lunes, julio 31, 2006

Matinal














1

En las noches de invierno, primero,
ese brillo de la expectativa: la
especulación; después la escalera
en la Facultad de Ciencias
Sociales sobre la calle Marcelo Té,
los ojos verdes que estampan la tela
de suave nocturnado, y zambar
el beso en Plaza Houssay, el viaje
a Ushuaia con objetos, el consoliente azul
junto al Lago Argentino en el Parque
Nacional, y alcanzarte en el paseo, pero breve,
trágicos los episodios entintados, pero de amor
la convivencia supura en Haedo,
es grito feroz y es final: el timbre
arrebata y plasma, encuentra vocecita
el flete que a ella exige con sus cosas, y yo,
hermano de mi cuerpo junto al matinal,
no puedo tolerar la gente desesperada que grita
(por mi boca)
y escapo Juan famélico a la música,
lejos del departamento horizontal y los cerastas
vecinos, de las propétides chismosas,
de los jueces de la panadería,
del taller, del kioskito, golpeando con los pies
cada segundo un segundo final en la corrida
por la calle que se rompe como la caja
de la guitarra (regalo de ella)
adentro de la caja del flete en movimiento.

6 comentarios:

Natalia dijo...

El peso de las cosas parece diferente en las mañanas de invierno; ésas en las que, como Incardona, nos preguntamos si alguien nos esperará mientras dormimos.
No estés famélico de música. Un beso.

Anónimo dijo...

me gusta j!
tristeza musical de la mudanza

Anónimo dijo...

Pf, las historias de amor que empiezan en sociales no funcionan, tampoco las que empiezan en Filosofía y Letras, bueno, no se cuales sí funcionan....Lindo texto, triste, muy, besos

Anónimo dijo...

gracias a las tres.

bb: sí, tenés toda la razón. y me indigna! que pase así.
te mando un beso.

julieta dijo...

mr1.jpg? de quién es? se puede tomar prestado para admirar?

Anónimo dijo...

Es de un artista que se hace llamar lala. Lamentablemente no tengo más datos.
eh, pOr supuesto que la podés tomar.
saludos!