que alguna vez había pensado, todo lo que había aprendido, y así los recuerdos se me venían desordenados a la mente y quedaban flotando juntos. Incluso las cosas que veía en ese momento, como los postes, la calle y el carbón, se me aparecían como imágenes de antes, algo de la infancia, o directamente de otra vida. A Gorja, por ejemplo, lo veía hablando con mi madre, y yo no entendía qué hacía ella ahí y cómo podían conocerse. Era una locura. El gato también hacía cosas inesperadas. Me miraba a los ojos y entonces empezaba a crecer, su cuerpo cambiaba y se convertía en Hombre Gato. Después, pegaba saltos descomunales, que, al verlos, pensé que alcanzarían las estrellas. Pero es imposible seguir con esto, porque no tiene sentido; era como los sueños. Seguro me había quedado dormido. De a poco, una figura fue cobrando forma en la oscuridad y entonces mi cabeza empezó a ordenarse. Gorja y el gato volvían a sus lugares y las cosas, de nuevo, pertenecían a ese instante y no a otros que pudieran venir de mi memoria. Por suerte, quien se acercaba era el mismo Cantor, que finalmente se mostró tal cual era, debajo del farol más cercano.

—Tomen —nos dio unos papeles—, estos son sus permisos, no los pierdan.

A Gorja le dio uno y a mí dos, para mí y para el gato, porque, según nos dijo, hasta los animales necesitan autorización para entrar a ese barrio."

El campito, fragmento.

viernes, junio 13, 2008

"El Cantor se metió en la carbonera, siguiendo la línea de postes del alumbrado, hasta que lo perdimos de vista. Nosotros nos sentamos en el piso, en el último bloque de asfalto. Temblábamos de frío y por eso estábamos los tres bien cerca, uno pegado al otro. Alrededor, el silencio era tan fuerte que me zumbaba en los oídos. Era como estar sentados en la entrada de un enorme caracol. El zumbido me sonaba en ráfagas, y eso que no había viento, no había nada que se moviera, a menos que fuera justamente la nada la que soplara sobre ese campito, provocando oleaje con el vacío y dando la idea de otra cosa, quizás por tenerla grabada en la memoria, como les pasa a los caracoles, que suenan algo que ya no tienen pero que nunca olvidan, un mar, un mar que se les queda encerrado. Era tanta la desolación que más que miedo daban ganas de llorar. Los tres estábamos cabizbajos, sentados al final de esa calle sin terminar, esperando pero sin sensación de esperanza, alumbrados por esas luces azules que iluminaban a duras penas, congelados por el aire, completamente solos, o eso parecía, porque si alguien nos hubiera visto en ese momento, igual no nos habría reconocido, habría creído que éramos piedras, o una cuneta de la calle, o una loma del campo carbonífero, cualquier cosa menos dos personas y un gato. "
El campito, fragmento.

miércoles, junio 11, 2008

Pija es cultura*

(Crónica de una clausura anunciada)

El Centro Cultural Pacha Mama, ubicado en el corazón de villa crespo en la hermosa y también feroz ciudad de Buenos Aires, fue mi pacha, mi pedazo de tierra prestada, también mi casa, mi guarida, mi taller y mi catedral, además de mi bar preferido, of corse, por casi un año. Hoy clausurado amerita un recuento.

Por Eli Neira

Perdónenme las damas y los espíritus moralmente sensibles a estos temas digamos tan corporales, pero para mí, el centro cultural pacha mama, y diciendo la verdad de la milanesa, (mas allá de la cultura, que tuvo su lugar, claro está, cómo no!), fue un inagotable reservorio de pijas. Así es no más la cosa y porque pija también es cultura, vayan sabiendo.

Y cuando hablo de pijas me refiero a la pija amiga, la pija compañera de borracheras, la pija poética, la pija tanguera, la pija peronista (nunca sabré si de izquierda o de derecha), la pija con guitarra, la pija al piano, la pija hippie, la pija punk, la pija hermana latinoamericana, la pija vegetariana, la pija turista, la pija triste, la pija exaltada. Pija sobre pija, hoy ausentes y no por ausentes menos pijas.

El pacha fue un lugar pródigo en chongos jóvenes y voluntariosos (una maravilla), siempre bien dispuestos no sólo a cojerla a una sino también a gentilezas hermosas e inolvidables.

Diego Arbit fue el responsable de mi aterrizaje en el magnánimo lugar, el invierno pasado, cuando aprovechando una visita mía a la ciudad, me invitó a uno de sus clásicos festiarbit. Esa noche me emborrache como suelo hacerlo, de la manera más abyecta y supe, mi inconsciente me dijo, que ése seria mi lugar por mucho tiempo. Y así fue. De ahí no salí más.

Primero comencé a ir los jueves al comedor de poetas, luego, los jueves y los sábados, luego los jueves, los sábados y los viernes, luego los martes, los miércoles, los jueves, los sábados y hasta los domingos y así hasta cuando el pacha se convirtió literalmente en mi casa y en mi patria de emergencia.

