viernes, diciembre 30, 2005

Rexistencia 21 - Pregunta imprevista

22 hs. Esperaba el subte en la Estación Angel Gallardo. Estaba llegando tarde al fútbol. Cerca mío, en un banco, dos niñas (una tendría aproximadamente 13 años, la otra 9) charlaban mientras ordenaban estampitas.
De pronto, la más grande me dice:
-Señor, le puedo hacer una pregunta?
-Sí.
-Qué es "echar de menos"?
Sorprendido, guardé un rato de silencio. Después le contesté:
-Extrañar a alguien.
-Ah -las niñas se miraron entre sí y asintieron-, gracias.

Rexistencia 20 ----------------------------------------------------------------------------

miércoles, diciembre 28, 2005

Autoimagen 8 - Escalera primaria



Autoimagen 7 --------------------------------------------------------------------------

lunes, diciembre 26, 2005

Rexistencia 20 - Odisea navideña de Totó

¿Quieres atemorizar a una hoja llevada por el viento?
Job 13, 25.


Le pasan todas.

A mí me parece que el de arriba estaba aburrido. De una. Hace poco sobrevolaba los arrabales celinenses y pensó, al ver tanta miseria en las villas cercanas al Mercado Central -que los dejaron en pelotas, que les tiraron el fuerte abajo-, eh guacho un poquito más, qué no, QUÉ NO, se la hacemos de querusa, resucitamos a Job y lo tiramos acá cerca del Riachuelo, que al lado el Jordán es un poroto, y lo probamos otra vez, pero una versión nueva, versión canina, para variar, a ver, dame barro, dame azufre, ¿atigrado te gusta?, dale que sale rebelde, ya está, mamá Boxer, papá Chacal, ¿lo largamos acá?, sí, que esta pampa se zarpa de garrapatas y pulgas, que se le suban!!, a ver si aguanta la Fe!!, quiero ver, gusanos, sarna, parásitos, desnutrición, humillación, vaya, camine.

Y Job, como buen Job, guau!! guau!! con bronca sin comerse ninguna, y nadie lo quiere, pero guau!!, guau!! salen los pobres del desierto y bajo la tierra se retuercen las sombras, las aguas, y vaya, camine, pata va, pata viene, de una reja un super perro le ladra y Job el oxidado se cae, y la vecina de Ugarte se ríe porque es chistoso que un cachorro pise la baldosa floja, eh?, más si es tan gracioso con su andar chaplinesco, aunque le carcoma la sarna y lo perforen los gusanos madrugadores de la muerte, vaya qué buen espectáculo.

Yo lo vi en ese preciso momento, muchos lo saben porque lo leyeron. Había salido para ver al gato blanco amigo de mi papá, muerto en la calle (al final no murió, era otro!).

Un cupido de la compasión nos cagó a flechazos a Nati y a mí y el 27 de noviembre pasado levantamos a Job y lo llevamos a M.A.P.A.

Durante un mes su evolución, que la blogosfera siguió con interés, se llevó a cabo correctamente en la cocina de mi casa, hasta la semana pasada, cuando terminaron los tratamientos intensivos. Hacia el 20 de diciembre, nuestro Job, ya conocido como Totó, se había curado completamente y aumentado 6 kilos (cuando lo encontramos pesaba un kilo y medio, ahora 7 kilos y medio). "Va a ser un perro grande". "Tiene mezcla de boxer". "Es lindísimo".

Pero el de arriba, en plena fiestita de cumpleaños, se acordó y le preguntó a sus amigos: "che, ¿y dónde está Job?"

-En Flores.

-Vamos todos para allá.

ODISEA NAVIDEÑA DE TOTÓ

25 de diciembre de 2005

-22 hs. Totó está jugando alegremente con el héroe griego Ayax el acuático (se hicieron grandes amigos).

-22,15 hs. En el departamento de Caracas se oye un llanto desesperado. Corro al pasillo: Totó se arrastra hacia el living. Llega Nati de la cocina. Ayax se acerca a Totó y empieza a lamerlo. Pero Totó grita como un condenado y sus quejidos son agujas que perforan oídos y paredes.

-22.20 hs. "Es la pata de atrás, la izquierda." "¿Vos viste qué le pasó?" "No, ¿vos?." "Estaba jugando con Ayax." "¿Se le habrá caído encima?" "Estaban cerca de la estufa." "¿Se habrá pegado con la estufa?" Trato de levantar a Totó. Me muerde. Y grita. "Me parece que se quebró la pata." "No te la puedo creer!"

-22. 30 - 23 hs. Llamamos a todas las veterinarias posibles. Casi nadie contesta. Buscamos en internet. Totó, ahora Job, putea y reputea desde el living.

-23.15 hs. Decidimos llevar a Job a una veterinaria las 24 hs. que está en la calle Cuenca, cerca de A. Jonte.

-24 hs. Veterinaria Cuenca y Jonte. Nos atiende una mina. "Hay pobesshito, pobesshito el chiquiiiititoooo", empieza. Mmmm, con Nati nos miramos desconfiados. "Le voy a dar un análgésico, y le voy a dar también un valium." Lo examina, Job la mea de arriba a abajo. "Ay", se queja la mina, "me lo haciste a propósito". Job grita. "Vamos a sacarle unas placas". Pero Job no permite que lo toquen, muerde y rasguña a diestra y siniestra. "Mirá -dice la mina-, para sacarle las placas hay que anestesiarlo completamente". Pregunto cosas y finalmente accedo. "Me da miedo anestesiarlo, así que le voy a dar poco". "Ya está, ahora tenemos que esperar diez minutos". Pasa media hora y Totó sigue recontra despierto. "Me lo hacés a propósito -dice la mina". Yo empezaba a discutir con ella. "Intentemos otra vez". Totó escupe llamas del infierno. "No se puede, qué hacemos?". "Pero vos sos la veterinaria y me preguntás a mí?". "Esteeee". "Cuánto te debo?". "30 pesos la consulta y 15 por las aplicaciones". Volvimos a casa, igual que como nos fuimos. Nati tiene que manejar despacio en los empedrados porque los saltos son intolerables para Job.

26 de diciembre de 2005

2.30 hs. Acomodo el sillón rojo del living y acuesto a Job.

3 - 8 hs. Nati y yo nos levantamos cada veinte, veinticinco minutos, debido a los gritos de Job. Boca arriba y con caricias un poco se calma.

8. 30 - 10 hs. Llamo una y otra vez por teléfono a la veterinaria de la plaza Flores, donde Job es paciente registrado.

10.30 hs. Veterinaria Plaza Flores. El doctor le da un camión de anestesia y Job cae completamente dormido a los diez segundos. "Bueno, ahora llevalo acá a cuatro cuadras, a la veterinaria que está en Nazca y Yerbal, y deciles que le saquen estas placas. Deciles que vas de parte mía".

11.15 hs. Veterinaria Nazca y Yerbal. Una chica nos atiende y nos pregunta "¿por qué está anestesiado este perro?". Le explico todo y me contesta que allí no sacan radiografías hasta las cuatro de la tarde. Puteamos. El doctor de Plaza Flores nos llama por celular. Tiene cola de paja, se da cuenta que se mandó una cagada. Job está flácido, colgando de mis brazos. La gente se detiene a ver el espectáculo de un perrito tan blando.

1130 hs. Volvemos a Plaza Flores. El doctor nos dice que vayamos rápido a la maldita veterinaria de Cuenca (la de la noche), que, aunque son unos ineficientes, le saquen ahora las placas para tener diagnóstico definitivo, que aprovechemos los efectos de la anestesia. "Pero cómo es posible que estemos dando vueltas por toda la ciudad con un perro anestesiado. Por qué se la puso??".

12. 15 hs. Llegamos a Cuenca. Nos atiende una nueva mina, que, como la otra, empieza: "pobeessshitoooo." Con terrible cara de orto, le pedimos que le saque radiografías, "que nadie hace bien su trabajo". La nueva se niega completamente. "No, este perro ya se está despertando". Levanto a Job de la mesa, que retoma sus gritos, y salimos sin saludar.

12.30 hs. Auto de Nati. "Vayamos a la facultad de Veterinaria". No sabemos bien cómo ir. Pero los taxistas nos van indicando el camino.

13. 15 hs. Llegamos a la facultad. "¿Dónde mierda está la entrada?". "Allá". Entramos, nos registramos, lo atienden, contamos la odisea, no lo pueden creer, lo duermen nuevamente y le sacan placas (por fin!!).

1400. Hs. "El perrito tiene fractura de tibia".

15 hs. Job, nuevamente Totó, apenas se mueve por la cocina. Luce una larga pata blanca. Ahora es el capitán Ahab. Llora un poco, pero ya no grita como antes. Su mirada es increíble.

