Apoyado sobre el respaldo blanco de la catástrofe, me mantuve en la nada, preso de la percusión repetitiva sobre mi cabeza, tuc, tuc, tuc, golpeaban pero yo prácticamente no me movía, hasta que el agua empezó a chorrearme por la cara. Entonces reaccioné.
Este párrafo gira completamente la historia... le da un marco real, un halo de desgracia tangible. Muy buen momento en el cuento.
¿Juanegriego viene de tu viejo?
Siga escribiendo maestro, de acá o de donde esté lo sigo leyendo.
3 comentarios:
lo leí allá.
hermoso relato, juan.
Apoyado sobre el respaldo blanco de la catástrofe, me mantuve en la nada, preso de la percusión repetitiva sobre mi cabeza, tuc, tuc, tuc, golpeaban pero yo prácticamente no me movía, hasta que el agua empezó a chorrearme por la cara. Entonces reaccioné.
Este párrafo gira completamente la historia... le da un marco real, un halo de desgracia tangible. Muy buen momento en el cuento.
¿Juanegriego viene de tu viejo?
Siga escribiendo maestro, de acá o de donde esté lo sigo leyendo.
Gracias!
Juanegriego me dice Juanita la almacenera, una señora itaiana del sur, al igual que mi padre y mis abuelos.
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