El pacha, además de chongos, tenía una magia, una suerte de efecto elástico. Muchas veces fui a tomar el colectivo después de la juerga y sintiendo a la noche como un animal hostil y frío al acecho, me devolvía porque el pacha acogía a sus borrachos como una madre acoge a sus hijos díscolos, con una copa y una palabra cariñosa y una frazada y un sillón donde dormir.

No me costo nada pasar a formar parte de esa familia disfuncional que éramos con el Lean y sus hermanos, Saimon, el Pato, Pat Morita, el Fede, Marito, Matiu, Laje, Mati, Ale Raymond, Funes, Regi, Celeste, Incardona, el mismo Arbit, y todos los que orbitábamos cerca de ese gran sol con apariencia de bar.

También fueron muchas las tardes hermosas, al son de las guitarras mercedinas dándole al tango. Como la tarde en que escuche cantar a Luciano por primera vez y su voz transportadora me hizo caer en la cuenta de que vivía rodeada de lujo. Porque además de ninfómana soy una esteta y me relaciono con el mundo a partir de la ausencia o presencia del arte y la belleza.

Inolvidables también fueron las tardes sorbiendo mates en el taller de poesía en acción con Luli Morena, Mario, y después con Grisa y Martín, ayudando entre todos a construir la obra del otro.

Y fueron tantas pero tantas las noches bellas, carnavalescas, chaplinescas incluso, borrachas, poéticas, surrealistas, intensas, raras, libertinas y libertarias que me cuesta nombrarlas:

En orden aleaorio

La noche que me sentí poseída por el espíritu de Victoria Abril
La noche en me sentí poseída por el espíritu de la reina de África, la mítica puta que regentaba el pacha cuando no era el pacha sino el prostíbulo mas entretenido (no me cabe duda) de Buenos Aires.

La noche que descubrí que la foto de Gardel me miraba a los ojos desde cualquier punto en que yo me ubicara.

Las muchas noches en que sin dinero comí y me emborraché como una emperatriz.
La noche en que llegue huyendo de desalmados que me robaron la totalidad de mi escaso patrimonio y hubo brazos incondicionales que me abrazaron y que contuvieron el derrumbe.

La noche en que jugando a no sé que juego quedamos todos en bolas
Las muchas noches en que recibí aplausos y pude aplaudir con admiración sincera.
Las muchas noches en que quede inconsciente y manos amigas me acostaron en un sillón y me arroparon.

La noche que vomité en el pacha, sintiendo que ensuciaba un lugar sagrado.(Limpié enseguida, ¡Lo juro¡)

La noche en que fui ungida como directora del centro de altos estudios pese a mis tendencias nudistas por todos conocidas.

La noche en que dejé mis calzones untados en vino, esparcidos por todos lados luego de una perfo.

Las muchas noches en que escuché a los mas delirantes poetas de Buenos Aires y del mundo que recalaban como barcos ebrios o como peces suicidas en nuestro bar puerto.
La noche en que Incardona me regaló el diamante más grande del mundo
Las noches que estuve tras la barra y descubrí que el pacha era un agujero de caos elemental que funcionaba en perfecto orden.

La noche en que Mario, Laje,Funes, Luli y Valeria Iglesias me regalaron la más festiva subasta de arte jamás vista. En el pacha supe de una solidaridad que en mi país jamás vi ni remotamente, menos entre pares.

La noche en que Valeria Cini me dijo antes de salir a escena, “Tu talento no te lo roba nadie, así que vamos a subir a ese escenario a hacer lo que sabemos hacer”.
Y esas muchas noches de levante, de tigresa en celo en que gentiles señores me acompañaron a casa para mostrarme las bondades de la carne argentina y la importancia de las relaciones bilaterales entre genitales de países hermanos.
La noche en que otro amable señor que no era Joaquín Sabina me dijo, “Sigue con tus movidas reina, pero yo ya no quiero seguirte en tu viaje”, o algo muy, pero muuuuy similar.

La noche final, animada por el inestimable Alejandro Ricagno, noche generosa de cabo a rabo, cuando sentí que la argentina toda (al menos la fracción que a mi interesa) me despedía con auténtico pesar.

Noches en que me sentí querida, divertida, acompañada, enloquecida, con todas las licencias del mundo.

En el pacha reí, baile, me emborrache, me drogué, vomité, dormí, desperté, desayuné, almorcé, trabajé, enseñé, aprendí, leí, escuche, me mostré, me escondí, vendí mis libros, gane dinero que luego perdí, también abracé, besé, fui abrazada y besada, lloré, quedé muda,

En el pacha me dijeron unas cuantas verdades y yo dije otras tantas.

En el pacha me desnudé y vi gente desnuda, seducí y fui seducida, regalé y fui regalada, fui libre y fui bella, y fui triste y oscura.