Rexistencia 19 ----------------------------------------------------------------------------

jueves, diciembre 22, 2005

Mandarina















Larvilla está sentado en la vereda,
pinta animales.

***

-Me llevo un cuadro,
tomá larvilla,
comprate un alfajor,
tomá
larvilla, comprate
una coca, dale,
larvi.

-Che.
-Qué?
-Me habilitá dié centavo,
yo no te lo vengo
a robá, te lo vengo a pedí.
-No, si querés
comida sí,
Si querés dinero,
no.

***

La vida es una mandarina para infinitos
comensales.
Cada gajo se fracciona,
ojo, todos chupan al menos
una
gota dulce.
La ventaja la tienen los que escupen
la semilla.

***

Las cáscaras son para el poeta.

miércoles, diciembre 21, 2005

bichito de la negrura

Traga la substantia y descarta el envase, que puñaladas, que golpes, que fierrazos, que mete destornilladores y pedazos de vidrio, nanofiltrador, desinstalador de cuerpos, encurvado en la república polimorfa menos hombre y menos artista, del ciudadano se va, del público se va, libre como pájaro uno lo ha conseguido, pero regresa a revolver el vecindario y en esto se cuenta, para sacarle la humedad relamido, superembebido, lengüetero al pánico disfrute, que en las palabras se ensaña, caminante uno lo prefiere si el teatro de los idiotas redujo su conciencia, vive acá, ondulante, cinético, bichito de la negrura, debajo de la pampa de asfalto a pesar de la sombra y el ruido, vive acá, como una especie de náusea eléctrica.
Vive acá.

martes, diciembre 20, 2005

Temporal 3 - Diciembre 2001

19-12-2001. Vivía en Boedo. Hacía poco tiempo me había separado. Estaba en una mala época. La noche caía después de un día inédito. Durante la tarde, estuve en Villa Celina. La avenida Olavarría fue un campo de batalla. Ahora estaba hablando con una chica por teléfono. Linda noche. La ventana del balconcito estaba abierta. De la Rúa se dirige al pueblo argentino. Anuncia el estado de sitio. "¡Eh, hijo de puta!", me indigné y perdí el recato ante la chica nueva que estaba chamuyando. Pero seguíamos al teléfono. Ella también estaba con la TV. Comentábamos, putéabamos. Empecé a escuchar un clamor raro. Después, los sonidos se volvieron identificables: Cacerolas. Ya no podía prestarle atención a la chica. El cacerolazo aumentaba a toda velocidad. Los vecinos gritaban. Chau, loca, hablemos en otro momento. Chau. Salí al balcón. Mi vecina estaba golpeando la reja con un palo. Fui a la cocina y agarré el pinche de chorizos que mi papá me regaló para ir a un campamento ("para defenderme de las víboras"). Le empecé a dar a la reja. Hablaba con la vecina. "Hijos de puta", "La concha de su madre", "che, pero qué bueno lo que está pasando". El balconcito no me alcanzaba. El clamor se generalizó y Boedo era un concierto de percusión doméstica. Salí del departamento. El ascensor no venía más. Bajé los 6 pisos por la escalera. "El estado de sitio se lo van a meter en el orto". Salí a la calle. Todos hacían lo mismo. Caminé por 24 de Noeviembre hasta San Juan. En la esquina ya habían prendido gomas. Llegaba cada vez más gente. Era increíble. En todas las esquinas pasaba lo mismo. Pasaron algunos patrulleros, pero no se detuvieron. Los policías miraban por la ventanilla, sin intervenir. "Oooohhh, queee se vaaayan tooodos, que no queeedee ni uno soolooo, oohhhh....". Aparece un tipo y pide silencio. Unas cincuenta personas nos acercamos. Nos dice: "En todas partes están marchando hacia la plaza de mayo!!". "Vaaamos!", gritan todos. Vaaamoos tooodos a la plaaazaa de maaayooo!. Empezamos a caminar. El estado de sitio se convertía en un sitio de (al) estado.

20-12-2001 Me levanté temprano para ver qué pasaba. Porque algo tenía que pasar después de esa noche, no?. Por la tele veo cómo le pegan a las madres y a otros pocos manifestantes. Preparo el almuerzo. Me acuerdo que decidí comer liviano, "que hoy va a ser un día movidito". Fideos blancos con un poco de salsa golf y ketchup. Es increíble cómo uno recuerda detalles pequeños cuando las jornadas son trascendentes, cosas que no se registran de otros días. Mi vieja me llamó por teléfono. "Por favor, Juan Diego, si vas a algún lado, cuidate". "Cómo está Celina hoy?". "Por ahora tranquilo, están todos mirando la tele". Me despedí de mi vieja. Bajé y caminé hasta Independencia. Las calles estaban todas marcadas por las barricadas de la noche. Ya en Once, Rivadavia estaba cortada. Caminé hasta Congreso y allí me quedé unas cuantas horas, corriendo y respirando gas. No me puedo olvidar de un pibe, con el que estuvimos charlando un rato. Era un personaje. Me regaló una cruz de madera para que me proteja. También me dio un limón (tenía una bolsa llena el loco) para contrarrestar el gas. Piedrazos y piedrazos, que se vayan todos. Finalmente, De la Rúa renunció. Parecía un mundial. "Ganamos!!!" Me volví a casa. Miré varias veces las imágenes del día, de los muertos, de los heridos. A la semana siguiente, retomé la venta ambulante y todas mis actividades habituales. A la chica con la que hablaba el 19 a la noche, la vi algunas veces. Tuvimos un romance breve. Participé de algunas reuniones asamblearias. Fui al parque centenario. La "revolución" perdía fuerza. Que se vayan todos se quedaron todos. En fin, en febrero me enganché con unos pibes y me fui de campamento. Fue un desastre anímico, pero eso es otra historia. Extrañaba a mi ex. En realidad, no sé si es otra historia, puede ser parte de lo mismo. Antes de esto, la semana después de los incidentes, tuve que ir al oculista. Tenía una irritación horrible en los ojos. Desde chico soy alérgico. Mis ojos lloran por cualquier cosa. Y con tristeza y gas lacrimógeno mezclado ni te cuento.
Temporal 2 ---------------------------------------------------------------------------

































Autoimagen 7 - Loquito bebé




















Autoimagen 6 --------------------------------------------------------------------------

lunes, diciembre 19, 2005

Música para nadie

debería quitarme los moretones de mí los lunares la piel general
la masa compuesta de masa casa en venta y rescoldo
quitarme de encima ser un hombre sin tacto
que el fuego despegue la segunda piel
me gustaría ser poeta
música para todos
manos de letras contra manos de números
me levantaría pero no puedo
apenas me sostiene esta silla usada de la feria
acá soy una imagen atrás de la computadora
pequeña como una calle entre edificios altísimos
tan desolado volumen
incidente de bichos en este pasto extraño
ignorado por todo el mundo
que si te doy mi amor de noche en las baldosas rojas
amarilla la luna me parece
una fiebre un delirio intolerable tu no tu no tu no
resulta un sol blanco tu no de invierno entre gatos
un grito más otro grito salvaje pero humano
y toda la risa que juntamos ahora se la traga la mierda
se van al río los minutos memorables y el invento feliz
todo pura miseria
tu sí que siempre fue no porque ahora es no
avenida de los sentados, eh, mi pálpito
un mendigo, eh, mi boca
la invasión de los espectadores tu cara
¿que no? ¿qué no?
acaso no subís a la calle fuera de casa
eh, qué me decís, hocico mudo,
no me decís nada, eh
no querés, ajajá,
me saludás lejos, ah,
debería darme vuelta y ver donde no sos pero no
la pura verdad como tu no
quitarme la superficie truculenta de esta piel general
de esta infamia de marcas de manchas de huellas.

jueves, diciembre 15, 2005

V Encuentro de Lectura de el interpretador

Domingo 18 de diciembre, 18 horas.
Estados Unidos 308, San Telmo, Capital Federal.

Leerán Naty Menstrual (acompañada por Alvy Singer -Mágica guitarra- y Tomy Levrero -niño bandoneón-), Marina Mariasch, Andi Nachón, Camila Flynn, Sebastián Hernaiz, Martín Llambí, Tatiana Goransky, Natalia Moret y Juan Diego Incardona.

