Acá una pintoresca crónica acerca del primer match -donde no participé por motivos laborales-.
Con la fina ironía que lo caracteriza, el capitán de los pitucos de Florida hace gala de un triunfalismo al que le pronostico corta vida, porque este jueves será la revancha, y ahora sí, compañeros, convocado especialmente por un sector del boedismo clásico, se hace presente, con su calidad -intacta- amasada en los potreros del sudoeste, con su experiencia forjada al calor de ardorosas batallas futbolísticas en Lugano, con su pegada que hizo escuela en las canchas del barrio Piedrabuena, con su gambeta desequilibrante que tanto lució en la Liga de Flores, quien suscribe.
Ya está decidido, el jueves me ausentaré del trabajo para ser de esta partida, de este trámite.
Además, coparemos las tribunas. Los muchachos de Villa Celina ya tienen listos los trapos y los bombos y, por supuesto, las cadenas y los fierros.
Florida chamuya mucho. Vamos a ver, los quiero conocer adentro del campo a estos Pichibirlos, a estos Sushetas, que los pingos se ven en la cancha.
3 comentarios:
Rex querido,
Calma, amigo. La vez pasada nos acribillaron...sigo tomando antidepresivos...el doc redobló la dosis...
Nos vemos en las canchas!!!
Un abrazo
después de tanto tiempo, hoy vuelvo a jugar a la pelota...mi panza va aumentando a pasos agigantados.
ajá
la misoginia crece y en pos de estos afamados matches usté se retira antes de sus compromisos de miércoles...
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