Noches, madrugadas, mañanas y tardes que llevo bordadas en mi corazón y si bien no sirve de mucho en las actuales circunstancias pero mi corazón es un territorio que nadie puede clausurar porque como ya dije Pija también es cultura.


Postdata: El lector avezado sabrá distinguir el mundo metáforico, el mundo de los deseos, que es el lugar donde nace la poesia, de la mera información, (cosa que no me interesa en lo mas mínimo) por eso seguro olvido noches, gestos y nombres, pero seguro también que los olvidados sabrán perdonar.

Eli Neira


*Publicado originalmente en Kiss Me






















detalle de la sico silla (linea abyecta diseño para una vida buena) en el pacha, foto, mariana de luca

************************
anterior

Waiting for the mundial (reloaded)

por Fabián Casas

"...Pero no quería hablar de River, del Choto Simeone y su cuerpo técnico vestido de negro como el Cuarteto Vocal Zupay, o de Buonanotte -ese jugador que se parece al pibito de los alfajores Jorgito. Quería hablar de la dupla Messi-Agüero... "

(...)

"Lionel Messi es como el Terminator que viene a la tierra en Terminator 2 para cargarse a John Connors. Está programado para ir para adelante caiga quien caiga. Si alguien lo destruye o lo desintegra, las partículas con las que está construído se intentan juntar en el suelo atrayéndose mutuamente para volver a formar a Lionel Messi, un jugador que uno recuerda más haciendo publicidades que goles clave en los campeonatos que jugó. Sólo un androide programado puede replicar el gol de Maradona a los ingleses. Y la prueba de que es un robot está en que lo hizo exactamente igual, pero en un partido que no servía para nada."

(...)

"Por otro lado, está el Kun. Poseedor de uno de los mejores apodos que conozco en el fútbol. Un apodo que le puso el abuelo (y acá entra la fábula de la pobre Heidi con abuelo incluído). Pero el Kun es un muchacho heidi metal... "


La nota completa acá, en Mal Elemento.


Messi y Agüero en un partido de PlayStation

lunes, junio 09, 2008

Ilustración de "La culebrilla", por Daniel Santoro


Villa Celina
Editorial Norma, Julio 2008.

Los Mudos


sábado, junio 07, 2008

No hay ciudad sin poesía*






















Un auténtico Pat Morita


Algo más sobre el Centro Cultural Pachamama y dos invitaciones.

Por Alejandro Ricagno

Y no. No hay. El Pacha -como lo llamamos los que somos habitúes y partícipes- ha sido clausurado, como habrán leído en el post anterior. El Pacha es el Centro Cultural Pachamama, un centro cultural comunitario que no depende de ningún organismo oficial ni oficioso. Sólo de las ganas y las ganas y el LABURO de un grupo de gente generosa y hermosa. De alma generosa y hermosa. Gente que está viva y que tiene una costumbre extraña: sumar y abrir puertas. Pero no sumar de números, no de recaudaciones, no de éxitos mercenarios, sino propuestas: las de brindar un lugar de Encuentro, así con mayúscula, en una ciudad donde estos escasean cada día más.El CCP es una casa en un barrio, un espacio, pero no cualquier espacio. Y un espacio donde han pasado muchas (buenas) cosas .Y no cualquier cosa. Plásticos, músicos, poetas, performers, ensayistas, narradores, actores se han encontrado entre ellos y sobre todo entre otros. Que no eran ni plásticos ni músicos ni poetas ni ensayistas ni narradores, sino gente con ganas de compartir algo, de conocerse. De reconocerse. De disfrutar de una lectura y de charlar. De escuchar una canción y de seguir charlando. De pensar, de reír, de mirar (o hacer) un cuadro, de leer en silencio en la biblioteca, y hasta de enamorarse. De hacer circular eso que a veces no se sabe cómo, no se sabe por dónde, no se sabe con quién. Gente con ganas de saber quién es el otro, la otra, que tiene enfrente, al costado, en el patio, en los cómodos sillones de ese inmenso living. Y ver qué podían hacer juntos. Un sitio de verdadero encuentro cara a cara y mano a mano. Y donde además se dictaron y se seguían dictando talleres -hasta la clausura municipal el pasado sábado- que iban de la plástica a la perfomance, de poesía a filosofía para niños. ¡Hasta había uno de introducción a la física quántica! Un lugar donde se cocinaba, también. Pero no se cocinaban “transas culturales”, sino que se hacían exquisitas comidas caseras, que alimentaron gratuitamente a los poetas y asistentes durante muchas veladas.

Pero también El Pacha creaba fuentes de trabajo para los profesores que dictaban sus cursos, cursos dictados con toda amena seriedad y responsabilidad y no “curros”. Difundía el trabajo de los autores de ediciones de autor independientes, de plásticos, los libros objetos que estaban y estan a disposición en su biblioteca.

