lunes, septiembre 12, 2005

máquina excavadora - Detrás de una expresión

En el famoso prólogo a Los lanzallamas (1931), Roberto Arlt escribe, entre comillas, una expresión que luego, aún hoy, se cita hasta el cansancio, y que se acomoda en los más variados textos: "que los eunucos bufen".

La primera vez que la leí, me llamó bastante la atención, porque jamás la había escuchado antes ni visto en otro texto, y como siempre tuve inclinación a las frases, los refranes, los dichos, las jergas, me detuve allí. ¿Y esto de dónde sale?

Después pensé que Arlt estaba usando una expresión popular y nada más. En la tabaquería de Caballito lo consulté con un par de profesores, ¿y esto de dónde sale?, y siempre tuve la misma respuesta, que confirmaba mi hipótesis: seguramente era un dicho común de la época.

Sin embargo, hace tres o cuatro años me encontré con una expresión casi idéntica, bufe el eunuco, en otro texto, que también es un prólogo, pero muy anterior al de Los lanzallamas. El autor es tan famoso que imaginé, acaso, un intertexto deliberado de parte de Arlt. A favor de esta hipótesis "intertextual", agrego que, en ambos casos, "la frase" aparece después de sendas palabras en defensa de la creación.
Este otro prólogo que menciono se titula "Palabras liminares" y antecede a Prosas profanas y otros textos. El autor es Rubén Darío.

En el caso de este último, la expresión está sin comillas, articulada como cualquier otra, como si le perteneciera. En cambio, Arlt sí la entrecomilla, dejando entrever allí una cita o el uso de una expresión ajena o popular.
Será deliberado el intertexto de Arlt con Darío? Por qué?
Se agradece cualquier aporte sobre este tema.

"Y la primera ley, creador: crear. Bufe el eunuco..."
Rubén Darío, Palabras liminares, en Prosas Profanas, 1896.

"Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un cross a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y "que los eunucos bufen"..."
Roberto Arlt, Prólogo a Los Lanzallamas, 1931.

10 comentarios:

Diego dijo...

Rex,

Me sorprende estar contento por el hallazgo textual que aquí nos regalás.

Entonces, ¿cómo sigue esto si Arlt es deudor de Darío en lo que respecta a la voluntad de creación...? Ejem!

Un abrazo

paula p dijo...

digo yo, sin fehaciente
a mi me sugiere un sentido similar al ¨que se caguen¨... en alusion al dolor y la castración de fecundidad (en oposicion a la creatividad evocada) de los eunucos

m?

paula

Juan Dé dijo...

Muchas gracias, Diego, pero ojo, no quiero decir que Arlt sea deudor de Darío ni mucho menos, sólo me llama la atención el posible intertexto, más aún si tenemos en cuenta que la prosa de Arlt, rústica, por momentos desprolija (aclaro que Arlt me encanta), es antagónica, desde mi humildísimo punto de vista, al estilo de Darío, tan pulido, tan estético.

Si para defenderse de quienes lo señalaban como mal escritor, Arlt realmente estaba citando a Darío, me parece, al menos, una apropiación interesante y, evidentemente, extraña.

Juan Dé dijo...

Seguro Paula, coincido en que el sentido es ese: "que se caguen", también que se pesenta en oposición a la creatividad evocada. En el caso de Arlt, es claro; en Darío, es un poco más ambiguo, pero creo que tiene el mismo sentido. Por eso, el intertexto es posible, no sólo por la frase en sí, sino por el modo en que Arlt la articuló con el tema de la "creación", de un modo tan parecido al de Darío.

Anónimo dijo...

a mí me sonó algo como a paula, aunque no tanto como "que se caguen" más bien "que se queden con las ganas" que es, en definitiva lo único que puede hacer alguien que quiere y no puede.

Miguel P. Soler dijo...

Rex:
Bien podría ser una apropiación de Dario, después de todo las diferencias estilísticas no impiden una mutua lectura. Más, viniendo de un autor "canónico", pero también popular. Pero, yo trataría de rastrear esa expresión en la prensa crítica de esa época (que también podrían haber estado citando a Darío), tal vez algún crítico estilista (¿dariniano?, ¿antidariniano?). Porque hay en la expresión de Arlt, una interpelación: él está hablando de cierta gente que tiene en mente o enfrente.
Bueno, es una buena punta para investigar.
Igualmente, lo más interesante de ese prólogo para mí, es su gesto. Su autopromoción matona. Cuando dice (parafraseándolo): "mi próximo libro se llamará El Amor Brujo", se impone a cualquier editor y al lector. Esa confianza productiva, esa cualidad programática, esa energía potencial anunciada, es cuanto menos envidiable.

(¿Piglia sabrá algo al respecto?)

Saludos.-

Juan Dé dijo...

Gracias Hernán.
Es cierto, habría que seguir rastreando en la prensa crítica de la época. Debería preguntarle a Eduardo Romano, que es un capo sobre estos temas.

Anónimo dijo...

Creo q no hay q quedarse calvo de tanto rascarse la cabeza pensando en si es apropiación, robo o préstamo. Es intertextualidad y ahí quedamos contentos como lectores. En cuanto al sentido, es evidente q la cita apunta a tres estrategias: la primera, en referencia a un poder decir vinculada a un saber; la segunda, concetada a la verosimilltud (ya Barthes ha dicho mucho sobre ese poder de la intertextualidad); la tercera y fundamental se refiere a los proyectos que puede compartir Arlt con Darío directamente ligados a esa creación de una nva litearatura y a un claro movimiento en que se reniega de una tradición pero no te toda: se reivindica la linea dariniana. NICO

Anónimo dijo...

gracias por el aporte Nico.

saludos!

Pedro dijo...

Amigo,

yo creo, o mejor dicho siempre estuve seguro, de que la frase de Arlt es una cita perfectamente consciente del famosísimo (en la época) prólogo de Darío a "Prosas profanas", tal vez el texto más provocador de Darío, lo que no es poco decir de un gran provocador. No veo nada de raro en que Arlt tome prestado una frase de Darío: todos los grandes escritores lo hace, eso de tomar prestado cosas de otros autores. Su primer cuento (desconocido, llamado Jehová), por lo que se sabe era en estilo modernista de Darío-Lugones, "El juguete rabioso" toma prestada la estructura de la novela picaresca, y "Los siete locos" y "Los lanzallamas" serían imposibles sin Dotoievsky. Sin contar todas las veces que Roberto Arlt toma prestadas cosas de la Biblia. Al fin y al cabo, los héroes de Roberto Arlt eran todos ladrones. Y Silvio Astier, ¿no robó una bilioteca?

Un abrazo,

Daniel