sábado, diciembre 01, 2007

Ampere once


















11

Estoy esperando debajo de las cosas
que el infierno me devuelva otra vez
al mundo, que se acabe el intercipio,
mientras escucho la melodía que dice
¿estás bien?, ¿pero estás bien?,
y si tan sólo tragara un poco de sustancia
quizás podría hacer algo con todo esto,
pero estoy seco y sin remedio.
¿En qué mierda estoy pensando?
Daría cualquier cosa por recordar
una parte del lenguaje y no parecer
tan imbécil, tan mudo, siento que
me quiebran la espalda,
que me arde el orto,
es un caso perdido, no sé
para qué hago la gimnasia
si no logro contestar la canción
que insiste ¿estás bien?.
Yo quiero hablarle, responderle
no te das cuenta que estoy hecho mierda,
que no existo, puta del orto,
pero jamás la voy a tratar así.
¡¿En qué mierda estoy pensando?!
Le diría no sabía
que vivíamos en la misma cuadra,
amor, luna, bombón, me gustaría
chuparte el culo hasta reventar.
¿Cómo carajo se te ocurre
hablarle con malas palabras?
La verdad, si recobrara
el uso de la boca,
no sabría cómo hacer.
Escucho ¿estás bien?
¿Y no sabés decir otra cosa,
cotorra infeliz? Por fin
le puedo contestar y le digo sí,
estoy muy bien, chica gótica,
y haciéndome el canchero,
le guiño el ojo con lunares.
La nena sonríe y es tan cruda
la carne que las moscas
me tapan la comida.
¿Para qué, para qué mierda
me entreno tanto si no puedo
aguantar un poco más?
El pozo ciego donde caigo
es la concha de mi propia conciencia
cavada en un terreno que no es mío
sino propiedad de ella,
una razón cavada a pija y pala,
de sol a sol, de luna a luna,
en cuerpos cultivados detrás
de alambrados de púas
que impiden el acceso,
porque la conciencia no está
ni en la mente ni en el cuerpo de uno,
hay que buscarla en otro lado
saltando por ahí como un demente,
perdido como sapo de otro pozo.
Es por eso que otra vez
deambulo pidiéndole permiso
a los obreros de mi sentido común,
porque son ellos quienes lo están
edificando en lotes desconocidos,
que le vendieron a ella
en la inmobiliaria de estafadores
de escrituras públicas.
Estoy convencido
de que al volver la chica gótica,
aprovechando la oportunidad
de mi estupidez y mis desmayos,
habrá desaparecido y escapado
a todo lo que da para su casa,
no sin antes haber aprovechado
la oportunidad de desvalijarme
toda la información que poseía,
hasta el último centavo acumulado
en la infancia y en toda la vida,
que ahora debe estar rodando
bajo su falda por la explosión
de mi alcancía,
por la hecatombe de mi chanchito.


********************
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11 comentarios:

Juan Dé dijo...

ilustración: Coitus interruptus, Killing all the flies.

Anónimo dijo...

im - pre - sio - nan - te

Juan Dé dijo...

buena onda anónimo.

morgana dijo...

Amigo, te estás enamorando de la chica gótica? Y todo ese revuelto que no se puede decir es amor?
Leo cada vez más entusiasmada, no sé si notarás.

Sabés que la botonera de los recuerdos se activa casi con cualquier cosa, pertinente o no. Y cuando hablás de la carne tan cruda y las moscas automáticamente mi memoria hizo FLASH! y recordé como si las viera imágenes de "repulsión" de Polasnsky, la viste?

A la espera del 12, saludos culinarios.

Anónimo dijo...

por ella dejo el amoxidal, pero solo si ella deja de ser gotica, sino...chocolate para todos!!!!

Juan Dé dijo...

Hola poncho, hola morgana... no la vi Repulsión, me la voy a alquilar. Gracias!

Anónimo dijo...

Ahora entiendo cómo funcionó la literatura de folletín. Gracias. Y, por favor, no tardes en darnos el próximo capítulo. No sea que el coitus interruptus interruptee la creación. Eso sería muy frustrante, ya son parte de mi vida. Tu personaje es muy vecino mío, no sé qué quiero: si encontrarlo o que si nos cruzamos, ni me mire.
Un beso

Juan Dé dijo...

hola emmita. yo creo que si jael te cruza, vos le vas a llamar la atención seguro. cuál será su comportamiento, difícil saberlo. vaya preparada. besos

Anónimo dijo...

Pero el amor...lo que se dice Amor...sólo con la chica gótica.

Anónimo dijo...

ni hablar.

te amo chica gótica.

Anónimo dijo...

Qué decir...
(Niebla: un poroto)
Y si llamo la atención, quevachaché!
Amor, amar, mmmm. En la ficción me convoca la palabra.
Un beso a todos, triunvirato ameno de este espacio: Juan de, jael y su chica.