Y un montón de cosas más.

Recomiendo leer en el post de más abajo la carta abierta que publico Simón, una de las almas hermosas y pilares de ese lugar, junto a Pat Morita, a Lean, a tantos que son, han sido y serán el sostén y el espíritu siempre abierto y hospitalario de EL PACHA. Esa carta, con ese tono amable y no autoritario ni quejoso, pero a la vez con la autoridad que da el saber que se transitado un recorrido coherente -y se lo seguirá recorriendo- es de algún modo una síntesis de lo que ese lugar Es. Y lo digo en presente. De lo que no nunca dejará de Ser El Pacha, hasta el día que esta clausura, esperamos, sea sólo un breve impasse burocrático (ah; tan lejos de El Pacha, esa palabra...), una anécdota más en la historia del lugar. Pero esperar no quiere decir quedarse quietos. Desde aquí y hasta resolver la situación “clausura” proponenos hacer un Pacha más o menos itinerante. Y para empezar en Patologías Culturales el próximo sábado a las 17:00 en FM La Tribu (88.7), junto a Maximiliano Diomedi, trataremos de armar un mini Pacha, con algunos de sus integrantes y habitantes: Simón, Raymond, tal vez Andújar, las músicas de Tomi Lebrero y su puchero misterioso, de Pat Morita, de Valeria Cini. Algunos nomás, porque el espacio es chiquito y no cabemos, pero de algún modo nos ingeniaremos para llevar ese espíritu integral del Pacha a la radio.

No conozco toda la historia del Pacha, que es extensa, por lo que puede leerse en el blog (http://ccpachamama.blogspot.com/) Y una buena oportunidad, tal vez menos perfomática, pero igualmente musical, la tendremos el domingo en La otra.- radio, también en La Tribu junto a Oscar Cuervo y los “Pacha fundadores”.

O sea, habrá Pacha por dos. Con distintas voces y tonos. Con historias, con gentes que vale la pena conocer.


















Yo llegué al Pacha por octubre del año pasado, invitado por un amigo, Ludwig (del blog http://www.superficialidad.blogspot.com/) que me invitó un jueves a interpretar un texto suyo. Eran épocas jodidas en lo personal. Y ese lugar se convirtió en un bálsamo. Y en una fuente de energía. Empecé a frecuentar los días jueves de lectura de poesía. (Había más actividades otros días de la semana). Pero mi día de visita fueron los jueves. Hasta transformarse en mi día de residencia.

La primera vez, ya bastante habituado esas lecturas maratónicas donde al primer poeta se lo escucha y al segundo no, comprobé, para mi sorpresa, que eso que pareció instalarse en muchos lugares prestigiosos o no prestigiosos de lectura poética en la década del 90, en el PACHA no ocurría. Fueras viejo, vieja, nuevo, nueva, prestigioso, no prestigioso, gordo, gorda, flaco o flaca, delirante o preciso, perfomático o neutro a Todos se los escuchaba por igual. Con atención, con curiosidad. Después uno podía decirle (o escuchar que le decían a uno): lo tuyo me gustó; lo tuyo no”. O: qué bien o qué mal leíste. Y sin agresiones, pero también sin caretismos. Había un respeto real, ciertamente infrecuente. Una escucha atenta, interesada por ver qué era lo que tenía para decir, para dar, e incluso para confrontar, quien estaba delante del micrófono. Volví algunas veces más durante el 2008. Escuché los cuentos y poemas de Alejandro Raymond, las increíbles “perfomances infanto juveniles con actitud punk” sobre textos del escritor Luis María Pescetti, a cargo de la pequeña gran Luli. Y conocí los textos y las voces de tantos otros. También recité otros jueves. Textos propios y de algunos escritores cuyos libros están en la biblioteca del Pacha.


















Incluso fui un día domingo donde recitaba Daniela Andújar con el grupo Ser O no Res. Otra vez fui a escuchar un jueves de lecturas de ensayos. “Qué raro, escuchar leer ensayos”, me dije. “¿Funcionará?”, me pregunté. Y funcionaba: ensayos que iban del pop a la política. Serios, amenos, polémicos. Y a la hora del vino o del mate uno podía discutirlos, debatirlos. Seguir el texto en el texto de la charla, acompañado por las canciones de Pat Morita, entre exposiciones siempre renovadas. Otro día organizamos, con la poeta y performer chilena Eli Neira, el micrófono abierto de los jueves. Otra vez escuche cantar a la exquisita Valeria Cini musicalizando poetas brasileños y argentinos. Otra vez me encontré con el escritor Juan Diego Incardona, mentor de la revista El interpretador (http://www.elinterpretador.net/) y se armó el rincón trasnoche Incardona-Ricagno. Justamente la última vez que fui al Pacha fue el domingo 25 de mayo, en la presentación y lectura del último numero de la revista donde leí junto a Incardona, Fabián Casas, Rodolfo Edwards, Pedro Mairal, Paula Peyseré y la gran Juana Bignozzi. Y ahora el Pacha está clausurado. No es que “¿no hay ciudad sin poesía?”. No, no la hay sin el Pacha. Quedaron proyectos, por el momento, sólo suspendidos. Y otros adoptarán la modalidad itinerante, hasta que El PACHA vuelva abrir sus puertas como siempre lo hizo, sin joder a nadie. Al contrario; haciendo de la vida en esta ciudad un sitio muchísimo menos jodido. Más cálido y humano. Con elegancia arrabalera.

