jueves, diciembre 27, 2007

Diecinueve Tesis sobre Objetos Maravillosos

Por Santiago Llach y Pedro Mairal (en azul Llach; en negro Mairal)


Juan Diego Incardona: hace literatura como Juan Domingo Perón hacía política. Literatura a la manera de.
Incardona es un sintetizador literario de la experiencia narrativa de los personajes del pueblo. El narrador Incardona es el jefe del movimiento literario que conforman sus personajes, y se funde con ellos. JDP: escuchaba a los negros cantar y le sonaba a Mozart. JDI: en la boca de sus personajes conurbanos, pone una literatura tan alta como la que hacía el tío Borges. Abrazo de reconciliación con las almas bellas.


Los textos de Objetos Maravillosos ocultan una novela de iniciación en la vida, es decir, en la literatura. El modo en que una persona se vuelve persona, o cobra forma, a través de la palabra, del oficio. Uno se fabrica a sí mismo, se inventa, se hace. Se narra. Como un superhéroe cosiendo por primera vez su traje, así es este libro. Objetos maravillosos es la entrada en la palabra. Incardona fabrica su abecedario con metales nobles, lo forja, lo suelda, lo dobla, hace sus letras y sale a decirlas: “¿quieren ver objetos maravillosos? Cuidado que tienen poderes afrodisíacos. Te digo una cosa: con esos aros sos otra.”

Sin proponérselo, Objetos maravillosos arma una introducción a una economía política local. Economía + subjetividad = relato. Un trabajador sin documentos, un “obrero blanco” fuera del radar de los códigos de la AFIP. Produce con sus manos. Inventa objetos con los restos de la industria. Los traslada de un barrio a otro. Los comercializa con su cuerpo. Su marketing abreva en la poesía como chamuyo. Otra vez Juan Domingo conductor del relato: el chamuyo, sonriente demagogia.

Juan Diego Incardona es un hijo no reconocido de Pappo. Es el último blusero de la literatura argentina antes del reggetón remixado y las drogas de diseño. La obra de Incardona es un blues peronista. El blues del que espera el bondi de madrugada, cuando todavía está oscuro, con la mochila pesada, brillando por dentro, cargada de objetos maravillosos.

En forma de slogan: No a la corrección política peronista, sí a la boludez alegre y la prosodia invertebrada de los nuevos poetas peronistas. Una literatura peronista: una literatura a la que le quepa todo. La histeria electrónica de las chicas de Palermo, la historia de la exclusión y la resistencia de los personajes de Villa Celina, la anomalía sentimental de Tino, el colectivero, Totó, los viejos haciendo pogo con una tarantela. Literatura peronista, literatura que sintetiza las antinomias. Ni vanguardistas ni narrativistas, peronistas.

Hacer objetos maravillosos, fabricar textos. Primero está el oficio, oficio es lo que se hace en soledad. Se escribe en soledad, se fabrica en soledad. Es la parte más pura, más santa del creador, la más gratificante. Después está la oferta. Los anillos, los textos se ofrecen, uno sale a mostrarlos y se expone, a veces encuentra lectores, a veces indiferencia, pero siempre sale.

Objetos maravillosos, obra abierta. Objetos maravillosos: un sintagma contundente, que menta objetos concretos (anillos). Pero también enunciado publicitario, comercial, chamuyo que como tal se sabe tal. Lo duro y lo débil. Industria pesada versus servicios tercerizados. ¿Cuáles son, en verdad, los objetos maravillosos? ¿Los anillos, las clientas, el vendedor, los personajes del relato, el relato mismo? ¿La literatura misma no es también un “objeto” maravilloso? Objetos maravillosos = síntesis poética.

