viernes, enero 27, 2006

Objetos maravillosos 5 – Levante con muletillas

Piel de oro, rojo enfermo,
el amor ambidiestro,
de la luz hacia lo oscuro
magia veneno...
Vuelto otro alter ego
el costado siniestro,
de la luz hacia lo oscuro
magia veneno...

Catupecu Machu








Me acerco a tres chicas en un bar de Palermo.

—Hola. ¿Quieren ver los mejores anillos?
—Bueno, si son los mejores.
—Gracias. Pueden probarse, están ansiosos de abrazar a sus dedos.
—Jaja.
—Agrego los mejores aros. En este caso, quieren balancearse en sus orejas.
—Jaja.
—Manéjenlos con cuidado porque tienen inmensos poderes afrodisíacos.
—Guaauuu!!! ¿Y funcionan con vos? —me dice una morocha, mientras se pone un anillo grande con piedras blancas.
(criiiiiiiiiiiiiiiii)
—Esteeee, sí, no me apuntes que me está dando palpitaciones.
—Jajaja, pero este chico además de vendedor es poeta.
—Sólo cuando tengo a las musas cerca, que me inspiran.
—Jajaja, ¿cómo te llamás?
—Juan, ¿y vos?
—Lucía.
—Encantado.
—Igualmente.
—¿Y ustedes cómo se llaman?
—Sol.
—Mariana.
—Ok. Un gusto.
Ahora Lucía se prueba un anillo azul.
—Ojo, que ese es muy poderoso, se llama Eleva tu glamour hasta las nubes. Todos tienen nombres.
—¿Sí? ¿Y este aro cómo se llama?
El péndulo de la lujuria.
—¿Y este anillo?
—La gota que rabalsa el vaso.
—¿Y este rojo?
Brillitos embriagadores, y no tengo adjetivos para describir lo bien que te queda.
—A todas les decís lo mismo —me dice Mariana—, vos ya me vendiste.
—Bueno, tengo muletillas, pero también soy capaz de decir otras cosas.
—El anillo que te compré se me rompió.
—Y... lo que pasa es que a veces el poder afrodisíaco es tan fuerte que el anillo explota.
Las tres se ríen. Lucía me dice:
—Me llevo éste —y me muestra el anillo Brillitos embriagadores.
—¿El tamaño va bien?
—Me queda un poco grande.
—Dame que lo achico. Igual tienen un sistema revolucionario de regulación.
—Jajaja.
Achico el anillo, le tomo la mano y le pregunto en qué dedo. Me dice que en el anular.
—Ja, se van a casar —dice Sol.
—Sí, ¿no querés casarnos vos? Cuando se lo ponga, tenés que decir "Puede besar a la novia".
—Bueno.
Lucía no dice nada. Le pongo el anillo y espero que la amiga diga lo suyo.
—Puede besar a la novia.
—Me acerco a Lucía y le doy un beso en la boca.
Las amigas aplauden. La gente que está sentada alrededor nos mira.
—Deseo fervientemente que me des tu teléfono.
—Bueno.
Me lo anota y me despido, sin darle ningún beso, ya que otro beso en la boca sería demasiado meloso, y uno en la mejilla después del otro no da ni a palos.
—Chau.
—Chau.

Objetos maravillosos - 4 ------------------------------------------------------------------------------------------------

9 comentarios:

Pablo dijo...

Ud es un grande, mi amigo Juan...UN GRANDEEEEEEE!!!!

SL dijo...

Que la fiesta de casamiento la musicalice DJ Campeón

Pablo dijo...

ajaja...me hizo acordar a DJ yacaré, sI

Anónimo dijo...

y...verídica la cuestión?

Ramón Paz dijo...

qué jugador!!!

principio de incertidumbre dijo...

¿En cuál playa? Al menos no se caso de apuros. Demasiado poco de moda.

la enmascarada dijo...

le vendiste el anillo, le diste un beso y le sacaste el teléfono...un ganador total!

Anónimo dijo...

Ves, no todas te dicen "otro día" (aunque a todas les digas lo de los poderes afrodisíacos). No, no estoy celosa.

Anónimo dijo...

Nicoleta!!