lunes, noviembre 28, 2005

Rexistencia 17 - Perrito oxidado* de Villa Celina

Hoy a la tarde fui a Villa Celina con Nani.
Mínimo (tiene dos años y medio) nos estaba esperando en la puerta, sentadito en el porche. Cuando nos vio llegar, entró corriendo muy eufórico para avisar de nuestra llegada. Un rato después, me llevaba hasta una de las piezas del fondo para presentarme a su hermana supermínima Valentina. Me contaron que Mínimo está bastante celoso, que también quiere teta, que se comporta como loquito. Y bue.
En un momento, Franco (papá de Mínimo) me dijo que el gato blanco amigo de mi padre, que siempre venía al patio, estaba muerto en la calle, seguramente atropellado. La última vez que fui, el lunes pasado, el gato blanco me espiaba desde la escalera que da a la terraza. Nadie sabía de dónde venía. Bueno, la cosa es que mi papá se puso re mal. Mi viejo es un tipo muy ermitaño, siempre fumando o tomando mate meditabundo en el patio. El gato blanco lo acompañaba. Cuando le contaron, yo estaba y pude ver cómo se le transformó la cara. Me dio mucha pena. Decidí asomarme a la calle para ver al gato blanco. Quería confirmar que realmente era el amigo de mi papá.
Apenas puse un pie en la vereda, un perrito muy pero muy cachorro pasó adelante mío, sarnoso, desgarbado, oxidado, pero con bastante vitalidad. Iba persiguiendo a una señora que no le daba bola. Me quedé mirándolo. Pasó al lado de la casa de las chicas del kiosko y desde la reja un perro le ladró. Cachorro se cayó del susto hacia el costado. Se levantó y volvió para el lado de mi casa. Justo venían caminando unos pibes. Instantáneamente, Cachorro oxidado comenzó a seguirlos. Yo miraba todo. Llegaron a la esquina de Caaguazú. La vecina de al lado, que estaba sentada en la vereda, me dijo que nunca lo había visto, que recién había aparecido por la esquina de Giribone. Entré otra vez y les conté a todos. Propuse que fuéramos a buscarlo para hospedarlo en la casa. Mi vieja me sacó rajando. Igual, todos salieron a la vereda.
Cachorro oxidado había cruzado Caaguazú y ahora estaba llegando a Olavarría. Toda mi familia miraba allá a lo lejos, a dos cuadras, la figura diminuta del perrito abandonado a su suerte. Mientras tanto y mucho más cerca, con las patitas inertes mojándose en la zanja de enfrente, el cuerpo blanco del gato blanco se oscurecía, invisible ante nuestros ojos, en la lentitud veloz de la muerte. En el fondo de la perspectiva, Cachorro Oxidado nos achicaba los ojos. Le pregunté a Nani qué opinaba, si estaba de acuerdo en ir con el auto y levantarlo. Dudábamos. Buscarlo significaba llevarlo a un veterinario y después a nuestra casa. Dudábamos. Vamos, le dije. Vamos, me dijo. Mi familia seguía expectante la novela de Cachorro. Arrancamos y doblamos por Giribone hasta Chilavert. Después fuimos a Olavarría y retomamos hacia el Tanque. Cachorro oxidado no aparecía por ningún lado.
De pronto, lo vi. Estaba persiguiendo a dos chicas, que bajaban la cuesta en dirección al barrio Urquiza, sobre un costado de la calle. Nos dirijimos allí. Cuando los alcanzamos, un auto que venía del otro lado, estuvo a punto de pisar a Cachorro, que no podía mantener su paso rectamente.
-Chicas, ¿es suyo el perrito?
-No.
-¿Qué van a hacer? ¿Lo van a llevar con ustedes?
-No.
Le dije a Nani que lo subiera al auto. Cachorro no opuso resistencia. Lo pusimos en el asiento de atrás. Temblaba terriblemente. Sus ojos, inmensos. Su cara, a pesar del miedo, graciosa. Estaba en muy mal estado, repleto de garrapatas, pulgas y hasta gusanos que le caminaban entre los pocos pelos marrón claros y negros que le salpicaban la piel carcomida por la sarna.
Enfilamos otra vez a la casa de mi familia. Todos nos esperaban en la vereda. Mi viejo senteciaba cosas, mi vieja guardaba silencio, mis hermanas comentaban algo, Mínimo gritaba.
Nos despedimos y encaramos la Richieri, después la autopista.
Arriba de la General Paz te das vuelta y mirás la Provincia. Atravesás los puentes de Camea y Lugano es más Bonaerense que Capitalina. Pasás Murguiondo y todo sigue igual durante un rato, con los Monoblocks y los bajos Flores. Esperás y adelante mirás los árboles y las casitas, que a la Capi por acá se la conoce recién en Parque Chacabuco.
Sigue la autopista deslizante y te baja por Boedo.
El plan era un M.A.P.A, sobre la avenida San Juan, que seguro estaba abierto.
-¿Y cómo se llama? - nos preguntaron las mujeres.
-Todavía no tiene nombre, acabamos de levantarlo de la calle, casi lo pisa un auto...
Después de un rato, ratitito porque afortunadamente fue corto, lo vio la veterinaria. Nos dijo que tiene unos 45 días de edad. Le tomó la temperatura. Lo palpó acá y allá. Finalmente, diagnosticó parásitos, sarna, garrapatas, pulgas y una infección. Pero se va a curar, eh, tranquilos. Uf! Qué bien. Le dieron dos inyecciones y le recetaron pastillas y líquidos, que debemos aplicarle, según indicaciones en papelito, durante el próximo mes.
Ya en la oscuridad del domingo, llegamos a Flores; Ayax el acuático descansaba en el balcón con las patas afuera de la reja. Con Nani, acordamos que Cachorro oxidado dormiría en el patio, debajo de los estantes, y que era importante mantenerlo separado de Ayax, para que no lo contagie.
Le cortamos unas botellas de plástico para ponerle agua y alimento. Lo bañamos con la esponja y el líquido garrapaticida a contrapelo. Le armamos una camita.
Recién lo fui a mirar: está tranquilo, ya no tiembla, duerme.
Por su parte, Ayax se dio cuenta y quiere salir al patio a toda costa.
Qué día**.
Pensamos varios nombres: Artaud, Marx, Dante, Jimbo, Pípi, Atila, Eneas, Ulises, Marduk, Guacho, Jonás, etc. Finalmente, parece que se llama Totó (aunque se me ocurre que Oxi puede ser una alternativa pertinente) y busca amigo humano, así que, por favor, quien desee un compañerito, que me escriba a rexmiles@fibertel.com.ar
*Oxidado y en la carretera
gastando a cuenta un vuelto que no va a volver
si fuera más fácil maquillar este otoño en
los besos
si quedaran cartas por mentir en este póker
de ciegos...
Más garúa, más te extraño
arrodillada en mi boca
nunca juego bien esta historia
del tipo buen perdedor
Vuelvo a mi cucha rengueando
estas ganas borrachas de volverte a ver
no es que no quiera ladrarte
lo que no me anda sobrando es la fe
no es que no quiera cuidarte
pero ando nockeado y no puedo hacer pie
y no es que no quiera tocarte
ando volteado...
Los Caballeros de la Quema
**Y yo me voy a buscar el olor
del mundo que perdimos...
Apuesto al quijote aunque ande rengo.
Brindo por tipos sin antifaz.
Me abrazo a la rabia de los vencidos
que cruzan sin mapas la oscuridad.
Hasta estallar.
Hasta estallar.
Los Caballeros de la Quema
Rexistencia 16 ----------------------------------------------------------------------------