Incardona cuenta cómo fabrica una gargantilla desde cero, años después ve a una chica pasar con esa misma gargantilla. Queda paralizado, no le dice nada. ¿Por qué? Incardona no lo explica. Quizá porque fue testigo de eso que decía Atahualpa Yupanqui, que el mayor logro de un artista es convertirse en anónimo. La ausencia del yo. La energía de uno, sin el yo. La liberación que hay en esa ausencia. El satori. La trascendencia que hay en el hecho de que otra persona use, disfrute, se apropie de un objeto que uno mismo creó. La trascendencia que hay en hacer un texto que años después otro lee, otro usa, otro lleva consigo.

Tres órdenes organizan la economía del relato: industria/artesanía/chatarra. Paralelo entre la producción de objetos maravillosos y la producción de literatura. Con los restos de la industria nacional, los hijos de los obreros hacen literatura artesanal. Con los saberes provistos por la educación técnica peronista, los hijos sensibles del capitalismo contemporáneo hacen literatura (historia de la redacción sobre el “puente grúa” en tercer año del colegio industrial).

Incardona se pide un superpancho cubierto de papas pie. A media cuadra empieza una balacera infernal. Incardona se arroja cuerpo a tierra, pero con cuidado de que no se le desparramen las papitas. Zumban las balas en la tarde última y Juan Diego Incardona sigue comiendo su pancho de panza en el piso. Incardona en realidad tiene 11 años. Esto se nota en una foto donde se lo ve hace unos años tocando la guitarra sentado en el suelo con las piernas cruzadas. Es el hijo de un tornero italiano, es el hijo de la maestra.

Enseñanza que me deja este libro: el mundo no se divide entre gente culta y gente inculta. No. En el mundo literario hay moralistas de la prosodia (o maricones de la sintaxis: todos los que lloramos la imposibilidad de escribir en la estela de Juanjo Saer). Y otros que se la bancan, tienen aliento y poder para llevar adelante el arte de narrar. Admiro a estos últimos. Incardona Conducción.

Cuando la gente escribe en blogs, baja un cambio con la pretensión literaria y así muchas veces consigue hacer literatura. Este libro nacido en el blog Días que se empujan en desorden no pretendió ser un libro y sin embargo acá está, y se cuenta solo. Es un libro bajado de un blog? subido a un libro? Este libro subió? bajó? Se congeló? Se detuvo? Entró en la posteridad como Evita? Es un libro de la generación post?

en forma de anécdota: soy de la generación que no supo, no quiso o no pudo militar. En mi caso, quizás porque de chico me hicieron militar en un partido político que tiene 2000 años y sigue hinchando las pelotas, defendiendo al capitalismo en el nombre del niño por nacer. Pero en la previa de 2001 me juntaba con unos vagos amigos, hijos de montoneros, que paladeaban la agitación delarruista. Los viernes a la noche, cuando terminaba el plenario (cabíamos todos en un dos ambientes), mirábamos juntos por tele la prédica golpista de Daniel Hadad y después la prédica bolivariana de Hugo Chávez. Una de esas veces, apareció en el mitín un muchacho elocuente que estudiaba historia y que hablaba todo el tiempo de la aparición del “nuevo sujeto social revolucionario”. Era un trosco, por supuesto, y no duró ni medio minuto en la cocina peronista. Pero a mí, que soy inorgánico y lento para retener las categorías de la academia y las categorías de la política, ahora al leer Objetos maravillosos me vino a la mente la expresión que usaba el muchacho trosco. Lo que plasma Incardona es también la síntesis de las experiencias diversas de distintos sujetos sociales:
• el obrero de la era de la sustitución de importaciones (llamada también era peronista);
• el cristianuchi, motivador parroquial del cambio social expresado en la Tendencia Revolucionaria;
• el sujeto que se formó y resistió escuchando la escala emotiva del rock nacional de los setenta: el sujeto social de las rutas argentinas que nos esperan ahí;
• el sujeto social que es joven, vive en el conurbano, no estudia ni trabaja, desecho sociológico del capitalismo actual: rolinga o chabón.

En ese cruce de estéticas se encuentra la parada de Juan Diego Incardona.


