viernes, junio 20, 2008

"A los primeros estampidos el caballo de Belgrano, "un rosillo muy manso", se encabritó, y como el general no era buen jinete cayó por tierra. Fue tenido por signo de mal agüero, y bajo esta impresión se inició la lucha.

A mitad de la batalla ocurrió de pronto algo que nunca habían visto los soldados enemigos del Alto Perú, y que, por lo mismo, contribuyó a desbandarlos y a llevarles el pánico. Fue un gran ventarrón, que llegó desatado y furioso del sur. El ruido horrísono que hacía el viento en los bosques de la sierra y en los montes y árboles inmediatos, la densa nube de polvo y una manga de langostas, que arrastraba, cubriendo el cielo y oscureciendo el día, daban a la escena un aspecto terrorífico.

V. F. López llama peyorativamente a Tucumán "la más criolla de cuantas batallas se han dado en territorio argentino". Es exactísimo: faltó prudencia, previsión, disciplina, orden y no se supieron aprovechar las ventajas; pero en cambio hubo coraje, arrogancia, viveza, generosidad... y se ganó."
José María Rosa, "La batalla de Tucumán", fragmento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Federalismo es justicia social!
Hay que trasladar el poder central de Capital Federal, ya les dimos todos estos años de historia, y con el país maravilloso que tenemos todavía no lograron gobernar con decencia!

Anónimo dijo...

San Luis es ejemplo de progreso!