Rexistencia 20 ----------------------------------------------------------------------------
viernes, diciembre 30, 2005
Rexistencia 21 - Pregunta imprevista
Rexistencia 20 ----------------------------------------------------------------------------
miércoles, diciembre 28, 2005
lunes, diciembre 26, 2005
Rexistencia 20 - Odisea navideña de Totó
Le pasan todas.
A mí me parece que el de arriba estaba aburrido. De una. Hace poco sobrevolaba los arrabales celinenses y pensó, al ver tanta miseria en las villas cercanas al Mercado Central -que los dejaron en pelotas, que les tiraron el fuerte abajo-, eh guacho un poquito más, qué no, QUÉ NO, se la hacemos de querusa, resucitamos a Job y lo tiramos acá cerca del Riachuelo, que al lado el Jordán es un poroto, y lo probamos otra vez, pero una versión nueva, versión canina, para variar, a ver, dame barro, dame azufre, ¿atigrado te gusta?, dale que sale rebelde, ya está, mamá Boxer, papá Chacal, ¿lo largamos acá?, sí, que esta pampa se zarpa de garrapatas y pulgas, que se le suban!!, a ver si aguanta la Fe!!, quiero ver, gusanos, sarna, parásitos, desnutrición, humillación, vaya, camine.
Y Job, como buen Job, guau!! guau!! con bronca sin comerse ninguna, y nadie lo quiere, pero guau!!, guau!! salen los pobres del desierto y bajo la tierra se retuercen las sombras, las aguas, y vaya, camine, pata va, pata viene, de una reja un super perro le ladra y Job el oxidado se cae, y la vecina de Ugarte se ríe porque es chistoso que un cachorro pise la baldosa floja, eh?, más si es tan gracioso con su andar chaplinesco, aunque le carcoma la sarna y lo perforen los gusanos madrugadores de la muerte, vaya qué buen espectáculo.
Yo lo vi en ese preciso momento, muchos lo saben porque lo leyeron. Había salido para ver al gato blanco amigo de mi papá, muerto en la calle (al final no murió, era otro!).
Un cupido de la compasión nos cagó a flechazos a Nati y a mí y el 27 de noviembre pasado levantamos a Job y lo llevamos a M.A.P.A.
Durante un mes su evolución, que la blogosfera siguió con interés, se llevó a cabo correctamente en la cocina de mi casa, hasta la semana pasada, cuando terminaron los tratamientos intensivos. Hacia el 20 de diciembre, nuestro Job, ya conocido como Totó, se había curado completamente y aumentado 6 kilos (cuando lo encontramos pesaba un kilo y medio, ahora 7 kilos y medio). "Va a ser un perro grande". "Tiene mezcla de boxer". "Es lindísimo".
Pero el de arriba, en plena fiestita de cumpleaños, se acordó y le preguntó a sus amigos: "che, ¿y dónde está Job?"
-En Flores.
-Vamos todos para allá.
ODISEA NAVIDEÑA DE TOTÓ
25 de diciembre de 2005
-22 hs. Totó está jugando alegremente con el héroe griego Ayax el acuático (se hicieron grandes amigos).
-22,15 hs. En el departamento de Caracas se oye un llanto desesperado. Corro al pasillo: Totó se arrastra hacia el living. Llega Nati de la cocina. Ayax se acerca a Totó y empieza a lamerlo. Pero Totó grita como un condenado y sus quejidos son agujas que perforan oídos y paredes.
-22.20 hs. "Es la pata de atrás, la izquierda." "¿Vos viste qué le pasó?" "No, ¿vos?." "Estaba jugando con Ayax." "¿Se le habrá caído encima?" "Estaban cerca de la estufa." "¿Se habrá pegado con la estufa?" Trato de levantar a Totó. Me muerde. Y grita. "Me parece que se quebró la pata." "No te la puedo creer!"
-22. 30 - 23 hs. Llamamos a todas las veterinarias posibles. Casi nadie contesta. Buscamos en internet. Totó, ahora Job, putea y reputea desde el living.
-23.15 hs. Decidimos llevar a Job a una veterinaria las 24 hs. que está en la calle Cuenca, cerca de A. Jonte.
