Diarios Vespertinos del 17 de octubre de 1945 (Salieron a las 18 hs.)
La Época
"Una marcha de la Verdad"
Noticias Gráficas
"Agitada reunión frente a la Casa de Gobierno"
La Razón
"Numerosos grupos, en abierta rebeldía, paralizaron en la Zona Sur los transportes y obligaron a cerrar las fábricas, uniéndose luego en manifestaciones hacia la Capital".
Crítica
"Grupos aislados que no representan el auténtico proletariado argentino tratan de intimidar a la población"
Fotografiaba a 8 o 10 desocupados que, con aire aburrido, marchaban por la Av. De Mayo: "He aquí una de las columnas que desde esta mañana se pasean por la ciudad en actividad revolucionaria. Aparte de otros pequeños desmanes, sólo cometieron atentados contra el buen gusto y contra la estética ciudadana afeada por su presencia en nuestras calles. El pueblo los vio pasar, primero, un poco sorprendido, y luego, con glacial indiferencia."
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Cantos
"Sin galera y sin bastón/ los muchachos de Perón!"
"Aquí están,/ estos son/ los muchachos de Perón!"
"¿Si esto no es el Pueblo, el Pueblo dónde está?
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"¡Fusiles, machetes, por otro diecisiete!"
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Consignas
"Patria sí, Colonia no!"
"La Argentina, para los argentinos"
Acerca del 17 de Octubre
Raúl Scalabrini Ortiz
El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente de sus fábricas y talleres. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.
Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado".
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José María Rosa, Historia Argentina, Tomo 13, Pág. 190 – 191.
"Es un carnaval!", lo define alguno ante las protestas de Marechal, para quien la Patria se debía amar en esas caras concretas y no en figuras literarias.
"Si fuera un carnaval sería triste, como son nuestros carnavales; pero esto es alegre, es otra cosa", corregirá Jauretche.
¿Quién lo habrá organizado? ¿Evita, Mercante, el Capitán Russo, la CGT...?, preguntó otro. "Sólo un genio pudo haberlo hecho, por eso creo que no lo organizó nadie."
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"Descamisados", los llamó Américo Ghioldi".
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Por Leopoldo Marechal
Al 17 de octubre
Era el pueblo de Mayo quien sufría,
no ya el rigor de un odio forastero,
sino la vergonzosa tiranía
del olvido, la incuria y el dinero.
El mismo pueblo que ganara un día
su libertad al filo del acero
tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sólo el Río y el Pampero.
De pronto alzó la frente y se hizo rayo
(¡era en Octubre y parecía Mayo!),
y conquistó sus nuevas primaveras.
El mismo pueblo fue y otra victoria.
Y, como ayer, enamoró a la Gloria,
¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!
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El primer mártir peronista.
A la una de la mañana, cuando terminó la concentración en la Plaza de Mayo, un grupo de jóvenes manifestantes marchó en dirección al edificio del diario Crítica, en Avenida de Mayo 1333. El periódico dirigido por Natalio Botana había asegurado esa tarde que Perón era un "mito fascista". Además, había publicado en primera plana una fotografía de cinco personas que cruzaban la avenida 9 de Julio: "Estas son las huestes del coronel Perón", decía el grueso título. La foto, tomada en la mañana temprano desde la terraza de un edificio de varios pisos, intentaba transmitir la imagen de una avenida vacía en la que apenas se veía un minúsculo grupo de personas.
Los muchachos peronistas, exaltados, lanzaron piedras y rompieron los vidrios de las ventanas. Desde la terraza, los pistoleros de Botana dispararon sus revólveres. Parapetados detrás de automóviles estacionados y árboles, algunos militantes de la Alianza Libertadora Nacionalista respondieron al fuego. El tiroteo fue infernal y duró hasta las tres de la mañana. Cuando todo terminó, quedaban 50 heridos en la calle.
Uno de ellos había recibido un balazo en la cabeza y murió poco después. Se llamaba Darwin Passaponti y tenía 17 años. Había nacido el primero de noviembre de 1927 y le faltaban dos semanas para adquirir la mayoría de edad. Estudiaba en el Colegio Normal Mariano Acosta y militaba en la Alianza Libertadora Nacionalista. Su padres eran farmacéuticos: ella, una ferviente católica nacida en Entre Ríos; él, un anarquista oriundo de Santa Fe, que escribía obras de teatro.
9 comentarios:
regalo en su dia, compañero,
www.lapiedraonline.com.ar
salute
Compañero Icardona, El jueves les bajamos el copete a esos pitucos en la cancha. Un gran abrazo y ¡Viva Perón!
Gracias anónimo.
Gracias Terra. El jueves Boedo ganará de cualquier forma, ya sea con caños y sombreros, ya partiendo fémures pitucos de Florida.
saludos
Gracias por el buen momento. Y un aporte histórico a la serie de testimonios sobre cómo fue registrado el 17 de octubre:
1) "Pero también se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo de vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que recorrieron la ciudad, no representan ninguna clase de la sociedad argentina. Era el malevaje reclutado por la policía y los funcionarios de la Secretaría de Trabajo y Previsión para amedrentar a la población. (Periódico comunista oficial, 24 de Octubre de 1945).
2) "El malón peronista con protección oficial y asesoramiento policial que azotó el país, ha provocado rápidamente, por su gravedad, la exteriorización del repudio popular de todos los sectores de la República y millones de protestas. Hoy la Nación en su conjunto tiene clara conciencia del peligro que entraña el peronismo y de la urgencia de ponerle fin...En primer orden, nuestros camaradas deben organizar y organizarse para la lucha contra el peronismo hasta su aniquilamiento. Perón es el enemigo número uno del pueblo argentino. (Manifiesto publicado por el Partido Comunista, 21 de Octubre de 1945)"
Gracias Balvanera. Muy buenos aportes.
Saludos
Hay un texto muy bueno de Federico Neiburg, que en un tono antropológico relata la constitución de la Plaza de Mayo en centro simbólico de poder aquel 17 de octubre. Cuenta los recorridos de las marchas de la Unión Democrática, sus pic nics en la plaza Francia, cómo cantaban la Marsellesa. Después la contrateatralización de las masas suburbanas. La ocupación de la plaza; cómo marcaban territorio ya sea pintando con tiza y carbón las paredes, meando en las calles, todo mientras los oligarcas se refugiaban asustados en sus casas.
Y finalmente el diálogo entre perón y el pueblo ("Dónde estuvo, dónde estuvo" pregunta la multitud, el general no quiere responder, no quiere que le hagan recordar lo que el quiere olvidar).
Buenísimo, Chino, otro buen aporte para pensar aquel día.
Gracias.
compay
como siempre usté sacando lágrimas a la muchachada
beso, I.
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