Alejandro Ricagno

*Publicado originalmente en La Otra


*********************
anterior

miércoles, junio 04, 2008

Crónica de una operación en el Fernández

Ayer martes a las 11 de la mañana, después de tres horas de espera, yo pensaba que el Dr. L me diría lo de siempre, "no hay cama", pero con tono seco, como la voz del relator que sorteaba la colimba, se dirigió a mí diciendo "HAY CAMA". Después ordenó: "seguime".

No sabía bien si en esta metáfora era "Marina" o "Ejército", pero pronto circulé por administraciones y admisiones, todos lugares kafkianos colmados de secretarios y oficinistas, donde llené formularios y me autorizaron repetidas veces hasta que llegué a mi destino, un triste panorama en la habitación 5508. Mi cama: un colchón que todavía no tenía puestas las sábanas y que me había sido "prestada" de otra especialidad, no sé cuál, pero podría definirla como "viejos que están de última".

De uno me hice amigo enseguida. Tenía una hernia gigante, que le operarían en partes. Su camiseta estaba toda manchada y el pijama obscenamente abierto. Me saludó y empezó a contarme su vida. Hablaba hasta por los codos. Tenía 84 años. Dijo que era arquitecto aunque, por gusto, había estudiado casi diez carreras. Hizo una lista y me dio detalles. Era un chamuyero, un viejo tanguero lleno de chistes de café, algunos prejuicios y valoraciones traídas de los pelos. Hablaba con dificultad y repitiendo todo mil veces.

Otro, que estaba al lado, era super flaco, piel y hueso, no pesaría más de 40 kilos. Tenía risa cadavérica pegada a la cara, quizás la alegría de alguna anécdota que lo marcó o sólo un tic de locura. A las dos horas de mi arribo, este viejito se cayó de la cama por querer alcanzar el papagayo. Su caída fue una explosión de ruido, raro tratándose de alguien que pesaba tan poco. Se lastimó la cabeza y empezó a sangrar. Tirado boca abajo, gritaba contra la cerámica: "por Dios!, por Dios!" con fuerte volumen y eco. Era una escena dantesca que me paralizaba, pero llegué a tocar el timbre a los enfermeros y me dispuse a ayudarlo. Pronto, llegó la cuadrilla, liderada por un patovica gangoso, y enseguida lo devolvieron a su cama y le hicieron curaciones.

A eso de las 4 de la tarde, un grupo de enfermeros llegó pronunciando mal mi apellido: ¡Inacardone, Incardone! ¡Al quirófano!

Me ordenaron desnudarme. “¿Todo?” “Sí, todo”. Después, me subí a una camilla. El muñeco líder me envolvió con una bolsa de nylon y a las corridas me llevó por el medio de los pasillos, con movimientos bruscos, gritando a cada rato “peeeermiiiissoo!!”, coleando en las curvas y haciéndome rebotar contra las puertas. La gente miraba mi desfile. Una persona me preguntó al pasar "¿de qué te operan?". "De una gamba!" llegué a contestarle. "Ahhh, eso no es nada", escuché que decía, como decepcionado.

Al llegar al quirófano, un lugar muy parecido a una sala de ensayo musical, el cirujano y una decena de chicos y chicas con onda universitaria, asistieron a mi desnudez en círculo, revisándome y acosándome a preguntas, me afeitaron el muslo y me inyectaron líquidos por todos lados.

De fondo sonaba la Aspen y ellos se quejaban por no haber traído buena música. Yo tenía un poco de vergüenza por estar en bolas y en otro momento hubiese querido levantarme a cada una de esas doctorcitas, pero ahí la ansiedad me aceleraba tanto el ritmo cardíaco que me cerraba en la boca las palabras y las muletillas del vendedor ambulante.

Lentamente, la sedación causó su efecto. Una mina me preguntó si tenía sueño. Yo dije sueño y risa. Ja, se divirtieron, a cada uno le pega de un modo distinto.

Entonces, caí nockeado y creo que viajaba en un tren o en un colectivo, no me acuerdo bien, hasta que, de golpe, la voz del doctor L me despertó, cuando le decía a alguien ¡ya está! ¡llevalo!

Si nos tiran el pacha al bombo, va a haber quilombo, va a haber quilombo

LA NOCHE DEL HECHO

por Simón Ingouville.