Entrada libre y gratuita.
Están todos invitados.

www.elinterpretador.net

miércoles, diciembre 14, 2005

Ya se acerca Nochebuena

ya se acerca Navidad
para todas las gallinas
el regalo de papá.

martes, diciembre 13, 2005

Rexistencia 19 - En la parada

Bajo de uno y voy a la parada del otro. Este post primero se escribe con el teclado en los bolsillos y la pantalla en la vidriera de una colchonería. En el final de la loma aparece una luz, pero no es el colectivo: es el camión de basura. La noche está linda, la luna grande, la Juan B. Justo desolada. No viene. Los tacheros me miran con codicia. La luz titilante y amarilla del basurero postea la angustia del testigo, una mosca pegada al frío de la heladera que no habla no contesta. Es que ahora estoy en la mala racha de los pequeños detalles. Cositas, además de la insatisfacción que subyace todo. En la pantalla de la colchonería me entero que se desprenden 40.000 células de la piel por minuto, que una persona pierde aproximadamente 45 litros de sudor en un año, mientras duerme. Un colchón antialérgico puede protegerte. Un tercio de las personas duerme con su perro. No viene. Me cuelgo leyendo unos graffitis cursis sobre la calle, destinados seguramente a una chica (una tal Flo) del edificio sobre la colchonería. Pasa una ambulancia. El camión de basura desapareció hace rato en alguna esquina. Cuando era chico imaginaba que mi casa era un barco. Los fierros donde se enganchaban los alambres para colgar la ropa eran baterías antiaéreas. El tanque de agua era nuestro cañón principal. Lejos, las luces de los monoblocks eran las luces de la flota enemiga. Ahí viene.
Rexistencia 18 ----------------------------------------------------------------------------

jueves, diciembre 01, 2005

Temporal 2 - Para los pibes

A la escoria que paraba en Chilavert y Giribone, con cariño.

quemen gomas en la calle
que mi fuerte hay que salvar
.
Yerba Brava
Calle Olavarría, Villa Celina, 19 de diciembre de 2001

-dale la reconcha de tu vieja largá el churro y vení a cargar con lo guante la mierda y lo caucho que estos son todos caretones hijos de una puta sosa que se hacen la paja todo el día.
-ehhhhh!!! vaaaamo a repudriiirla, vieeejaaa.
-aguante celiiiina maaanga de puutooss!
-viene crónica.
-¿qué?
-uy cuidado con lo corcho que ahí vienen los marcianos.
-que vengan manga de putos caretones hijos de puta los veo y los mato loco ratas botonas hay que meterles plomo en la jeta a todo esto gile.
-cuidado con los canutos vení vamos para el chino.
-no mejor con los bolitas.
-corré que te la ponen dale mogólico serví para algo.
-sobame ésta infeliz.
-olelelé olalalá la yuta se la come Celina se la da!!
-eeesaaaaaaa vaaamooooos tooodooos! ahí viene el escobita.
-joya.
-che habilitá un poquito de esa.
-cómo no.
-vaaaamoooos!
-"asi no podía seguir y se fue a pegar a san martín a corea o a la karkova a comprar de la que toma maradoona la que tomaba maradooooona"
-jajaja.
-che nabo rescatate que vos te la das mucho de chorro pero no te vi tirar una sola piedra eh. qué me decís, borracho.
-cerrá el orto.
-y vos bajá la croqueta.
-la concha de la lora nos están cagando a tiros los cobanis hijos de puta por qué no se mueren estos panchos.
-dale cucaracha vení acá si sos tan pija.
-olelé olalá la yuta se la come celina se la da!!
-ni hablar.
-rajemos.
-uy de ésta no zafamos trasca stamos re jugados acá con los bolitas.
-nada que ver cagón esto es una fiesta a mí me re cabe.
-de qué te la das?
-de qué te la dás vos salame?
-che a ver los novios si la cortan.
-agarrame ésta vos gil que te enganchás.
-te hacés el pulenta forro siempre el mismo pelotudo desde chiquito vos sorete si sos tan valiente te quiero ver después cuando se vaya la yuta.
-listo.
Temporal 1 ---------------------------------------------------------------------------

miércoles, noviembre 30, 2005

Autoimagen 6 - En el techo del tren



En aquella época viajaba mucho por el país. Dedo, a veces trenes, guitarra, carpa, parques nacionales. Una mañana iba en el tren que une Buenos Aires con Bahía Blanca. En el vagón turista había un montón de gente copada. Muchos músicos. Había violas, armónicas, flautas, bongó, etc. Se armó un concierto impresionante, improvisado y entre desconocidos. Tocamos, más que nada, rock and roll. Bueno, la cosa es que ya había participado como dos o tres horas de la zapada cuando el Rosarino nos dice (a mí y a otro flaco): "¿che, nos subimos al techo del tren?". Lo pensé un momento. Era peligroso: la formación venía muy embalada. Si nos caíamos, nos matábamos. Y bue. Era una época media suicida esa. Le dije que iba a subir con la guitarra. El otro pibe, que no me acuerdo cómo se llamaba, subiría con la cámara de fotos. Nos trepamos por donde está el fuelle. Re jevi! Hacíamos pie en tornillos y fierritos. Finalmente subimos. El viento te re tiraba. Algunas nubes por ahí no impedían el sol sobre nosotros. Alrededor, era todo campo. La sensación que experimenté ahí arriba fue única. Cantábamos Mañanas campestres. Anacrónico pero muy pertinente. Después de un buen rato, nos bajamos. Zafamos de matarnos. A esos pibes los había conocido en el mismo tren. Cuando el viaje terminó, nos separamos y nunca más nos vimos. No tengo idea de dónde andarán ni qué hacen.
Autoimagen 5 --------------------------------------------------------------------------

martes, noviembre 29, 2005

Rexistencia18-LaNaturalezaAlMundoDoméstico



A la mañana, el pajarito de Caracas; a la noche, Murci. En el living y el balcón, Ayax el acuático; en el patio y la cocina, Totó el oxidado. Acerca de este último, les cuento que su evolución es favorable, que se le cayeron todas las garrapatas. Todavía no le saco foto porque su apariencia no es muy ganchera. Hay que esperar que su sarna se cure y le crezca pelo otra vez en algunas partes de su minúsculo cuerpo. Va bien, aunque todavía se rasca mucho.
Cuando voy al patio a jugar con Oxidado, tengo que abrir la ventana de una de las piezas y acariciar simultáneamente a Ayax, sino empieza a llorar. Cuando dejo a Oxi solo y voy con Ayax al living, el cachorro comienza con su ladrido agudo que, a pesar de ser insoportabe, es divertidísimo.
En la plaza, cuando paseo junto a Ayax, El loco de los círculos no se detiene.
En Villa Celina, Mínimo me pide atención porque está celoso de su hermana supermínima Valentina. En Flores, Ayax tiene sus propios "problemas". Hay mucha demanda de amor rexistente en estos días.
Antes de que apareciera Oxidado en la vereda de Ugarte, paradójicamente frente al cuerpo muerto del gato blanco amigo de mi papá, la tortuga, Argentina, que vive en la casa de mi familia desde que éramos chicos, insistía en morderme los pies. La tortuga la ganó mi hermana María Laura en 1982, cuando ella estaba en Jardín de infantes. Sortearon una tortuga en cada salita (se llamaban Argentina, Malvina, Soledad, etc). Me acuerdo que, al principio, vivía en la maceta de los malvones rojos.
Rexistencia 17 ----------------------------------------------------------------------------

