El patio
por Juan, momentáneamente sin poedición.
Se prenden las luces,
el motor, los canales,
cuando toco la masilla
que le puse al camioncito.
Perón está exiliado
en Asunción; carga las bolitas
japonesas, las lecheras,
mi mamá dice que está
lista la comida
y yo no puedo levantarme
porque la guerra recrudece
-en el patio los camiones
descargan soldaditos;
no da un minuto de respiro
la gente en la baldosa
colorada entre las dos
macetas con malvones
porque Valle se subleva.
Junto a la puerta y la canilla
-bomba tras bomba gotea
sobre el valde-
los vecinos de La Plata
viven dramáticos el tiempo,
la explosión que cae
en la vía y en la pista
del escaletri; están volcados
los tranvías,
los colectivos en la madrugada,
una barricada entre las fuerzas
rebeldes, las fuerzas leales,
y la voz de mi madre que insiste:
¡Juan Diego está servida la comida!
Pero está llegando a la rejilla
y a las piernas de mis abuelos el combate
de los gorriones que bajan
de la terraza en la disputa
por las galletitas
que tiramos ayer; es un desastre
cuando estallan los ladrillos,
la masilla, la torre de plástico
del regimiento 7 de macetas;
los aviones pasan rasantes
sobre las casas platenses,
fusilan a Cogorno y al subteniente
con mi mamá,
con la comida, cuando me levanto
y me voy del patio
y entro en la cocina.
viernes, julio 14, 2006
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2 comentarios:
¿Me explicás esto de las poediciones? Parece parece que es algo muy lindo.
Gracias Martina.
Lo que hago es escribir un poema y después mandárselo a mis amigos para que le modifiquen, agreguen, quiten, lo que quieran. así van quedando diferentes versiones.
saludos!
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