-24 hs. Veterinaria Cuenca y Jonte. Nos atiende una mina. "Hay pobesshito, pobesshito el chiquiiiititoooo", empieza. Mmmm, con Nati nos miramos desconfiados. "Le voy a dar un análgésico, y le voy a dar también un valium." Lo examina, Job la mea de arriba a abajo. "Ay", se queja la mina, "me lo haciste a propósito". Job grita. "Vamos a sacarle unas placas". Pero Job no permite que lo toquen, muerde y rasguña a diestra y siniestra. "Mirá -dice la mina-, para sacarle las placas hay que anestesiarlo completamente". Pregunto cosas y finalmente accedo. "Me da miedo anestesiarlo, así que le voy a dar poco". "Ya está, ahora tenemos que esperar diez minutos". Pasa media hora y Totó sigue recontra despierto. "Me lo hacés a propósito -dice la mina". Yo empezaba a discutir con ella. "Intentemos otra vez". Totó escupe llamas del infierno. "No se puede, qué hacemos?". "Pero vos sos la veterinaria y me preguntás a mí?". "Esteeee". "Cuánto te debo?". "30 pesos la consulta y 15 por las aplicaciones". Volvimos a casa, igual que como nos fuimos. Nati tiene que manejar despacio en los empedrados porque los saltos son intolerables para Job.
26 de diciembre de 2005
2.30 hs. Acomodo el sillón rojo del living y acuesto a Job.
3 - 8 hs. Nati y yo nos levantamos cada veinte, veinticinco minutos, debido a los gritos de Job. Boca arriba y con caricias un poco se calma.
8. 30 - 10 hs. Llamo una y otra vez por teléfono a la veterinaria de la plaza Flores, donde Job es paciente registrado.
10.30 hs. Veterinaria Plaza Flores. El doctor le da un camión de anestesia y Job cae completamente dormido a los diez segundos. "Bueno, ahora llevalo acá a cuatro cuadras, a la veterinaria que está en Nazca y Yerbal, y deciles que le saquen estas placas. Deciles que vas de parte mía".
11.15 hs. Veterinaria Nazca y Yerbal. Una chica nos atiende y nos pregunta "¿por qué está anestesiado este perro?". Le explico todo y me contesta que allí no sacan radiografías hasta las cuatro de la tarde. Puteamos. El doctor de Plaza Flores nos llama por celular. Tiene cola de paja, se da cuenta que se mandó una cagada. Job está flácido, colgando de mis brazos. La gente se detiene a ver el espectáculo de un perrito tan blando.
1130 hs. Volvemos a Plaza Flores. El doctor nos dice que vayamos rápido a la maldita veterinaria de Cuenca (la de la noche), que, aunque son unos ineficientes, le saquen ahora las placas para tener diagnóstico definitivo, que aprovechemos los efectos de la anestesia. "Pero cómo es posible que estemos dando vueltas por toda la ciudad con un perro anestesiado. Por qué se la puso??".
12. 15 hs. Llegamos a Cuenca. Nos atiende una nueva mina, que, como la otra, empieza: "pobeessshitoooo." Con terrible cara de orto, le pedimos que le saque radiografías, "que nadie hace bien su trabajo". La nueva se niega completamente. "No, este perro ya se está despertando". Levanto a Job de la mesa, que retoma sus gritos, y salimos sin saludar.
12.30 hs. Auto de Nati. "Vayamos a la facultad de Veterinaria". No sabemos bien cómo ir. Pero los taxistas nos van indicando el camino.
13. 15 hs. Llegamos a la facultad. "¿Dónde mierda está la entrada?". "Allá". Entramos, nos registramos, lo atienden, contamos la odisea, no lo pueden creer, lo duermen nuevamente y le sacan placas (por fin!!).
1400. Hs. "El perrito tiene fractura de tibia".
15 hs. Job, nuevamente Totó, apenas se mueve por la cocina. Luce una larga pata blanca. Ahora es el capitán Ahab. Llora un poco, pero ya no grita como antes. Su mirada es increíble.
Rexistencia 19 ----------------------------------------------------------------------------
sábado, diciembre 24, 2005
jueves, diciembre 22, 2005
Mandarina
Larvilla está sentado en la vereda,
pinta animales.
***
-Me llevo un cuadro,
tomá larvilla,
comprate un alfajor,
tomá
larvilla, comprate
una coca, dale,
larvi.
-Che.
-Qué?
-Me habilitá dié centavo,
yo no te lo vengo
a robá, te lo vengo a pedí.
-No, si querés
comida sí,
Si querés dinero,
no.
***
La vida es una mandarina para infinitos
comensales.
Cada gajo se fracciona,
ojo, todos chupan al menos
una
gota dulce.
La ventaja la tienen los que escupen
la semilla.