lunes, noviembre 28, 2005

Rexistencia 17 - Perrito oxidado* de Villa Celina

Hoy a la tarde fui a Villa Celina con Nani.
Mínimo (tiene dos años y medio) nos estaba esperando en la puerta, sentadito en el porche. Cuando nos vio llegar, entró corriendo muy eufórico para avisar de nuestra llegada. Un rato después, me llevaba hasta una de las piezas del fondo para presentarme a su hermana supermínima Valentina. Me contaron que Mínimo está bastante celoso, que también quiere teta, que se comporta como loquito. Y bue.
En un momento, Franco (papá de Mínimo) me dijo que el gato blanco amigo de mi padre, que siempre venía al patio, estaba muerto en la calle, seguramente atropellado. La última vez que fui, el lunes pasado, el gato blanco me espiaba desde la escalera que da a la terraza. Nadie sabía de dónde venía. Bueno, la cosa es que mi papá se puso re mal. Mi viejo es un tipo muy ermitaño, siempre fumando o tomando mate meditabundo en el patio. El gato blanco lo acompañaba. Cuando le contaron, yo estaba y pude ver cómo se le transformó la cara. Me dio mucha pena. Decidí asomarme a la calle para ver al gato blanco. Quería confirmar que realmente era el amigo de mi papá.
Apenas puse un pie en la vereda, un perrito muy pero muy cachorro pasó adelante mío, sarnoso, desgarbado, oxidado, pero con bastante vitalidad. Iba persiguiendo a una señora que no le daba bola. Me quedé mirándolo. Pasó al lado de la casa de las chicas del kiosko y desde la reja un perro le ladró. Cachorro se cayó del susto hacia el costado. Se levantó y volvió para el lado de mi casa. Justo venían caminando unos pibes. Instantáneamente, Cachorro oxidado comenzó a seguirlos. Yo miraba todo. Llegaron a la esquina de Caaguazú. La vecina de al lado, que estaba sentada en la vereda, me dijo que nunca lo había visto, que recién había aparecido por la esquina de Giribone. Entré otra vez y les conté a todos. Propuse que fuéramos a buscarlo para hospedarlo en la casa. Mi vieja me sacó rajando. Igual, todos salieron a la vereda.
Cachorro oxidado había cruzado Caaguazú y ahora estaba llegando a Olavarría. Toda mi familia miraba allá a lo lejos, a dos cuadras, la figura diminuta del perrito abandonado a su suerte. Mientras tanto y mucho más cerca, con las patitas inertes mojándose en la zanja de enfrente, el cuerpo blanco del gato blanco se oscurecía, invisible ante nuestros ojos, en la lentitud veloz de la muerte. En el fondo de la perspectiva, Cachorro Oxidado nos achicaba los ojos. Le pregunté a Nani qué opinaba, si estaba de acuerdo en ir con el auto y levantarlo. Dudábamos. Buscarlo significaba llevarlo a un veterinario y después a nuestra casa. Dudábamos. Vamos, le dije. Vamos, me dijo. Mi familia seguía expectante la novela de Cachorro. Arrancamos y doblamos por Giribone hasta Chilavert. Después fuimos a Olavarría y retomamos hacia el Tanque. Cachorro oxidado no aparecía por ningún lado.
De pronto, lo vi. Estaba persiguiendo a dos chicas, que bajaban la cuesta en dirección al barrio Urquiza, sobre un costado de la calle. Nos dirijimos allí. Cuando los alcanzamos, un auto que venía del otro lado, estuvo a punto de pisar a Cachorro, que no podía mantener su paso rectamente.
-Chicas, ¿es suyo el perrito?
-No.
-¿Qué van a hacer? ¿Lo van a llevar con ustedes?
-No.
Le dije a Nani que lo subiera al auto. Cachorro no opuso resistencia. Lo pusimos en el asiento de atrás. Temblaba terriblemente. Sus ojos, inmensos. Su cara, a pesar del miedo, graciosa. Estaba en muy mal estado, repleto de garrapatas, pulgas y hasta gusanos que le caminaban entre los pocos pelos marrón claros y negros que le salpicaban la piel carcomida por la sarna.
Enfilamos otra vez a la casa de mi familia. Todos nos esperaban en la vereda. Mi viejo senteciaba cosas, mi vieja guardaba silencio, mis hermanas comentaban algo, Mínimo gritaba.
Nos despedimos y encaramos la Richieri, después la autopista.
Arriba de la General Paz te das vuelta y mirás la Provincia. Atravesás los puentes de Camea y Lugano es más Bonaerense que Capitalina. Pasás Murguiondo y todo sigue igual durante un rato, con los Monoblocks y los bajos Flores. Esperás y adelante mirás los árboles y las casitas, que a la Capi por acá se la conoce recién en Parque Chacabuco.
Sigue la autopista deslizante y te baja por Boedo.
El plan era un M.A.P.A, sobre la avenida San Juan, que seguro estaba abierto.
-¿Y cómo se llama? - nos preguntaron las mujeres.
-Todavía no tiene nombre, acabamos de levantarlo de la calle, casi lo pisa un auto...
Después de un rato, ratitito porque afortunadamente fue corto, lo vio la veterinaria. Nos dijo que tiene unos 45 días de edad. Le tomó la temperatura. Lo palpó acá y allá. Finalmente, diagnosticó parásitos, sarna, garrapatas, pulgas y una infección. Pero se va a curar, eh, tranquilos. Uf! Qué bien. Le dieron dos inyecciones y le recetaron pastillas y líquidos, que debemos aplicarle, según indicaciones en papelito, durante el próximo mes.
Ya en la oscuridad del domingo, llegamos a Flores; Ayax el acuático descansaba en el balcón con las patas afuera de la reja. Con Nani, acordamos que Cachorro oxidado dormiría en el patio, debajo de los estantes, y que era importante mantenerlo separado de Ayax, para que no lo contagie.
Le cortamos unas botellas de plástico para ponerle agua y alimento. Lo bañamos con la esponja y el líquido garrapaticida a contrapelo. Le armamos una camita.
Recién lo fui a mirar: está tranquilo, ya no tiembla, duerme.
Por su parte, Ayax se dio cuenta y quiere salir al patio a toda costa.
Qué día**.
Pensamos varios nombres: Artaud, Marx, Dante, Jimbo, Pípi, Atila, Eneas, Ulises, Marduk, Guacho, Jonás, etc. Finalmente, parece que se llama Totó (aunque se me ocurre que Oxi puede ser una alternativa pertinente) y busca amigo humano, así que, por favor, quien desee un compañerito, que me escriba a rexmiles@fibertel.com.ar
*Oxidado y en la carretera
gastando a cuenta un vuelto que no va a volver
si fuera más fácil maquillar este otoño en
los besos
si quedaran cartas por mentir en este póker
de ciegos...
Más garúa, más te extraño
arrodillada en mi boca
nunca juego bien esta historia
del tipo buen perdedor
Vuelvo a mi cucha rengueando
estas ganas borrachas de volverte a ver
no es que no quiera ladrarte
lo que no me anda sobrando es la fe
no es que no quiera cuidarte
pero ando nockeado y no puedo hacer pie
y no es que no quiera tocarte
ando volteado...
Los Caballeros de la Quema
**Y yo me voy a buscar el olor
del mundo que perdimos...
Apuesto al quijote aunque ande rengo.
Brindo por tipos sin antifaz.
Me abrazo a la rabia de los vencidos
que cruzan sin mapas la oscuridad.
Hasta estallar.
Hasta estallar.
Los Caballeros de la Quema
Rexistencia 16 ----------------------------------------------------------------------------

viernes, noviembre 25, 2005

Valentina

Mi hermana María Cecilia acaba de enviarme este mensaje:

MARIA LAURA ESTA INTERNADA. HOY NACE VALENTINA!!!!!!!!
María Laura es nuestra otra hermana (Somos 3, yo soy el mayor).
Parece que Mínimo en pocas horas va a tener una hermanita supermínima y yo mi segundo sobrino/a.

Autoimagen 5 - Marinerito


Autoimagen 4 --------------------------------------------------------------------------

miércoles, noviembre 23, 2005

Mañana en el Encuentro de Estudiantes

Luego de una noche primero peronista en las lecturas alejandrinas en Bart o lo meo, después lujuriosa en una casa antigua de once con botellas, me voy preparando para el día de mañana, pues en el Encuentro de estudiantes de Letras que se llevará a cabo en la Facultad de Gilosofía y Tetras (Ja, esta guacha escritora es terrible), estaré en dos mesas que, en principio, parecen tener pocos puntos de contacto (por supuesto no es así: todo, todo está relacionado, siempre)-.
A las 13 hs. doy una ponencia sobre Stéfano de Armando Discépolo. Más tarde, a las 16:30 hs. conversaremos sobre Literatura en internet junto a Santiago Llach, Alejandro Margulis y Juan Terranova
(y a la noche coronaremos el movido jueves con el clásico Florida-Boedo de cada semana)
Vayan temprano al encuentro letroso porque se espera una multitud (parece que ya hay gente en la vereda que piensa pasar la noche allí, entre mates y frazadas, ansiosa por el evento).

martes, noviembre 22, 2005

Temporal 1 - "Tino" en El remisero absoluto









Acá pueden leer la historia de Agustín Basile, hijo de la Juanita, más conocido como "Tino", sin duda el personaje más popular del ilustre barrio de Villa Celina.
Temporal ------------------------------------------------------------

lunes, noviembre 21, 2005

Rexistencia 16 - El loco de los círculos

Hay un perro de la plaza que está loco.