Objetos Maravillosos tiene también algo de elegía. En un momento dice: “El cielo de nuestro barrio era una fiesta. Pero despuès la noche se hizo tan oscura que la sombra tapò todas las casas de negro. De a poco se fueron los gallegos y los italianos del sur. La vida fue una tapita de vino flotando en la zanja, despuès de la lluvia. La corriente la llevaba al lado de la vereda en direcciòn a la general paz, hasta que un dìa, el menos pensado, el desagüe, la chupò desde el agujero del cordòn.”

leer Objetos maravillosas en clave de los trayectos del personaje-narrador-vendedor. Zonas de la ciudad, cada una un micromundo social: Plaza Francia, “La Isla” aristocrática donde el narrador delira los rostros célebres del milicaje gorila, Palermo, La Boca, Celina, Flores, Núñez: el vendedor ambulante (narrador ambulante) atraviesa y conecta esos mundos. Su movimiento (que como dijimos es un movimiento económico) crea literatura al mezclar esos mundos.
Las líneas de colectivos y la “piniponera” (Fiat 147) trazan el mapa de esos circuitos. Distintos personajes, anónimos o sentimentales, acompañan al narrador ambulante en esos viajes.
(Nota al pie: tramar la relación entre la narrativa de Incardona y la de Cucurto, su hermano generacional. Blanco/negro, trabajadores autónomos, fuera del orden del trabajo en blanco; los dos –vendedor ambulante e hijo de un vendedor ambulante- fundan su literatura en el desplazamiento social. Significativamente, dice el narrador de Incardona de los repositores que escucha al despertar en su departamento de Flores: “sus palabras son vidrios rotos”)

Incardona se escapó de un poster de propaganda peronista, o mejor se escapó con el soplete en la mano, de una propaganda de suscesos argentinos, de esas en las que el locutor dice. “Aquí vemos a los jóvenes del partido de la Matanza, enarbolando el espíritu nacional del trabajo y la prosperidad. Perón cumple, Evita dignifica y Juan Diego Incardona cincela su pujante prosa inmigratoria”. Pero Juan Incardona se escapa, se va del colegio industrial y se sube a un tren de mochileros místicos. Canta Mañanas campestres sobre el techo de los vagones que van al sur. Abajo en el vagón Juan Dalhman dormita con las mil y una noches cerrado sobre sus rodillas. Se van al sur. La industria, el hipismo rollinga, las letras.

Otra vez: Juan Domingo Perón escuchaba música maravillosa en la música común. Juan Diego Incardona hace objetos maravillosos con la materia común. Una literatura de los lugares comunes: los hallazgos del lenguaje, en la calle. Renovar el uso de adjetivos de larga prosapia callejera: espectacular /descomunal / pintoresco. La recuperación sonriente, autoirónica, de las violencias diarias del lenguaje: dice de sí el narrador que pertenece a “la peor escoria”.
Como él mismo subraya: “un registro de venta en base a muletillas desfachatadas”.


Tres citas del libro:
1- “Mi vieja, una maestra de frontera en el conurbano bonaerense”.
2- “Vender en la calle no es facil. Tiene algo de mendicidad pasar mesa por mesa por los bares mientras el mundo vive su fiesta nocturna. Para vender hay que tener templanza, sostener el ánimo frente a situaciones violentas o de desprecio”.
3- “El lenguaje era como una bandera de la manifestaciòn. La ùnica manera de llevarla abierta en la calle era llenarla de agujeros y que el viento la pase a travès”.

Literatura, lugar de los hijos sensibles del capitalismo posindustrial. Imaginario del batacazo, del sueño alienante que hace que millones de personas se levanten todos los días, se desplacen, trabajen con sus manos, ofrenden sus cuerpos: que sigan “en la lucha”. Otra vez el registro del narrador niño, el vendedor ambulante sonriente que cuenta que una noche “amasó grandes fortunas” con las que afrontar la “catarata de gastos”. Los anillos, objetos maravillosos, mezclan las zonas del sueño y de la vida.