12 comentarios:

la enmascarada dijo...

Che, desde acá te volvés más adorable que en la foto de marinerito.

Diaz de Vivar dijo...

pobre perrito!
en la casa de mi suegra tenemos una perra que se instaló y parió... SIETE! son preciosos pero no sabemos qué vamos a hacer con tanto cachorro dando vueltas.

Anónimo dijo...

a mí me gusta el nombre Anton...lástima que no se haya oxidado en Rosario, si no capaz q ya estaría conmigo....ojalá encuentre casa pronto!muy linda historia, por cierto.

Anónimo dijo...

Gracias muchachas.

Por favor, necesito que me ayuden a ubicarlo. Se me hace imposible tener a ayax y a él.

No es de raza, pero es un chiquito lindo muy simpático, con ojos grandes y orejas graciosas. Tiene 45 días. Su color es marrón claro salpicado con negro.

Aunque lo encontré en mal estado, pronto estará muy bien (tiene un arsenal de remedios). Ya hoy se lo ve mucho mejor. Se le están cayendo (muertas) las garrapatas, y está muy activo, jugando con un trapito.

Hago extensivo el pedido a todo el extraño mundo de Blog. Si saben de alguien que pueda quererlo (responsablemente), que me escriban:
rexmiles@fibertel.com.ar

saludos

la enmascarada dijo...

Y por qué no ponés una fotito de él en alguna veterinaria o en negocios del barrio? La gente lo ve y se enamora!
Con mis hermanos encontramos 4 cachorritos en Año Nuevo (hay que ser h de p para abandonar 4 cachorritos que estaban muertos de miedo con la pirotecnia, se hacían pis y todo!) Bueno, hicimos más o menos lo mismo que vos, sólo que los dejamos en el jardín de la casa de mi vieja. La gente pasaba y los veía, se morían de amor. En dos días se llevaron a los 4!
En serio, las condiciones de visibilidad de Oxidado pueden hacer la diferencia.
Un beso y suerte!

la enmascarada dijo...

O salí a pasear con el perrito!!
(auguro conquistas para ambos)

Anónimo dijo...

Muy buena sugerencia, Enmascarada. Voy a sacarle una foto y a empapelar los negocios y veterinarias. Igual, voy a insistir por todos lados, incluido el mundo blogueril, que Oxidado
Totó busca amigo.

Lo del paseo estaría copado, aunque tengo que esperar porque éste es una lauchita muy diminuta para la calle, y aparte, pobre, ya tuvo mucha, y de la mala. Por ahora, solamente patio.

Un beso

Terra dijo...

Le ponías Pípi y te hacía una denuncia penal.

Ling dijo...

Hermosa Rexistencia.

Yo diría que vaya el sábado con una cajita -con Oxi / Totó adentro- a algún parque y lo muestre. La condición de visibilidad que dice Enmascarada es indispensable.

PD1: ¿cómo vive la escisión que sufre ahora su vida a partir de tener dos perros separados??

PD2: Pongo un cartelito en mi blog.

Anónimo dijo...

si le consigo lugar a Dado acá en la chicago, como me propusiste, no sería demasiado complicado???hay novedades?

Anónimo dijo...

Al verlo podes imaginar que razas han confluido? Cam

Anónimo dijo...

No cam, aunque se parece mucho a un chacal.