No sé qué le pasó de chiquito -algo me contaron, pero no entendí. La cosa es que no para de correr en círculos a toda velocidad. Cuando estaba llegando con Ayax el acuático, lo vi: corría desenfrenado alrededor del mástil. Después de un rato, empezó a dar sus vueltas en torno a los árboles. Por momentos, giraba sobre la nada, alrededor de ejes imaginarios. En fin, el chabón está re limado. No sé qué onda. No se relaciona con los demás perros, no corre a buscar palitos, no juega al perseguidor y el perseguido (juego favorito de Ayax); nada que no sean sus círculos le interesa. Verlo es enfermizo, aunque adictivo. Te re colgás mirando la eterna repetición de su circunferencia. Quizás es un perro psicótico, ¿no?, que sufre alucinaciones, que imagina que algo lo persigue, por ejemplo insectos, una mosca, qué se yo. ¿O será que se quiere agarrar la cola? Lo digo pero no me parece; su calesita debe tener otras razones. La verdad que no sé. Al final del paseo, cuando retomaba Gavilán, lo miré por última vez: corría y corría alrededor de un banco, esta vez profiriendo un sonido agudo insoportable, que no llegaba a ser ladrido.
Cuando llegué a mi casa, me encontré con otro loquito: Murci. Yo te lo digo, querido diario, la naturaleza está sacada, en cualquier momento se pudre todo.
Qué risa. La naturaleza me hace acordar a un tipo que me crucé hace mucho, mientras vendía objetos maravillosos en Plaza Francia. Él estaba parado en un caminito, con cara muy seria. Me llamó la atención y me acerqué. Se había pegado algunas hojas de los árboles con cinta scotch sobre la ropa y la cabeza. De su cuello colgaba un cartel de cartón escrito a mano con fibrón. Decía:
CUIDEMOS LA NATURALEZA
COLABORE
Ja. ¿Colabore con quién? Era increíble ese atorrante. La gente le daba monedas por lo gracioso. Un maestro. Tiempo después, fuimos con Ana al microcentro disfrazados de árboles. Nunca me reí tanto en mi vida. Decíamos: "cambio, cambio". Nos sacaban fotos y me parece que salimos en un diario. Qué al pedo que estábamos.
Bueno, otro hermoso día. Lástima que la fucking primavera me da alergia, sobre todo en los ojos.
Estoy saliendo para Villa Celina. Hace mucho que no voy y extraño a mi familia. Vamos a ver si queda algún potrero por ahí (los campitos ya no están porque construyeron monoblocks) donde pueda llevar a Mínimo a jugar.
Ah, me olvidaba, querido diario, el pajarito de Caracas hoy no vino a la mañana y eso me preocupó, pero ahora apareció y está dale que te dale con su táta táta táta táta táta táta............... tá.
Rexistencia 15 ----------------------------------------------------------------------------

Grupo Alejandría

Mañana martes 22 me invitaron a leer en el encuentro que realizará el Grupo Alejandría a las 21 hs. en BARTOLOMEO, Bartolomé Mitre 1525, Capital Federal.

Están todos invitados.

viernes, noviembre 18, 2005

Rexistencia 15 - Mi compu està en terapia intensiva

(Perdòn por los acentos al revès pero en este ciber no doy con la tecla)

Ayer a la tarde, mientras intentaba terminar de escribir un nuevo texto villacelinense, la màquina empezò a apagarse. Reiniciaba y otra vez lo mismo: a los 10 minutos caìa desmayado el sistema.

Pensè: quizàs es el calor.

Aunque mi compu anda desnuda por la casa (no le gusta usar la tapa del gabinete) y eso la mantiene -dentro de todo- fresca, su fuente recalienta y su cooler y ventiladores no quieren màs.

Entonces desenchufè, metì mis manos en las vìsceras electrònicas, saquè la fuente y la apoyè sobre la mesa, a un costado. Cuando encendì otra vez, windows no inciciaba. Intentè mil veces. Siempre el mismo error:

Floppy disk(s) Fail (40).

Bueno, el disquette debe estar mal conectado -pensè. La cosa es que desarmè toda la màquina, operè durante màs de 6 horas, enchufè, desenchufè, conectè, desconectè, configurè setup, desconfigurè, etc., pero no logrè resolver el problema.

Tuve que ver televisiòn.

Me fui a dormir, con algo de insomnio.

Hoy me levantè màs temprano de lo habitual, antes de que trajeran a Ayax el acuàtico. Hay un pajarito que me encanta.

Su canto es gracioso (reemplazar los "tà" por silbidos):
Tàta tàta tàta tàta tàta................................ tà

Me encanta el ùltimo "tà". El chaboncito repite y repite su tàta, despuès se toma un respiro hasta que finalmente corona el tenso silencio de la pausa con un ùnico y vehemente "tà", que en realidad es un incordio a la melodìa, pero es muy copado, casi un chiste, una expresiòn del humor del pajarito de Caracas.

Ahora estoy en un ciber en la calle Avellaneda, cerca de la ventana. Què lindo dìa que hace. Recièn tuve que entregarle la compu a un pibe de un negocio de computaciòn. No tendrè noticias hasta la noche. Estoy preocupado por la info del disco rìgido.

A lado mìo, acaban de sentarse dos niñitos (tendràn 9 y 7 años aproximadamente) muy entusiasmados. Estàn iniciando un jueguito con piratas y espadachines que tiran rayos.



Rexistencia 14 ----------------------------------------------------------------------------

martes, noviembre 15, 2005

Encuentro de Estudiantes de Letras

Autoimagen 4 - Con los pelos de punta


de los tiempos aquellos -no como ahora-, cuando un asado te ponía los pelos de punta (no se dejen engañar por el solitario hueso en mi plato. Eso fue sólo el principio. Detrás del camarógrafo dos metros de parrilla peronista alimentarían hasta el hartazgo a más de treinta vecinos)

(Gracias Lale por la foto)
Autoimagen 3 --------------------------------------------------------------------------

Rexistencia 14 - Carne argentina de exportación

Todo bien con el 4to encuentro de el interpretador. Cuando terminó (che, qué linda noche), nos fuimos a comer todos juntos -unas quince personas- por San Telmo.

Idas y vueltas, deliberaciones, asambleas, entremos acá, entremos allá, ahí sí, ahí no, y entonces apareció el desgarbado diabólico que nos re chamuyó:
"Vení, vení que acá con cada parrillada comen 7 personas... se piden dos y les hago precio..."
A ver, a ver.
El desgarbado diabólico insistía:

"Acá de un cortado toman 8 personas... les hago precio, 12 pesos... acá, acá, sí caballero, de un plato de papas fritas comen 10 personas... baratito: 57 pesos ... de un helado comen 15 personas... varoooón: 119 pesos..."
Y bue. Entramos?
No. Sí. No. Sí. No. Sí. Sí.
Tomamos asiento. Muchas fotos, mucha expectativa.
Finalmente, el engulle fue una cagada -maldito desgarbado diabólico, ya te vamos a agarrar-. Mirá si van a comer 7 personas de una parrillita que tiene un solo chorizo! Cualquiera, loco! Y si todos quieren chorizo, qué hacemos? Lo cortamos en siete partes?

Pura grasa y tripa gorda esta parrillada, papá! Nos re quedamos con hambre. Y ahora qué?

Entonces Santiago lo encaró aparte:
-Eh loco, nos re chamuyaste, habilitá un par de huesitos más para los muchachos, yo no te lo vengo a robá, te lo vengo a pedí...
-Cómo no -responde el desgarbado mozo diabólico-, acá de un par de huesitos comen 13 personas. Te lo dejo a 40 pesos.
-Ehhhh, todavía nos querés cobrar los huesitos?

Tuvimos que tomar represalias y afanar vasos y saleros (que fueron depositados en diferentes lugares del barrio Santelmino, Sancristobalense y Lanuseño).

Quiero más, decían las chicas. Y con razón, pobrecitas, me las estaban matando de hambre. Diga que uno, siempre listo, al ver los restos de pan y manteca, gentilmente ofreció:

-Nena, querés que te unte?
En fin. Terminamos -algunos- bailando compases afrancesados en una casa antigua, mientras consumíamos líquidos y humaredas afrodisíacas. Simultáneamente, una botella vacía de cerveza giraba y giraba en el piso. A veces, se detenía, y señalaba a la gente con su pico sin tapa.
Rexistencia 13 ----------------------------------------------------------------------------

jueves, noviembre 10, 2005

Rexistencia 13 - Días raros, con viento

Estos días son raros. De hospitales.

Y toca la música el hombrecito, con viento.

Y aquella tan querida? Reaparece en los mails espantosos.
Agotador.
Una vez más, adiós imbécil, adiós sangrante.

Pero no todo es malo en los días raros. Qué suerte compartir nuevamente tantas horas con mis primos los cogorno.

Y ayer una cena, unas personas, una chica.

Hombrecito, tocá otra por favor.

Anoche conocí a Levín. Dijo una gran frase, pero no me sale así que no la escribo.

Cambiando de tema,
fue muy loco. Caminaba hoy a la tarde con viento y pateaba una piedrita -me gusta patear piedritas interminablemente en muchas cuadras- cuando de la nada una piba aparece de atrás y patea mi piedrita. Gira y se ríe. Y me pasa la piedrita con rústico chanfle. Entonces se la devuelvo. Y así tiramos paredes hasta la esquina. Increíble. Finalmente ella dobló; yo seguí por la misma calle. No tenía derecho a meter palabras ahí, así que solamente la saludé, riendo. Ella también lo hizo de ese modo.
Fue muy interesante el encuentro. Ojalá que vuelva a verla.