Santiago Llach y Pedro Mairal.

*Leído el 26 de diciembre de 2007 en la presentación de Objetos Maravillosos, Editorial Tamarisco, en el Centro Cultural Pachamama.

27 comentarios:

Unknown dijo...

compromisos familiares me alejaron de los sánguches de miga.

imagino, por lo que se lee de lo que se comentó de lo que escribiste, que ha de ser maravilloso ese objeto libro.

tengo enero para conseguírmelo!

saludos.

Diego dijo...

El texto de la presentación es realmente muy bueno; tiene momentos brillantes.


Saludos

Anónimo dijo...

Incardona, Llach y Mairal

no sé por cuál

suspiro más

jonas dijo...

fabulosa noche, fabulosa presentación.
ojala el libro se convierta en best seller.

Anónimo dijo...

No me animé a hablarle a Kaspar Houses!!

Anónimo dijo...

rexius,

fue perfecto. el libro es muy lindo.

un abrazo y adelante (hasta cambiar el comedero completo no paramos!).

atte.

Anónimo dijo...

fue un éxito incardo. pinta la reseña cobertura lamebotas en la ce erre erre. muchas felicitaciones. no se si viste gatica el mono, pero en un momento se da vuelta y dice: ¿qué me tocás, oligarcón?

Anónimo dijo...

de atrás para adelante:

-siiií, la vi, contrarreformista, y ese pasaje es memorable, lo recuerdo.

-gracias obelix. por los dientes renovados de la literatura!

-kaspar es un tipo muy accesible, un gran tipo, la próxima, animate, anónimo.

-.gracias por haber ido jonás, una masa.

-gracias sonetera!, sos divina.
:)

-es cierto, diego, pedro y snati la rompieron. gracias por haber estado junto al mítico tsc

-gracias atina, imagino por lo que se lee de lo que comentás, que debés ser encantadora. feliz año!

Anita dijo...

Qué pena haber estado a varios kilómetros de distancia... ya habrá próxima.

Guardeme uno para el regreso!

Saludos y felicitations!

nv dijo...

felicidades gran rex!
la literatura argenta merecía este objeto maravilloso hace ya rato...
ah, y no estuvimos en pacha el 26 en cuerpo pero sí en alma
salud!

Diego dijo...

Lo único que deja un vacío al que no puedo dejar de intentar ponerle palabras fue lo de la garrafa.

Totalmente innecesario.

Si reventaba, ¿a quién nos íbamos a quejar?

No podía dejar de decirlo, yo, que no me fui cuando me enteré de la puesta en escena.

Tenía que decirlo en algún lugar visible.

Saludos

Au drey dijo...

Gran noche. Buenísima la perfo de los tres.
Ahora se viene la próxima fiesta peronista, compañero!

Anónimo dijo...

gracias anita y gracias niña criolla! besos y feliz año!

diego, por qué necesitabas decirlo en un lugar visible? no entendí eso.
con respecto a la garrafa y la soldadora, están en regla, dentro de su fecha de uso y bajo normas iram. yo estaba apartado y usando fuego fino de soplete sobre ladrillo refractario. no podía pasar nada. Sabía lo que hacía, porque hace más de diez años que me dedico a eso. Además, la tuve prendida pocos segundos. No fue para tanto.
En todo caso, también podría haber volado una chispa de la parrilla donde hacían choripanes sobre las plantas secas de los canteros del patio y producido un incendio, o haberse producido un cortocircuito en cualquier lugar, o roto un caño, o estallado una lámpara. En la calle, para llegar al lugar, también se corrian todo tipo de riesgos. La realidad está llena de peligros inminentes, pero para vivir hay que convivir con ellos, sino te quedás paralizado en tu casa.