***
Las cáscaras son para el poeta.
miércoles, diciembre 21, 2005
bichito de la negrura
martes, diciembre 20, 2005
Temporal 3 - Diciembre 2001
20-12-2001 Me levanté temprano para ver qué pasaba. Porque algo tenía que pasar después de esa noche, no?. Por la tele veo cómo le pegan a las madres y a otros pocos manifestantes. Preparo el almuerzo. Me acuerdo que decidí comer liviano, "que hoy va a ser un día movidito". Fideos blancos con un poco de salsa golf y ketchup. Es increíble cómo uno recuerda detalles pequeños cuando las jornadas son trascendentes, cosas que no se registran de otros días. Mi vieja me llamó por teléfono. "Por favor, Juan Diego, si vas a algún lado, cuidate". "Cómo está Celina hoy?". "Por ahora tranquilo, están todos mirando la tele". Me despedí de mi vieja. Bajé y caminé hasta Independencia. Las calles estaban todas marcadas por las barricadas de la noche. Ya en Once, Rivadavia estaba cortada. Caminé hasta Congreso y allí me quedé unas cuantas horas, corriendo y respirando gas. No me puedo olvidar de un pibe, con el que estuvimos charlando un rato. Era un personaje. Me regaló una cruz de madera para que me proteja. También me dio un limón (tenía una bolsa llena el loco) para contrarrestar el gas. Piedrazos y piedrazos, que se vayan todos. Finalmente, De la Rúa renunció. Parecía un mundial. "Ganamos!!!" Me volví a casa. Miré varias veces las imágenes del día, de los muertos, de los heridos. A la semana siguiente, retomé la venta ambulante y todas mis actividades habituales. A la chica con la que hablaba el 19 a la noche, la vi algunas veces. Tuvimos un romance breve. Participé de algunas reuniones asamblearias. Fui al parque centenario. La "revolución" perdía fuerza. Que se vayan todos se quedaron todos. En fin, en febrero me enganché con unos pibes y me fui de campamento. Fue un desastre anímico, pero eso es otra historia. Extrañaba a mi ex. En realidad, no sé si es otra historia, puede ser parte de lo mismo. Antes de esto, la semana después de los incidentes, tuve que ir al oculista. Tenía una irritación horrible en los ojos. Desde chico soy alérgico. Mis ojos lloran por cualquier cosa. Y con tristeza y gas lacrimógeno mezclado ni te cuento.
lunes, diciembre 19, 2005
Música para nadie
la masa compuesta de masa casa en venta y rescoldo
quitarme de encima ser un hombre sin tacto
que el fuego despegue la segunda piel
me gustaría ser poeta
música para todos
manos de letras contra manos de números
me levantaría pero no puedo
apenas me sostiene esta silla usada de la feria
acá soy una imagen atrás de la computadora
pequeña como una calle entre edificios altísimos
tan desolado volumen
incidente de bichos en este pasto extraño
ignorado por todo el mundo
que si te doy mi amor de noche en las baldosas rojas
amarilla la luna me parece
una fiebre un delirio intolerable tu no tu no tu no
resulta un sol blanco tu no de invierno entre gatos
un grito más otro grito salvaje pero humano
y toda la risa que juntamos ahora se la traga la mierda
se van al río los minutos memorables y el invento feliz
todo pura miseria
tu sí que siempre fue no porque ahora es no
avenida de los sentados, eh, mi pálpito
un mendigo, eh, mi boca
la invasión de los espectadores tu cara
¿que no? ¿qué no?
acaso no subís a la calle fuera de casa
eh, qué me decís, hocico mudo,
no me decís nada, eh
no querés, ajajá,
me saludás lejos, ah,
debería darme vuelta y ver donde no sos pero no
la pura verdad como tu no
quitarme la superficie truculenta de esta piel general
de esta infamia de marcas de manchas de huellas.
jueves, diciembre 15, 2005
V Encuentro de Lectura de el interpretador
Estados Unidos 308, San Telmo, Capital Federal.
Leerán Naty Menstrual (acompañada por Alvy Singer -Mágica guitarra- y Tomy Levrero -niño bandoneón-), Marina Mariasch, Andi Nachón, Camila Flynn, Sebastián Hernaiz, Martín Llambí, Tatiana Goransky, Natalia Moret y Juan Diego Incardona.
Entrada libre y gratuita.
Están todos invitados.
www.elinterpretador.net
miércoles, diciembre 14, 2005
martes, diciembre 13, 2005
Rexistencia 19 - En la parada
viernes, diciembre 09, 2005
jueves, diciembre 01, 2005
Temporal 2 - Para los pibes
que mi fuerte hay que salvar.
Yerba Brava
-dale la reconcha de tu vieja largá el churro y vení a cargar con lo guante la mierda y lo caucho que estos son todos caretones hijos de una puta sosa que se hacen la paja todo el día.
-ehhhhh!!! vaaaamo a repudriiirla, vieeejaaa.
-aguante celiiiina maaanga de puutooss!
-viene crónica.
-¿qué?