Ah, rusita, vos que leés este blog silenciosa desde las compus rosarinas, te cuento que ayer, imprevistamente, me encontré en el pasadizo antiguo sobre la calle Bartolomé Mitre, el mismo que la otra noche buscamos y no encontramos. Ayer estuve ahí (fui al recital del grupo Alejandría) y me acordé de vos. Te mando un beso.

Qué bien se come en restaurant peruano por Congreso. Limpio, barato, generosos platos. Pedí la comida más autóctona que pude, yo que soy tan cuadrado con el morfi -pizza, pastas o milanesas. Sí, poca sofisticación la mía. Y bue, soy un pibe de barrio. Pero ayer comí frijoles y otras cositas. Otros comieron cebiche. Todo bien, pero yo pescado crudo ni en pedo.
Hombrecito, sabés esa que en un momento dice "burlando al corazón, contigo pan y cebolla"?
Pará, pará que pelo la armónica.
Daleee, vaaaaamooooosssss, que este tema se zarpa.
"Aunque de sueño pueda matarme...
Ahora sí, ya pueden COMMENTAR.
...vas a temblar siempre en mi pecho".
Rexistencia 12 --------------------------------------------------------------------------

jueves, noviembre 03, 2005

Rexistencia 12

Querido diario:
es un lindo mediodía. los chinitos bebés están tomando sol en la vereda de enfrente. suenan otra vez los violines. ya diseñé una página en lo que va del día. ahora voy a comer dos hamburguesas "finitas" marca paty con un tomate. Ayax está tirado en el pasillo descansando. A las tres viene juli a darme indicaciones sobre las galerías de artes visuales del próximo número. A la noche seguramente vendrá Murci al patio, pero yo no voy a estar porque tengo un partido de fútbol en homenaje a mairal. aunque parece que me cagué la rodilla el lunes. me hace ruido y me duele. no importa. voy a jugar igual. ayer una chica que iba caminando por Caracas con su pollera, al llegar a la esquina se cayó. me fijé si estaba bien y parecía que sí, aunque se puso roja de la verguenza. seguramente por eso aceleró el paso y me sobrepasó. a mitad de cuadra, cerca de un arbolito se cayó otra vez. tenía problemas con sus zapatos. yo quería decirle "boluda te vas a matar con esos zapatos". pero no le dije nada, a ver si me pega un carterazo.
A través de la ventana puedo ver al Observador. Es un tipo que está siempre parado en la puerta de su pequeñísima panadería mirando todo. Ahora yo lo veo a él y a él eso se le escapa.
recién leía un texto de Levrero. me gustó mucho mucho.
Hoy tuve que cruzar, por fuerza, nuevamente la plaza, y volví a ver al Hombre que Desafía el Sol, sudando y ennegreciéndose, resistiendo. Me consta que no le importaría enterarse de que estoy de su parte aunque no llegue a sospechar el sentido de su lucha.
Rexistencia 11 ------------------------------------------------------------------------

Rexistencia 11 - Volvió Murci


Recién, mientras colgaba la ropa en el patio, de la negrura apareció Murci con su clásico vuelo desenfrenado para aletear sobre mi cabeza. Este guachito se enteró de mi mudanza,
evidentemente--
Murci, bienvenido a Flores!! ¿Qué tal te fue por Parque Centenario?

Mañana le voy a dejar algo de comer. Qué comen los murci? alguien me indica?
///*
Querido diario, nos vemos mañana, tengo que apagar los violines (Paganini-24 caprices) que me duele mucho la sien.
Rexistencia 10 ------------------------------------------------------------------------

martes, noviembre 01, 2005

Pensamientos desordenados en torno a la estación Haedo

Hace un par de horas me llamó mi vieja. ¿Viste lo que pasó en Haedo?

Pendí la tele. Como muchos ya se habrán enterado, hubo un quilombo de aquellos.

Tomo el Sarmiento desde que era chico y es un bardo. Las cosas que vi, que pasé ahí arriba, que paso, en realidad, porque todavía tomo ese tren, no tienen nombre.
Ahora vivo en Flores, a dos cuadras del ferrocarril. Hoy, justamente, iba a tomar el tren para ir a Once.

Una vez subió una banda de chorros y asaltaron a medio vagón amenazando con cuchillos. A la mañana o a la tarde, viajan todos colgados. Cuando el tren llega a Once a eso de las 19 hs., la gente entra en avalanchas, sin dejar que desciendan los pasajeros que vienen arriba. Hay escenas insólitas, gente bajando por las ventanillas, trompadas al pasar, etc.

En Haedo viví tres años, desde el 97 hasta el 2000. La estación es (era) preciosa, con sus arbolitos, con sus perfumes, con sus techitos. Por esos andenes caminaba con una chica que amé. Allí la espero todavía sentadito abajo de las rejas. Ella baja del tren y me sonríe.

El ministro Aníbal Fernandez acaba de decir que "esto es un hecho armado", que Quebracho es el responsable. MENTIRA. Quienes hicieron quilombo fueron los trabajadores, los pasajeros, que están repodridos de esta vida de mierda arriba del Sarmiento que nunca viene, que sos ganado, que llegás tarde al laburo y el patrón te descuenta.

La vida en el Conurbano marginal puede ser hermosa, pero también puede ser una gran mierda. Una vez viajé a Tigre a través del conurbano acomodado y nada que ver. ¿Por qué los trenes del norte son re lindos? No me chamuyen con Quebracho, no me jodan, el sur, el oeste está olvidado, está librado a su suerte desde hace años, y desde hace años que escucho a mis compañeros circunstanciales del vagón decir: "loco, hay que romper toda esta mierda, hay que prenderla fuego".

Es la gente, señor Ministro,
sí, es verdad, quizás hubo algún activista, un agitador, quebracho, lo que quieras, ¿y con eso qué? bienvenidos sean, ¿que esto le hace juego a la derecha? ¿que esto le hace juego a la izquierda? ¿al centro? ¿a fulanito? ¿que es por Bush?Abstracciones! TEorías! Gente que habla gansadas y que no conoce la realidad, que la imagina a su antojo en la mesa de algún café en la Capi comiendo un tostado, que juega a la política como se juega al TEG.

La posta saben cuál es? Aquel tipo, sí, el que viene atrás, el de barba, sí, ese, viaja desde hace treinta años, el chabón es tornero en una fábrica en San Martín, cerca de la General Paz, ponele. El tipo les cuento vive en San Antonio de Padua. Siempre se baja en Liniers y ahí se toma otra cosa, un bondi, el 28, o el 21. Está haciendo una changa, porque lo despidieron hace 6 años. Ahora está en negro. Le pagan 800 pesos. EStá resignado pero guarda siempre un poquito de bronca en el fondo. Viaja colgado en el tren, viaja colgado en el 28, en el 21. Una mañana, en Morón, dicen por los altoparlantes que se cancela el viaje. La gente empieza a golpear los vagones. Miles de torneros re podridos igual que él, empleadas de negocios de Once, volanteros, oficinistas, vendedores ambulantes. El maquinista está todo cagado y aunque el tren no da más, arranca igual. Pero claro, la máquina empieza a hacer chispas, está al límite. Próxima estación: Haedo. Las chispitas de los metales al rojo suben al vagón, que se empieza a prender fuego.
¿Saben la cantidad de veces que viajé en el Sarmiento y se prendió fuego? De verdad les digo, eh. Bueno, en Haedo, con un vagón en llamas, con la gente en el andén que espera muchas cosas, al tornero le sale, casi involuntariamente, una queja bajita, apenas la escuchan los de al lado. Otra vez?, y la puta madre que lo parioooó. Es un efecto dominó la bomba molotov, por más que repriman gendarmes con golpes, con balas de goma, con gases, de la estación se pasa a los bancos de la calle Fasola, a las paradas de los colectivos, a los tachitos de basura, a la estación de servicio de la pibita que me compraba anillos, al mcdonalds sobre Rivadavia, al patrullero,
y la violencia es un escándalo para la clase media que lo mira por tv, es un escándalo el vandalismo,
mirá mirá qué negros de mierda
cómo se robaron las monedas de la máquina expendedora, la computadora de la oficina...
y con eso qué?
No entienden nada. Sigan jodiendo.