Anónimo dijo...

gracias meki!
ni hablar, esa va a ser una fiesta bonaerense-
besos

Diego dijo...

Juandé,

Necesitaba sacarlo afuera, compartirlo. No me gusta guardarme las cosas, siento que no crece nada bueno teniéndolas ahí adentro metidas.

Yendo a lo puntual del caso, no entiendo de garrafas más que saber que el gas y el fuego son su esencia. En todo caso hubo una puesta en escena del peligro. En el mejor de los casos fue un hecho estético en el que se conjugaban el peligro y el arte. No sé si da para tanto. En ese caso lo que yo tendría sería una diferencia estética con esa parte de la presentación del libro.

Además, me gusta criticar, me gusta decirle todo a todos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

está todo bien, diego, te mando un abrazo, y feliz año.

mariamolt dijo...

Juandé:
Acabo de terminar "Objetos..." (leo rápido, viajo mucho en transporte público) y me resultó encantador. Felicitaciones. Espero ansiosa los cuentos de Villa Celina.
Buen comienzo de 2008.
Nos veremos por ahí,
María

Anónimo dijo...

qué buena onda, maría, mil gracias!
te mando un beso grande
y feliz año!

Anónimo dijo...

Justo el texto que estaba buscando (no tomé apuntes, como periodista soy un fracaso). (Releí tus anécdotas con Cerrato y volví a cagarme de risa.) Felicitaciones.

morgana dijo...

Me fascinó lo que dicen de objetos maravillosos.
Cómo lo consigo es la pregunta.
Si tenés AmEx, es la siguiente pregunta...
Avisame por favor, mi interés por el libro es real.
La AmEx, no.
Besos culinarios. Buen 2008.

Sonia dijo...

Morgana: estamos recién empezando con la distribucion,
mandanos un mail a info@editorialtamarisco.com.ar
y podes comprarlo a la editorial directo.
Saludos y gracias por tu interes!

Anónimo dijo...

grande matías. muchas gracias pòr haber ido a la presentación. un abrazo-

hola morgana. gracias por todo. ahí sonia me gano de mano. podés escribirles a ese mail a los chicos de la editorial-
te mando un beso
y feliz año!

sonia,
feliz año también para vos!

Mari Pops dijo...

bueno parece que fue un exito.! Enhorabuena. disfrute las ventas que se vienen e intentare comprarlo via email. Ya le contare

Espero que las ventas sean tan maravillosas como sus objetos.

Mary

Anónimo dijo...

gracias poppins! las ventas en diciembre anduvieron bien. suele ser un buen mes. pero ahora vendrá la malaria. enero es la muerte. en febrero levanta. igual voy a seguir saliendo, a inventar clientas de cualquier persona.
besos!

Anónimo dijo...

La presentación de "Objetos Maravillosos" fue para mi una experiencia única.
No soy del ambiente literario, solamente soy lectora.
Dos días después de haber estado en la presentación me dí cuenta que todavía estaba disfrutándola.
La lectura de Llach y Mairal fue excelente, también lo fue el contenido de la lectura.
Propongo que en la próxima edición del libro coloquen las "Diecinueve Tesis sobre Objetos Maravillosos" como prólogo, anexo, comentario o lo que sea.
También fue muy emocionante para mi estar en ese lugar y ver el agradecimiento a todos los presentes uno por uno por estar allí por parte de JDI, de tener sentado frente a mi a Fabián Casas.
Sigo maravillada por los ojetyos y las personas maravillosas.

Anónimo dijo...

Juan Diego; excelente la presentación, muy buenas las 19 tesis. Además, había muchos popes.
Ayer teminé el libro y me gustó mucho. Espero el próximo. Coincido con mi mujer, en la próxima edición, tienen que ir las 19 tesis.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Mil gracias Lili y Raúl!

Me alegra mucho que la hayan pasado bien. La verdad que lo que escribieron Pedro y Santiago está buenísimo.

Abrazos
y feliz año para los dos!