-uy cuidado con lo corcho que ahí vienen los marcianos.
-que vengan manga de putos caretones hijos de puta los veo y los mato loco ratas botonas hay que meterles plomo en la jeta a todo esto gile.
-cuidado con los canutos vení vamos para el chino.
-no mejor con los bolitas.
-corré que te la ponen dale mogólico serví para algo.
-sobame ésta infeliz.
-olelelé olalalá la yuta se la come Celina se la da!!
-eeesaaaaaaa vaaamooooos tooodooos! ahí viene el escobita.
-joya.
-che habilitá un poquito de esa.
-cómo no.
-vaaaamoooos!
-"asi no podía seguir y se fue a pegar a san martín a corea o a la karkova a comprar de la que toma maradoona la que tomaba maradooooona"
-jajaja.
-che nabo rescatate que vos te la das mucho de chorro pero no te vi tirar una sola piedra eh. qué me decís, borracho.
-cerrá el orto.
-y vos bajá la croqueta.
-la concha de la lora nos están cagando a tiros los cobanis hijos de puta por qué no se mueren estos panchos.
-dale cucaracha vení acá si sos tan pija.
-olelé olalá la yuta se la come celina se la da!!
-ni hablar.
-rajemos.
-uy de ésta no zafamos trasca stamos re jugados acá con los bolitas.
-nada que ver cagón esto es una fiesta a mí me re cabe.
-de qué te la das?
-de qué te la dás vos salame?
-che a ver los novios si la cortan.
-agarrame ésta vos gil que te enganchás.
-te hacés el pulenta forro siempre el mismo pelotudo desde chiquito vos sorete si sos tan valiente te quiero ver después cuando se vaya la yuta.
-listo.
miércoles, noviembre 30, 2005
Autoimagen 6 - En el techo del tren
martes, noviembre 29, 2005
Rexistencia18-LaNaturalezaAlMundoDoméstico
lunes, noviembre 28, 2005
Rexistencia 17 - Perrito oxidado* de Villa Celina
viernes, noviembre 25, 2005
miércoles, noviembre 23, 2005
Mañana en el Encuentro de Estudiantes
martes, noviembre 22, 2005
Temporal 1 - "Tino" en El remisero absoluto
lunes, noviembre 21, 2005
Rexistencia 16 - El loco de los círculos
No sé qué le pasó de chiquito -algo me contaron, pero no entendí. La cosa es que no para de correr en círculos a toda velocidad. Cuando estaba llegando con Ayax el acuático, lo vi: corría desenfrenado alrededor del mástil. Después de un rato, empezó a dar sus vueltas en torno a los árboles. Por momentos, giraba sobre la nada, alrededor de ejes imaginarios. En fin, el chabón está re limado. No sé qué onda. No se relaciona con los demás perros, no corre a buscar palitos, no juega al perseguidor y el perseguido (juego favorito de Ayax); nada que no sean sus círculos le interesa. Verlo es enfermizo, aunque adictivo. Te re colgás mirando la eterna repetición de su circunferencia. Quizás es un perro psicótico, ¿no?, que sufre alucinaciones, que imagina que algo lo persigue, por ejemplo insectos, una mosca, qué se yo. ¿O será que se quiere agarrar la cola? Lo digo pero no me parece; su calesita debe tener otras razones. La verdad que no sé. Al final del paseo, cuando retomaba Gavilán, lo miré por última vez: corría y corría alrededor de un banco, esta vez profiriendo un sonido agudo insoportable, que no llegaba a ser ladrido.
Grupo Alejandría
Están todos invitados.
viernes, noviembre 18, 2005
Rexistencia 15 - Mi compu està en terapia intensiva
Ayer a la tarde, mientras intentaba terminar de escribir un nuevo texto villacelinense, la màquina empezò a apagarse. Reiniciaba y otra vez lo mismo: a los 10 minutos caìa desmayado el sistema.
Pensè: quizàs es el calor.
Aunque mi compu anda desnuda por la casa (no le gusta usar la tapa del gabinete) y eso la mantiene -dentro de todo- fresca, su fuente recalienta y su cooler y ventiladores no quieren màs.
Entonces desenchufè, metì mis manos en las vìsceras electrònicas, saquè la fuente y la apoyè sobre la mesa, a un costado. Cuando encendì otra vez, windows no inciciaba. Intentè mil veces. Siempre el mismo error:
Floppy disk(s) Fail (40).
Bueno, el disquette debe estar mal conectado -pensè. La cosa es que desarmè toda la màquina, operè durante màs de 6 horas, enchufè, desenchufè, conectè, desconectè, configurè setup, desconfigurè, etc., pero no logrè resolver el problema.
Tuve que ver televisiòn.