Rexistencia 10 - Murci

No molestar, hombres diseñando. Está quedando muy lindo el 20, hay remodela ciones sutiles de la estética. Escucho música preciosa. Hay una chica nueva que me gusta. Su nombre empieza con P. Sí, sos vos. Cambiando de tema, les voy a contar la historia de Murci. Resulta que una noche yo estaba en mi anterior departamento de Boedo, tipo 2, 3 de la mañana, muy silencioso todo frente a la computadora, oscuridad del verano, ventana abierta del balcón, de repente siento que algo me toca la cabeza. Levanto los ojos y veo una criatura desenfrenada volando en el vértigo de mi cuartito, estampándose acá, allá, tocándome el pelo, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh el grito que pegué no te lo puedo describir. Me levanté y salí rajando al dormitorio donde me encerré con mis palpitaciones para pensar qué hacer. Después de un rato, me cubrí la cabeza con un sobretodo y salí con el paraguas y empecé a agitar la atmósfera, deseante yo que la criatura siga su camino por la noche exterior. Pero estaba atontada o algo y se chocaba más y yo abría todas las ventanas posibles e intentaba con la luz apagada, con la luz prendida, pero no había caso, Murci, ratón volador encandilado, estaba re puesto y chillaba agudos horribles, mientras insistía con el aleteo demoníaco. Todo igual durante un rato hasta que, en un punto del temporal, se me ocurrió abrir también la puerta que daba al pallier, una abertura más grande que las ventanas. Y por suerte la nueva opción resultó inmediatamente y Murci se fue de mi casa a volar por las escaleras. uf.

En los días siguientes la vecindad conoció a Murci, hubo temas de conversación, chistes, ¿y cómo habrá entrado al edificio? Yo mutis. Me enteré que llamaron a una empresa especializada, fumigadora o algo por el estilo, y me puse triste por Murci. Sentí culpa.

Cuando vinieron -una tarde-, lo encontraron en un agujerito increíblemente chico por Planta Baja, lo doparon con un gas, lo sacaron despacito, lo exibieron con las alas abiertas a los curiosos.

-¿Está muerto?

-No, no -contestó un hombre especializado-, solamente está tonto por el gas.

Nos explicó que "estos bichos son muy importantes" porque comen no me acuerdo qué cantidad de insectos y mantienen el equilibrio...

Nos dijo que lo iban a soltar en Parque Centenario. ¿Será verdad? No sé, pero yo me quedé más tranquilo. Pobre Murci. ¿Habrá vuelto a mi viejo departamento? Mirá que me mudé, Murci, eh.
Rexistencia 9 ------------------------------------------------------------------------

viernes, octubre 28, 2005

Voces posteriores

Destellás el límite sentado en la orilla cerca de los rieles y observás los metales en movimiento, antorchás ideas sobre las voces posteriores, sobre el lamento ajeno, de una en particular, el de ella que ahora resplandecés con tu imaginación en la mancha pequeña, vagido suponés que se abrazaría a tu despojo y de este modo conjurarías la angustia, hasta la muerte, y nuevamente entrarían en la casa al final del largo pasillo en la calle Lainez, y sonrisa entre los dos arreglarían los muebles, barrerían el living, a la noche subirían como siempre la escalerita caracol hasta la terraza, donde comieron pan dulce, donde vieron estrellas, donde descubrieron al colibrí entre los árboles, pero campito distante el preámbulo cede y el pasto se marchita detrás de la cortina, se deshace el paisaje que te pegaste y nuevamente surge ante vos la ciudad profunda, indiferente, y ahora escuchás el ruido, nítidás el chapoteo de los rulemanes, te apabulla el tren que puede aplastarte, que puede arrastrarte las tripas durante cientos de metros, y te espantás y das un paso atrás, y otro, y uno más, y qué vas a hacer ahora, decime qué, caído, pálido, decímelo, agrietado, gritás, llorás, la gente te ve, te caés y querés rezar, te arrastrás como un loco sobre la basura, y esto no lo sabe nadie, Juan encadenado, afónico en el patetismo, inventado para el piso, no habrá salida para vos, no habrá gentilezas que te alcancen, sólo años interminables, aferrado al dolor en el estómago, al herpes en el ojo, a la alergia y el edema de glotis, a la erupción, al prurito, a la fobia, al miedo y a la marchitez galopante, que el cuarto negro y chiquito te espera en Boedo, limpiador de inodoros, y allí comerás negrura y comerás silencio y nada te alcanzará, muerto de hambre, y ella no contestará tus llamados y así volverás a la idea junto al balcón y el vacío, pero nuevamente darás un paso atrás, y otro, y uno más, y aunque te martillen la sien te atarás a la pata de la cama como un cobarde.
Hasama, Ilustración + Juan Incardona, La música rota (fragmento).
Un rumor adormece toda marea en mí y a la vez yo te grito sin poderte gritar mientras tanto alguien nos prejuzga sin ninguna razón piedra sobre piedra, nada importa ya. Oh mi amor! yo te choco débilmente bajo un sol de mañana desesperada y me veo partir soy un barco que se hace a la mar y en todo retorno un cambio nacerá. Y en tu nombre yo brindo en la nada vestido de gris en tu nombre me quito las llamas de un cuerpo que fui en tu nombre habrá que seguir y seguir y seguir y seguir pidiendo por siempre un asilo en tu corazón. Sólo amar sólo amar hasta perder la noción y así doblar por esta esquina que confluye hacia el sur que es como un espejo un espejo que marcó las lágrimas de hoy y en todo retorno un cambio nacerá. Y en tu nombre yo brindo en la nada vestido de gris en tu nombre me quito las llamas de un cuerpo que fui en tu nombre habrá que seguir y seguir y seguir y seguir pidiendo por siempre un asilo en tu corazón.
(L.A.S)
La foto del patio --------------------------------------------------------------------------

La foto del patio

Lentamente y con esfuerzo volví a poner los dedos en el enchufe y entonces el nervio radial se conectó en el canal de torsión del húmero y la arteria humeral se puso recalesca como el Carcarañá y se bañaban todos los pantanos y todos los tendones y los vastos externos e internos y el tríceps se puso polimorfo y la cosa seguía y no paraba y la foto se puso cinética y ya parecía una película y el troquín, el troquíter y la misma cabeza humeral se prendieron a la turbina y cada vez faltaba menos y me esforzaba y cerraba los ojos para concentrarme pero todavía no podía moverme aunque la corriente estaba llegando a los cables amarillos gracias a la venas que se abrían otra vez y la cefálica y la basílica se recargaron completamente y los cables amarillos pasaban al naranja y las venas satélites abrieron la válvula y el nervio mediano pasaba al violeta y la marea no se detenía y el musculocutaneo y el branquial anterior y el bíceps y derivaban las funciones y las variables se ponían constantes y explotaban los vectores fuerza y mi brazo por fin despedazaba la foto y se alargaba y la mano se abría y se cerraba y se hundía en la arena del patio y me parece que agarré el camioncito de plástico que me regaló mi papá.
Ampere, Cap. 2 -fragmento-.
disserto pluvial --------------------------------------------------------------------------

martes, octubre 25, 2005

Villa Celina 1 - Los reyes magos peronistas*

Acá (en El remisero absoluto) pueden leer la crónica que escribí sobre una bizarra noche de verano en Villa Celina, cuando, disfrazado de Rey Mago, entré a los poblados que están junto al Mercado Central conduciendo un carro de Botellero.



Villa Celina --------------------------------------------------------------------------

Mínimo

Hola, mi nombre es Máximo. Cuando sea grande, quiero ser como mi tío Rex, que es re pulenta.

Autoimagen 3 - Pantalla del mundo nuevo

Te deseo mucha suerte, ser humano del pasado,
El cambio será fatal, y tu mundo nuevo, usado...
(Riff)
Autoimagen 2 --------------------------------------------------------------------------

domingo, octubre 23, 2005

Rexistencia 9 - A los votantes

A eso de las 2 de la tarde emprendí viaje hacia el sudoeste. Nat. me llevó en su autito blanco.
Bajamos por Rivadavia hasta la General Paz. En Liniers doblamos en dirección al Riachuelo. Ciudadela Sur, Lomas del Mirador, Villa Insuperable, del lado de Capital Mataderos, finalmente los puentes peatonales que unen el Barrio Piedrabuena (Capital) con Villa Madero (Provincia).

Nos metimos en Madero unas diez cuadras. Estacionamos en una callecita de tierra. Caminamos hasta Blanco Encalada y Pico. Allí, la angosta puertita de la escuela donde siempre voté, la EGB 49, era custodiada por dos soldados del Ejército Argentino.

Entramos. El largo pasillo apenas podía transitarse, debido a las mesas y la gente reunida. El estado del colegio era bastante penoso (igual que las veces anteriores).

Muchos chicos, algunos perros, gente tranquila, mate, jugo, sandwiches, charla, sonrisas desdentadas.