Ocurrio así:

El sábado a las 2 y 15 de la mañana en una combi del gobierno de la ciudad dos señores muy educados me presentaron sus carné. Eran de control de seguridad funcionamiento e higiene. Venían a inspeccionar. -¿mi casa?- dije yo. Y ellos dijeron que sabían que no era así, que había un volante en la puerta con la fecha del día, escuchaban música en vivo, veían gente entrar y salir, por algún motivo, ellos desconocían (puede ser que salio publicado o muy reiteradas denuncias de los vecinos) los habían mandado a controlar y ellos efectivamente constataban que aquí funcionaba un establecimiento. Y querían ver, desde el matafuegos a los dos baños, la cocina limpia, todo lo ignifugo, permisos de actividad comercial, habilitación, y tal y tal y tal.

- -¿De mi casa? Dije yo.

- -Bueno, si es tu casa déjanos constatar y lo ponemos en la planilla pero tenemos serias dudas de que así sea- dijeron ellos.

- -¿Y si me niego?-

- Clausura por obstrucción de procedimiento, para cubrirnos las espaldas- dijeron determinantes. –para eso llamo un patrullero de testigo y lo hacemos.

- -y si no queda otra…- dije yo

Y así fue.

Y así estamos.

Clausurados.


LO QUE SIGNIFICA

Una clausura nos impide hacer eventos y ejercer cualquier actividad comercial, cosa que de todas formas no teníamos permiso legal para hacer, pero ahora el impedimento es controlado periódica y aleatoriamente. Y, como dice un gestor consultado: -Y…violar la clausura es embromado. Una cosa es una falta y otra una contravención nene.-

Así que por lo pronto un impasse, un cese de actividades etílico-escénicas y multitudinarias. Por lo menos hasta levantar la clausura o al menos saber las posibles consecuencias y hacer lo que hagamos seguros de lo que hacemos. Estamos tirando mil puntas y analizando todas las opciones que nuestra imaginación nos permita.

Eso es lo práctico.


ASI LO VEMOS NOSOTROS

Adentro nuestro: medio que la veíamos venir, crecimos mucho y es hora de asumirnos de alguna manera formal. La estábamos esperando y ocurrió. No la vemos negra, si, el antes mentado giro inesperado que estábamos esperando. Nos encuentra decididos, con la conciencia limpia, seguros de lo que hacemos e incluso un poco expectantes, casi ilusionados. Eso si, un poco cagados, con mil temas prácticos que solucionar (desde las fechas próximas hasta los infernales papeleos, obras habilitantes, dinero, pagar el alquiler, etc.). pero también vemos a un montón de amigos de la casa, socios, que nos pueden ayudar. Ellos y nosotros sabemos que el pacha es mucho más que una heladera llena de birra y quizás esta situación ayude a que se sepa y se note. Por nosotros y por todos los lugares que son mucho mas que eso y mucho mas que una actividad comercial.

TENEMOS UNA LINEA DE CONDUCTA

Quizás no lo sepan todos, pero hacemos muchas cosas además de presentar bandas, poetas, libros, teatro y artistas en general y vender cerveza. Somos una escuela formal y un lugar donde constantemente se están pasando conocimientos de manera informal pero rendidora. El pacha Es fuente de trabajo de mucha gente entre gestores, artistas, profesores, libreros, los comercios de la zona, etc. Es también un club social y artístico de insospechados brazos de incalculable abrazo donde la gente se conoce y reúne. En los últimos tiempos se largo la revista y la editorial (de prontas apariciones) y estamos gestionando el arranque de Pacha Records. Eso en materia de actividades tangibles. Además el Pacha funcionó como punto neurálgico del arte y la cultura en general y aquí se conocieron muchas personas que luego harían muchas cosas juntas, se presentó mucho trabajo y se disfrutó mogollón.

Trabajamos responsablemente y a destajo, y con una conciencia, una lógica y una moral muy por encima, a nuestro entender, de las exigencias de la ley. Lo que se dice de manera clandestina, que no es ni bueno ni malo de por si, es una manera y a veces no queda otra (para bien y para mal). Tenemos en alta estima a la justicia (distinta de la ley) y así nos va. Siempre hacemos lo posible por cuidar a nuestros vecinos (bandas acústicas, horarios tempranos, chasquidos en vez de aplausos, en el patio se susurra y un constante (agotador) pedido a la concurrencia de que mantenga un volumen bajo), y nunca creímos que si mediaba la ley entre nosotros las cosas se solucionarían de mejor manera.