Me fui a dormir, con algo de insomnio.
Hoy me levantè màs temprano de lo habitual, antes de que trajeran a Ayax el acuàtico. Hay un pajarito que me encanta.
Su canto es gracioso (reemplazar los "tà" por silbidos):
Tàta tàta tàta tàta tàta................................ tà
Me encanta el ùltimo "tà". El chaboncito repite y repite su tàta, despuès se toma un respiro hasta que finalmente corona el tenso silencio de la pausa con un ùnico y vehemente "tà", que en realidad es un incordio a la melodìa, pero es muy copado, casi un chiste, una expresiòn del humor del pajarito de Caracas.
Ahora estoy en un ciber en la calle Avellaneda, cerca de la ventana. Què lindo dìa que hace. Recièn tuve que entregarle la compu a un pibe de un negocio de computaciòn. No tendrè noticias hasta la noche. Estoy preocupado por la info del disco rìgido.
A lado mìo, acaban de sentarse dos niñitos (tendràn 9 y 7 años aproximadamente) muy entusiasmados. Estàn iniciando un jueguito con piratas y espadachines que tiran rayos.
Rexistencia 14 ----------------------------------------------------------------------------
martes, noviembre 15, 2005
Autoimagen 4 - Con los pelos de punta
de los tiempos aquellos -no como ahora-, cuando un asado te ponía los pelos de punta (no se dejen engañar por el solitario hueso en mi plato. Eso fue sólo el principio. Detrás del camarógrafo dos metros de parrilla peronista alimentarían hasta el hartazgo a más de treinta vecinos)
Rexistencia 14 - Carne argentina de exportación
Idas y vueltas, deliberaciones, asambleas, entremos acá, entremos allá, ahí sí, ahí no, y entonces apareció el desgarbado diabólico que nos re chamuyó:
"Acá de un cortado toman 8 personas... les hago precio, 12 pesos... acá, acá, sí caballero, de un plato de papas fritas comen 10 personas... baratito: 57 pesos ... de un helado comen 15 personas... varoooón: 119 pesos..."
Pura grasa y tripa gorda esta parrillada, papá! Nos re quedamos con hambre. Y ahora qué?
Entonces Santiago lo encaró aparte:
-Eh loco, nos re chamuyaste, habilitá un par de huesitos más para los muchachos, yo no te lo vengo a robá, te lo vengo a pedí...
-Cómo no -responde el desgarbado mozo diabólico-, acá de un par de huesitos comen 13 personas. Te lo dejo a 40 pesos.
-Ehhhh, todavía nos querés cobrar los huesitos?
Tuvimos que tomar represalias y afanar vasos y saleros (que fueron depositados en diferentes lugares del barrio Santelmino, Sancristobalense y Lanuseño).
Quiero más, decían las chicas. Y con razón, pobrecitas, me las estaban matando de hambre. Diga que uno, siempre listo, al ver los restos de pan y manteca, gentilmente ofreció:
-Nena, querés que te unte?
domingo, noviembre 13, 2005
jueves, noviembre 10, 2005
Rexistencia 13 - Días raros, con viento
Y toca la música el hombrecito, con viento.
Y aquella tan querida? Reaparece en los mails espantosos.
Agotador.
Una vez más, adiós imbécil, adiós sangrante.
Pero no todo es malo en los días raros. Qué suerte compartir nuevamente tantas horas con mis primos los cogorno.
Y ayer una cena, unas personas, una chica.
Hombrecito, tocá otra por favor.
Anoche conocí a Levín. Dijo una gran frase, pero no me sale así que no la escribo.
Cambiando de tema,
Fue muy interesante el encuentro. Ojalá que vuelva a verla.
Ah, rusita, vos que leés este blog silenciosa desde las compus rosarinas, te cuento que ayer, imprevistamente, me encontré en el pasadizo antiguo sobre la calle Bartolomé Mitre, el mismo que la otra noche buscamos y no encontramos. Ayer estuve ahí (fui al recital del grupo Alejandría) y me acordé de vos. Te mando un beso.
Qué bien se come en restaurant peruano por Congreso. Limpio, barato, generosos platos. Pedí la comida más autóctona que pude, yo que soy tan cuadrado con el morfi -pizza, pastas o milanesas. Sí, poca sofisticación la mía. Y bue, soy un pibe de barrio. Pero ayer comí frijoles y otras cositas. Otros comieron cebiche. Todo bien, pero yo pescado crudo ni en pedo.
sábado, noviembre 05, 2005
jueves, noviembre 03, 2005
Rexistencia 12
Rexistencia 11 - Volvió Murci
Recién, mientras colgaba la ropa en el patio, de la negrura apareció Murci con su clásico vuelo desenfrenado para aletear sobre mi cabeza. Este guachito se enteró de mi mudanza,
Mañana le voy a dejar algo de comer. Qué comen los murci? alguien me indica?
martes, noviembre 01, 2005
Pensamientos desordenados en torno a la estación Haedo
Pendí la tele. Como muchos ya se habrán enterado, hubo un quilombo de aquellos.