Hice la cola y voté sin problemas.

Salimos. Chau Chiche, Cristina, Evita, Perón, a los dos últimos seguro los vuelvo a ver por acá en las próximas elecciones.

Volvimos al auto. Le pedí a Nat, que todavía tenía que votar, si me bancaba media hora más y me llevaba hasta Celina, que estaba tan cerca, que quería, al menos, saludar a mi familia.

Cruzamos la Richieri, cuesta abajo por la Matanza. Cuando en el 83 -le contaba a Nat-, Armendariz le ganó a Herminio Iglesias la Gobernación de Buenos Aires, lo que supuso un triunfo histórico para el radicalismo, en La Matanza, sin embargo, la Intendencia la ganó Russo, candidato justicialista. Acá hay muchos hinchas de Boca, unos cuantos de River, y prácticamente todos son peronistas.

En la casa de mi familia estaba mi viejo. Se reía y la cargaba a mi hermana menor porque nos contaba que, mientras colgaba la ropa en la terraza, la atacaron unos gorriones. Nos divertimos. Es la gripe aviar, dijimos. En fin. ¿Y mamá?

Mi vieja, como en todas las elecciones, hoy fue presidente de Mesa. Esta vez le tocó la 138, anclada en la zona más pobre de Celina, cerca de Las Achiras y el barrio Juan Manuel de Rosas. Esta escuela es muy importante para ella, pues allí enseñó durante más de veinte años. Debido a su personalidad hiperactiva, su capacidad para organizar, su sensibilidad, permanentemente realizó actividades que trascendían lo escolar, visitando casas, organizando el comedor, consiguiendo zapatillas para los chicos. Mi madre, Celina Zaldarriaga (sí, se llama igual que el barrio) es un referente de las escuelas de Villa Celina. En el próximo número de el interpretador, publicaré en aguafuertes un texto sobre ella que se titula "El hijo de la maestra".

Estacionamos en la playa de la escuela, una explanada de viejos baldozones que el pasto adorna en sus costuras, secas del alquitrán de otro tiempo. Me detuve un rato frente al antiguo jardín del colegio, un desorden de yuyos entre escombros. Después nos asomamos atrás del edificio y miramos el barrio humilde que crece hacia el fondo del Mercado Central. Nat, chica de Nuñez, observaba todo, muy seria.
-Viste, esto es otro país, a 20 cuadras de la General Paz. Suena trillado, pero es cierto.

Los barrios de la periferia, de fábricas abandonadas, de galpones repletos de ratas y cucarachas, de casitas de ladrillos huecos sin reboque o simplemente de chapa, de zanjas de agua turbia e inmundo hedor, de gente viviendo en condiciones miserables, de perros famélicos, de basurales pestilentes, de nenitos con ojos grandes por el hambre y brillosa mirada por la tristeza, de sonrisas quietas, representadas sin expresión, de muertos, sin matices, sin labios, estaban ante mí una vez más. Me fui hace siete años. A veces vuelvo, como hoy, y mi vieja sigue ahí laburando, y mi hermana sigue ahí caminando, a veces los barrios de la desidia insisten, como hoy, en abrazarme.

Entramos a la escuela. En la puerta custodiaban dos gendarmes y un viejo perro en estado lamentable.

El edificio estaba mejor de lo que esperaba. Al patio lo habían pintado; los pisos fueron emparchados. Antes de entrar pensé que el lugar me iba a parecer más chico de lo que recordaba. Sin embargo, me resultaba muchísimo más grande.

Había bastante silencio, aunque me parecía escuchar de fondo -estoy seguro-, rompiendo la veda con sus inconfundibles acordes, la marcha peronista en su versión tradicional (cantada por Hugo del Carril). Qué raro, quizás sonaba en alguna casa vecina, no sé. En fin. El patio estaba bastante poblado. Vení, allá está mi mamá.

Mi vieja es un personaje. A los fiscales los tiene cagando. Es una obsesiva. Me enteré que tuvo que ir al baño y que se llevó la urna con ella, porque no confiaba en nadie. Nos morimos de la risa.

Estaba feliz por vernos. Me presentó a todo el mundo: "Este es mi hijo mayor".

Después de un rato, nos despedimos.
Nos subimos al autito blanco. Simultáneamente, a la playa de estacionamiento, arribaba un micro escolar repleto de gente cargada por algún puntero duhaldista o kirchnerista.
Arrancamos. Nos metimos por las callecitas hasta que al fin salimos a la General Paz, ésta vez en dirección a Nuñez.
Ya en la Capital, una hora después, sentado en la pared sobre la calle empedrada de la escuela donde Nat. estaba votando, frente a los jardines colgantes de los duplex, tomé sol y sombra debajo de un cielo más indeciso que el del mediodía, mientras oía una conversación acerca de regatas entre un hombre -impecablemente uniformado- de La Armada y dos ciudadanos cincuentones jocosos, distendidos.
Finalmente, Nat. salió y nos volvimos. Otra vez, la General Paz.
Rexistencia 8 ------------------------------------------------------------

viernes, octubre 21, 2005

Ayax, perro acuático

"Nadie salvo Ayax puede vencer a Ayax"
Ovidio, Metamorfosis, Libro XIII.

miércoles, octubre 19, 2005

Rexistencia 8 - Mi chica ya no está colgada*

Toco la viola desde niñito. El primer tema que aprendí, allá por cuarto grado, fue "La vestido celeste", una canción pegadiza y simple, sólo dos acordes: Lam y Mi7.

La vestido celeste todos la llaman
y para ella va mi canción...

Tuve guitarras muy queridas: "Malena", "Gricel", "La embalada", etc..., todas chicas muy callejeras y bien predispuestas para el blues y al rock and roll en la vereda. Cuando cumplí los veinte empecé a estudiar en Escuelas Populares de Música. Después vino el Conservatorio Manuel de Falla. En esa época me compré una chica de concierto, de papá Luthier, bastante aristocrática y con voz refinada, capaz de llevar a cabo armónicos sofisticados y silbar como ruiseñor arrastres en valsesitos y hasta en milongas camperas. Era una chica de departamento, muy protegida por su familia, rodeada sólo de gente íntima y dispuesta a tocar solamente con instrumentos dignos de ella: chelos, flautas traversas, violines.

A pesar de nuestra diferencia de clase, nos enamoramos desde el primer momento. Cuando la agarré de la cintura aquella tarde -la primera-, la panza de la nena hizo un sonido, una vibración, como hacen las guitaras cuando las levantás contra el viento. Sí señor, esa chica me estaba tirando toda la onda. Y yo también gustaba de ella, tan linda, tan lustrosa con su palisandro, tan morocha en su diapasón de ébano, tan coqueta con sus trastes de alpaca.

Tuve que romper el chanchito y juntar monedas de acá y de allá hasta que, finalmente, junté lo necesario para pagarle los tributos a sus padres.

Hace casi diez años que estamos casados. Cuando la desposé era virgen y muy tímida, pero después de tantos años y tantos viajes, mochilas y campamentos, ahora es bastante putita. Ya no curte tanto el adagio, el andante y el alegretto; ahora le cabe el rock, le cabe el tango. Es claro, mi compañía fue corruptora para ella: a los violines, a los chelos y a todos esos pitucos que frecuentaba no los ve más, y ni siquiera parece extrañarlos. Ahora se la ve muy cachonda con nuestro amigo el paria Blues Harp, el desdentado.

Sin embargo, debo confesar un pecado. En los últimos tres años, por dedicarme tan fervientemente a la literatura, la tuve bastante abandonada y colgada en el ropero. No hablaba con ella, ni siquiera la miraba, no le cambiaba las cuerdas, no le pasaba la franela por la espalda, nada.

Hace poco la vi, junto a unas cajas, tan triste, con la cabeza baja, sollozante. El corazón se me detuvo. ¿Cómo fui capaz? No le dije nada. Fui a mi pieza, agarré guita y salí del departamento. Caminé rapidito hasta Rivadavia y allí le pregunté a un canillita si conocía alguna casa de música que estuviera cerca.

-Acá la vuelta, frente a la plaza.

Le compré el juego de cuerdas más caro y una batería de 9 volts para el afinador.

Volví a mi casa corriendo -perdoname nena, perdón, perdón, soy un imbécil-.

Desde hace un mes que nuestra relación volvió a ser como antes. Ella está feliz. Y yo también.

Vení, nena, toquemos algo para los pibes.

*La guitarra en el ropero ya no está colgada, ya no está colgada, y si te copás al vuelo no te digo nada, no te digo nada, porque atravesás un tiempo de guitarra...
P y P.


Rexistencia 7 ------------------------------------------------------------