Nuestro crecimiento está basado en estas creencias, pero crecer no fue nuestro fin. Sí queremos conocer más gente, leer más libros, escuchar más y mejor música, comer rico y saludable, reír, disfrutar y brindarnos estas alegrías con la gente. Nuestro objetivo no es vender más cerveza ni entradas. Y mucho menos venderla más cara. Llenar las arcas no está en los planes, ni comprar más de lo que necesitamos, ni generar más de lo que gastamos. No tenemos ansias de consumo. Queremos que traigan a sus amigos nuestros amigos. Nunca hicimos publicidad indiscriminada y siempre preferimos el boca a boca que no deja lugar al marketing. Con la intención de no molestar hicimos de nuestros comunicados una forma de arte y entretenimiento en si, que incentivase a venir al Pacha a gente dispar pero afín, sin importarnos la cantidad.

Siendo nosotros, los gestores y trabajadores, gente que gusta de un copetín o tres, nunca promovimos el consumo de alcohol (la barra no está a la vista) y tenemos bebidas no alcohólicas a precios muy bajos o gratis. La gente se junta de noche, se emociona y bebe y eso nos parece genial.

Empezando por el Lean, ninguno de nosotros se acercó al Pacha para brindar nuestro trabajo desinteresadamente, teníamos un fin, a nuestro entender noble. Quizás banal, pero inofensivo, y sin pedir nada a cambio. Y creo que hablo por todos cuando digo que recibimos, más de lo que dimos. Y en cualquier intercambio bien hecho es posible que todas las partes puedan decir que han recibido más de lo que dieron.

Por eso cuando comerciamos lo hacemos de manera justa, buscando el beneficio mutuo y el desarrollo sostenible, cuando consumimos lo hacemos responsablemente sabiendo el valor que tiene el dinero y que para recibirlo no alcanza con una oferta, se debe tener también una conducta general, y el dinero es premio al trabajo, al ingenio y a esta conducta.

Pero nuestro fin es hacer arte y cultura, que es todo o casi todo. Es el intercambio entre la gente, es contarse chistes y hacer política como tantas otras cosas. Y lo queremos hacer porque estamos disconformes con las opciones que hay. Teníamos una idea, pero casi todo lo aprendimos en el camino, hablando con todas las personas que quisieron decir algo. Crecimos lento pero constantemente, trabajamos gratis muchísimo tiempo felices, y cuando hubo un billetin se pago sueldos módicos pero repartidos de manera justa, en base al trabajo realizado. Y lo que sobraba se reinvertía en el Pacha, "seguridad, funcionamiento e higiene". Las decisiones son consensuadas y se trabajaba a modo de cooperativa, con personas que la mayoría de ustedes conocen y tienen en alta estima.

LAS PREGUNTAS QUE NOS HACEMOS

¿Estamos contentos y orgullosos? Si, tanto o mas que clausurados. Pero eso no nos hace menos clausurados. ¿Estamos perdidos y rendidos? De ninguna manera, pero eso no nos hace menos clausurados. ¿Adónde estamos? Estamos en el Pacha pero de día y estamos ante un punto de inflexión. Antes estábamos esperando este momento, en el que el crecimiento de público jaquea a la clandestinidad, más allá de cualquier recaudo, sin llegar a la paranoia.

Llegamos al giro inesperado que estábamos esperando. Y ahora estamos ante la disyuntiva. ¿Adónde ponemos toda esta añoranza? Mil posibilidades barajamos y el abanico da toda la vuelta. Desde empezar una batalla contra el sistema hasta hacer todo lo que digan como buenos perros. Desde atrincherarnos todos adentro con botellas, naipes y salamin en las manos hasta rendirnos e irnos a casa a empezar nuevas cosas. O cualquier posibilidad más centrada. Eso si: sea lo que sea que elijamos será con la gracia y el espíritu imaginativo e irreverente que nos caracteriza.

PLAN DE ACCION

Es un poco temprano para tomar decisiones apresuradas, pero hay decisiones que debemos apresurar.

Nuestro inmediato plan de acción, y contamos con ustedes para llevarlo a cabo, es:

- -Hasta nuevo aviso quedan descartadas las actividades etílico-escénicas que festejábamos de miércoles a domingo.

- -Comunicar el estado de las cosas al público en general y sobre todo a aquellas bandas y poetas y actores que estaban fechados a futuro. Están enterados y nuestros teléfonos están abiertos a su llamada u ocupados llamándolos.

- -Levantar la clausura, pero puede demorar.

- -Las clases, así como toda actividad que pueda llevarse a cabo en una casa privada como la tuya o la mía siguen llevándose a cabo (reuniones, clasificación de biblioteca, hornear una torta, limpiar, leer, acercar un libro o retirarlo, etc.).

- -Investigar el tema y empaparnos en los conocimientos pertinentes para poder tomar decisiones acordes a nuestro deseo. Asesorarnos con cuanta persona experiente haiga en la materia, lugares con los mismos problemas, gestor, arquitecto, abogado, juez, interventor, etc. Y entonces Evaluar.

- -Buscar lugares adonde seguir haciendo lo que hacemos, ya sea derivar fechas o hacer las nuestras, incluso las cosas que nunca pudimos hacer como bailar o aplaudir o darle maza al gas y pumpitap! Ya sea lugares existentes o en alquiler, galpones o casas, bares o boliches.