Tomo el Sarmiento desde que era chico y es un bardo. Las cosas que vi, que pasé ahí arriba, que paso, en realidad, porque todavía tomo ese tren, no tienen nombre.
Ahora vivo en Flores, a dos cuadras del ferrocarril. Hoy, justamente, iba a tomar el tren para ir a Once.
Una vez subió una banda de chorros y asaltaron a medio vagón amenazando con cuchillos. A la mañana o a la tarde, viajan todos colgados. Cuando el tren llega a Once a eso de las 19 hs., la gente entra en avalanchas, sin dejar que desciendan los pasajeros que vienen arriba. Hay escenas insólitas, gente bajando por las ventanillas, trompadas al pasar, etc.
En Haedo viví tres años, desde el 97 hasta el 2000. La estación es (era) preciosa, con sus arbolitos, con sus perfumes, con sus techitos. Por esos andenes caminaba con una chica que amé. Allí la espero todavía sentadito abajo de las rejas. Ella baja del tren y me sonríe.
El ministro Aníbal Fernandez acaba de decir que "esto es un hecho armado", que Quebracho es el responsable. MENTIRA. Quienes hicieron quilombo fueron los trabajadores, los pasajeros, que están repodridos de esta vida de mierda arriba del Sarmiento que nunca viene, que sos ganado, que llegás tarde al laburo y el patrón te descuenta.
La vida en el Conurbano marginal puede ser hermosa, pero también puede ser una gran mierda. Una vez viajé a Tigre a través del conurbano acomodado y nada que ver. ¿Por qué los trenes del norte son re lindos? No me chamuyen con Quebracho, no me jodan, el sur, el oeste está olvidado, está librado a su suerte desde hace años, y desde hace años que escucho a mis compañeros circunstanciales del vagón decir: "loco, hay que romper toda esta mierda, hay que prenderla fuego".
Es la gente, señor Ministro,
sí, es verdad, quizás hubo algún activista, un agitador, quebracho, lo que quieras, ¿y con eso qué? bienvenidos sean, ¿que esto le hace juego a la derecha? ¿que esto le hace juego a la izquierda? ¿al centro? ¿a fulanito? ¿que es por Bush?Abstracciones! TEorías! Gente que habla gansadas y que no conoce la realidad, que la imagina a su antojo en la mesa de algún café en la Capi comiendo un tostado, que juega a la política como se juega al TEG.
La posta saben cuál es? Aquel tipo, sí, el que viene atrás, el de barba, sí, ese, viaja desde hace treinta años, el chabón es tornero en una fábrica en San Martín, cerca de la General Paz, ponele. El tipo les cuento vive en San Antonio de Padua. Siempre se baja en Liniers y ahí se toma otra cosa, un bondi, el 28, o el 21. Está haciendo una changa, porque lo despidieron hace 6 años. Ahora está en negro. Le pagan 800 pesos. EStá resignado pero guarda siempre un poquito de bronca en el fondo. Viaja colgado en el tren, viaja colgado en el 28, en el 21. Una mañana, en Morón, dicen por los altoparlantes que se cancela el viaje. La gente empieza a golpear los vagones. Miles de torneros re podridos igual que él, empleadas de negocios de Once, volanteros, oficinistas, vendedores ambulantes. El maquinista está todo cagado y aunque el tren no da más, arranca igual. Pero claro, la máquina empieza a hacer chispas, está al límite. Próxima estación: Haedo. Las chispitas de los metales al rojo suben al vagón, que se empieza a prender fuego.
¿Saben la cantidad de veces que viajé en el Sarmiento y se prendió fuego? De verdad les digo, eh. Bueno, en Haedo, con un vagón en llamas, con la gente en el andén que espera muchas cosas, al tornero le sale, casi involuntariamente, una queja bajita, apenas la escuchan los de al lado. Otra vez?, y la puta madre que lo parioooó. Es un efecto dominó la bomba molotov, por más que repriman gendarmes con golpes, con balas de goma, con gases, de la estación se pasa a los bancos de la calle Fasola, a las paradas de los colectivos, a los tachitos de basura, a la estación de servicio de la pibita que me compraba anillos, al mcdonalds sobre Rivadavia, al patrullero,
Rexistencia 10 - Murci
En los días siguientes la vecindad conoció a Murci, hubo temas de conversación, chistes, ¿y cómo habrá entrado al edificio? Yo mutis. Me enteré que llamaron a una empresa especializada, fumigadora o algo por el estilo, y me puse triste por Murci. Sentí culpa.
Cuando vinieron -una tarde-, lo encontraron en un agujerito increíblemente chico por Planta Baja, lo doparon con un gas, lo sacaron despacito, lo exibieron con las alas abiertas a los curiosos.
-¿Está muerto?
-No, no -contestó un hombre especializado-, solamente está tonto por el gas.
Nos explicó que "estos bichos son muy importantes" porque comen no me acuerdo qué cantidad de insectos y mantienen el equilibrio...
Nos dijo que lo iban a soltar en Parque Centenario. ¿Será verdad? No sé, pero yo me quedé más tranquilo. Pobre Murci. ¿Habrá vuelto a mi viejo departamento? Mirá que me mudé, Murci, eh.
viernes, octubre 28, 2005
Voces posteriores
La foto del patio
martes, octubre 25, 2005
Villa Celina 1 - Los reyes magos peronistas*
Villa Celina --------------------------------------------------------------------------
Autoimagen 3 - Pantalla del mundo nuevo
domingo, octubre 23, 2005
Rexistencia 9 - A los votantes
Nos metimos en Madero unas diez cuadras. Estacionamos en una callecita de tierra. Caminamos hasta Blanco Encalada y Pico. Allí, la angosta puertita de la escuela donde siempre voté, la EGB 49, era custodiada por dos soldados del Ejército Argentino.
Entramos. El largo pasillo apenas podía transitarse, debido a las mesas y la gente reunida. El estado del colegio era bastante penoso (igual que las veces anteriores).
Muchos chicos, algunos perros, gente tranquila, mate, jugo, sandwiches, charla, sonrisas desdentadas.
Hice la cola y voté sin problemas.
Salimos. Chau Chiche, Cristina, Evita, Perón, a los dos últimos seguro los vuelvo a ver por acá en las próximas elecciones.
Volvimos al auto. Le pedí a Nat, que todavía tenía que votar, si me bancaba media hora más y me llevaba hasta Celina, que estaba tan cerca, que quería, al menos, saludar a mi familia.
Cruzamos la Richieri, cuesta abajo por la Matanza. Cuando en el 83 -le contaba a Nat-, Armendariz le ganó a Herminio Iglesias la Gobernación de Buenos Aires, lo que supuso un triunfo histórico para el radicalismo, en La Matanza, sin embargo, la Intendencia la ganó Russo, candidato justicialista. Acá hay muchos hinchas de Boca, unos cuantos de River, y prácticamente todos son peronistas.
En la casa de mi familia estaba mi viejo. Se reía y la cargaba a mi hermana menor porque nos contaba que, mientras colgaba la ropa en la terraza, la atacaron unos gorriones. Nos divertimos. Es la gripe aviar, dijimos. En fin. ¿Y mamá?
Mi vieja, como en todas las elecciones, hoy fue presidente de Mesa. Esta vez le tocó la 138, anclada en la zona más pobre de Celina, cerca de Las Achiras y el barrio Juan Manuel de Rosas. Esta escuela es muy importante para ella, pues allí enseñó durante más de veinte años. Debido a su personalidad hiperactiva, su capacidad para organizar, su sensibilidad, permanentemente realizó actividades que trascendían lo escolar, visitando casas, organizando el comedor, consiguiendo zapatillas para los chicos. Mi madre, Celina Zaldarriaga (sí, se llama igual que el barrio) es un referente de las escuelas de Villa Celina. En el próximo número de el interpretador, publicaré en aguafuertes un texto sobre ella que se titula "El hijo de la maestra".
Estacionamos en la playa de la escuela, una explanada de viejos baldozones que el pasto adorna en sus costuras, secas del alquitrán de otro tiempo. Me detuve un rato frente al antiguo jardín del colegio, un desorden de yuyos entre escombros. Después nos asomamos atrás del edificio y miramos el barrio humilde que crece hacia el fondo del Mercado Central. Nat, chica de Nuñez, observaba todo, muy seria.
Los barrios de la periferia, de fábricas abandonadas, de galpones repletos de ratas y cucarachas, de casitas de ladrillos huecos sin reboque o simplemente de chapa, de zanjas de agua turbia e inmundo hedor, de gente viviendo en condiciones miserables, de perros famélicos, de basurales pestilentes, de nenitos con ojos grandes por el hambre y brillosa mirada por la tristeza, de sonrisas quietas, representadas sin expresión, de muertos, sin matices, sin labios, estaban ante mí una vez más. Me fui hace siete años. A veces vuelvo, como hoy, y mi vieja sigue ahí laburando, y mi hermana sigue ahí caminando, a veces los barrios de la desidia insisten, como hoy, en abrazarme.