- eventualmente habilitar Argañaraz 22. Lugar de mística sin parangón. Donde tanto ocurre y tanto ocurrió. Donde libertad y seguridad son de la misma canción. Habilitarlo para hacer todo lo que podamos, sin estar en orsai.

- -y mientras hacemos eso descansar un poco del desenfreno emocional juerguense y limpiabaños trasnochado, sin levantar la perdiz, dedicarnos mas a las otras ramas del centro cultural que nos aúnan, como las bibliotecas, el Centro de Altos Estudios, la revista, la editorial, el blog, los vínculos que se establecen también de día, arreglar las cosas rotas, limpiar las sucias, mejorar las existentes y las tantas otras formalidades e informalidades que cualquier club como nosotros atiende sin hacerle mal a nadie y en general para mucho provecho general.

- -Parar y pensar, lo que tanto alboroto no permite. Pensar cosas como recordar todo lo que se hizo y reír y llorar recordando. Pensar si vamos por donde queríamos ir, o no, y si esto es mejor o peor, pensar todos juntos y cada uno por separado. Pensar adonde nos gustaría ir de acá en más y cómo. Pensar qué significa todo esto. Pensar cómo llegamos al Pacha, pensar a quiénes conocimos y qué hicimos. Pensar en la implicancia que tienen los lugares cuando en realidad no son más que eso: lugares. Pensar en qué tienen y qué son los lugares. Pensar en otros lugares que nos gustan y qué nos gusta de ellos. Pensar en aprender de esta experiencia, pensar en lo negativa que es la situación y pensar en lo positivo que tiene. Pensar adónde está todo lo inclausurable. Pensar en los defectos y virtudes de las cosas materiales. Pensar en la gente que quiere dormir. Pensar en leyes. Pensar con la mente en blanco. Pensar en lo que uno no está pensando. Pensar en los demás. Pensar en uno. Pensar con la mente abierta y pensar en pagar el alquiler. Y así cesosivamente.

- -Armar una carpeta con todo lo que ocurrió en el pacha, todas las bandas que tocaron, todos los escritores que leyeron, todas las clases que se dictaron, todas las barbaridades que se dijeron (las buenas), toda la gente que trabajo, las crónicas que se escribieron, los artistas que expusieron, las fotos que se sacaron y demases. Para quien la quiera ver y para verla nosotros.

- -Frotarnos las espaldas y darnos ánimo.

Y ese es nuestro plan de acción. ¿Cuándo decimos "nuestro", te sentís incluido?

QUE PODES HACER VOS

Por lo pronto si querés escribir un texto sobre lo que es el Pacha para vos, la gente, la responsabilidad, el disfrute, la necesidad y tal y tal creo yo que seria muy bueno y útil que la hagas y nos la mandes . Formal y anímicamente. Estamos orgullosos de lo que hacemos y lo seguiremos haciendo.

Estamos buscando información sobre otros lugares similares, y gente que pasa o paso por lo mismo.

Cualquier información la podes enviar a : ccpachamama@gmail.com o llamar al 4864 2886.

Ademas esten por favor atentos al blog, donde postearemos avisos, actividades, y pedidos:

www.ccpachamama.blogspot.com

martes, junio 03, 2008

Cucu

---------- Mensaje reenviado ----------
De: fabian casas
Fecha: 30 de mayo de 2008 16:17
Asunto:
Para: cucurto
Cc: llach llach


Santiago, querido cucu, remoto muchacho!! ayer por la tarde en mi casa calefaccionada (I cant get not calefaccion) estuve leyendo un libro que creo deberías leer. el libro en cuestión es anna karennina y es genial ya que fue escrito por un escritor genial. ayer lloré como cuando se me murió mi padrino leyendo las partes en que muere el hermano del conde lyovin -alter ego de Tolstoi. este libro, querido cucu, habla sobre las familias, sobre la precariedad d ela construcción de las familias. empieza asi." todas las familias felices son iguales, cada familia infeliz, es infeliz a su manera!!". !!cuanta verdad en esto!! Y después uno goza y sufre viiendo cómo se destruye la vida de anna karenina y como se construye la vida de Lyovin con una inolvidale declaración de amor a Kitty en medio de una pista de patinaje en moscú.Querido cucu: ayer llegó a mis manos el libro que escribiste sobre san martín y hoy me estuve matando de risa leyéndolo, creo que volviste a escribir bien. hay partes notables como cuando se recupera la mina que esta tomuer. Al lado de tu prosa osvaldo lamborghini es un distanciador mediocre e intelectual, un franchute! cuanto celebro la vuelta de esta prosa atolondrada que ya es telón d e fondo d e los grandes momentos de mi vida. sigue así, mr cucurto, lanza la bola, chico, lanza la bola.Y brilla. Kaspar houses.