Entramos a la escuela. En la puerta custodiaban dos gendarmes y un viejo perro en estado lamentable.
El edificio estaba mejor de lo que esperaba. Al patio lo habían pintado; los pisos fueron emparchados. Antes de entrar pensé que el lugar me iba a parecer más chico de lo que recordaba. Sin embargo, me resultaba muchísimo más grande.
Había bastante silencio, aunque me parecía escuchar de fondo -estoy seguro-, rompiendo la veda con sus inconfundibles acordes, la marcha peronista en su versión tradicional (cantada por Hugo del Carril). Qué raro, quizás sonaba en alguna casa vecina, no sé. En fin. El patio estaba bastante poblado. Vení, allá está mi mamá.
Mi vieja es un personaje. A los fiscales los tiene cagando. Es una obsesiva. Me enteré que tuvo que ir al baño y que se llevó la urna con ella, porque no confiaba en nadie. Nos morimos de la risa.
Estaba feliz por vernos. Me presentó a todo el mundo: "Este es mi hijo mayor".
Después de un rato, nos despedimos.
viernes, octubre 21, 2005
miércoles, octubre 19, 2005
Rexistencia 8 - Mi chica ya no está colgada*
La vestido celeste todos la llaman
y para ella va mi canción...
Tuve guitarras muy queridas: "Malena", "Gricel", "La embalada", etc..., todas chicas muy callejeras y bien predispuestas para el blues y al rock and roll en la vereda. Cuando cumplí los veinte empecé a estudiar en Escuelas Populares de Música. Después vino el Conservatorio Manuel de Falla. En esa época me compré una chica de concierto, de papá Luthier, bastante aristocrática y con voz refinada, capaz de llevar a cabo armónicos sofisticados y silbar como ruiseñor arrastres en valsesitos y hasta en milongas camperas. Era una chica de departamento, muy protegida por su familia, rodeada sólo de gente íntima y dispuesta a tocar solamente con instrumentos dignos de ella: chelos, flautas traversas, violines.
A pesar de nuestra diferencia de clase, nos enamoramos desde el primer momento. Cuando la agarré de la cintura aquella tarde -la primera-, la panza de la nena hizo un sonido, una vibración, como hacen las guitaras cuando las levantás contra el viento. Sí señor, esa chica me estaba tirando toda la onda. Y yo también gustaba de ella, tan linda, tan lustrosa con su palisandro, tan morocha en su diapasón de ébano, tan coqueta con sus trastes de alpaca.
Tuve que romper el chanchito y juntar monedas de acá y de allá hasta que, finalmente, junté lo necesario para pagarle los tributos a sus padres.
Hace casi diez años que estamos casados. Cuando la desposé era virgen y muy tímida, pero después de tantos años y tantos viajes, mochilas y campamentos, ahora es bastante putita. Ya no curte tanto el adagio, el andante y el alegretto; ahora le cabe el rock, le cabe el tango. Es claro, mi compañía fue corruptora para ella: a los violines, a los chelos y a todos esos pitucos que frecuentaba no los ve más, y ni siquiera parece extrañarlos. Ahora se la ve muy cachonda con nuestro amigo el paria Blues Harp, el desdentado.
Sin embargo, debo confesar un pecado. En los últimos tres años, por dedicarme tan fervientemente a la literatura, la tuve bastante abandonada y colgada en el ropero. No hablaba con ella, ni siquiera la miraba, no le cambiaba las cuerdas, no le pasaba la franela por la espalda, nada.
Hace poco la vi, junto a unas cajas, tan triste, con la cabeza baja, sollozante. El corazón se me detuvo. ¿Cómo fui capaz? No le dije nada. Fui a mi pieza, agarré guita y salí del departamento. Caminé rapidito hasta Rivadavia y allí le pregunté a un canillita si conocía alguna casa de música que estuviera cerca.
-Acá la vuelta, frente a la plaza.
Le compré el juego de cuerdas más caro y una batería de 9 volts para el afinador.
Volví a mi casa corriendo -perdoname nena, perdón, perdón, soy un imbécil-.
Desde hace un mes que nuestra relación volvió a ser como antes. Ella está feliz. Y yo también.
Vení, nena, toquemos algo para los pibes.
*La guitarra en el ropero ya no está colgada, ya no está colgada, y si te copás al vuelo no te digo nada, no te digo nada, porque atravesás un tiempo de guitarra...
P y P.
Rexistencia 7 ------------------------------------------------------------