lunes, marzo 09, 2015

Los ALPI boys

Una vez, en cuarto año del Don Orione, con Pity Alvarez decidimos formar una pandilla. Y queríamos elegir a los compañeros más copados, según nuestros caprichosos criterios, para que ingresaran a la LBA (la banda). Durante varios días, hicimos una lista donde anotamos las características y personalidades de los candidatos. Incluso llegamos a hacer entrevistas con preguntas, por un lado de tipo realista, como “¿alguna vez te encontraste plata en la calle?”, “¿le hacés los mandados a tu mamá?, “¿qué frases escribiste en tu regla T?; y, por otro lado, preguntas de tipo fantástico, como: “si vienen los extraterrestres, preferís irte con ellos o quedarte en La Tierra?, ¿soñaste alguna vez con un muerto?, ¿cuántas vidas tuviste antes que ésta? Finalmente, después de mucho debate, elegimos a Calchi y al Turro (de Piedrabuena), al Pulpo (de Liniers) y a las Urracas (hermanos mellizos de Lugano 1 y 2). También, fue propuesto Munra, aunque no pudimos aceptarlo totalmente porque nunca le pusieron amonestaciones.

Ese mismo año, los preceptores y el profesor de Gimnasia, organizaron un campeonato de vóley para todo el colegio. A nosotros nos gustaba jugar a la pelota, así que al principio no le dimos mucha bola. Nuestros compañeros trataron de integrarse a buenos equipos y pronto la grilla estuvo casi completa. Cuando faltaba un par de días para que terminara la inscripción, Pity y yo seguíamos sin equipo. No me acuerdo si fue en un primer recreo, o en un segundo recreo, cuando tuvimos una revelación: al revés de lo que habíamos hecho con la LBA, ahora teníamos que formar un equipo de vóley sin elegir, con los pocos jugadores sueltos que quedaban. Entonces, notamos que los que todavía estaban disponibles eran los discriminados: el gordo, el puto, el traga, el hombre mugre y el enano deforme. Nuestra alegría fue inmediata: se nos presentaba la oportunidad de armar el peor equipo del mundo! Teníamos que ponernos un nombre, y no me acuerdo a quién se le ocurrió, pero en un momento salió: ALPI, ALPI boys! ALPI, por Asociación Lucha contra la Parálisis Infantil. Nos reímos hasta llorar, nos reímos con esas risas tontas de los púberes.

Pronto, toda la escuela se enteró de la noticia y cuando empezó el campeonato sucedió algo increíble. Al principio, se burlaban, pero la idea prendió tanto que las cargadas cambiaron por aliento. Cada vez que jugábamos, se reunían los pibes de todas las divisiones para cantar: Aalpii booys, aaalpii boooys, vaamooos aalpii boooys! Y el equipo tuvo grandeza. Porque aunque no ganamos ningún partido, la garra que pusimos conmovió a todos. Éramos los espartanos del racismo y la burla, seis monstruos heroicos que amó toda la escuela.

Corría 1988. Después de que terminó el campeonato, con Pity nos empezamos a ratear compulsivamente; y nos pusieron 20 amonestaciones a cada uno. Si me llegaban a echar, mi viejo iba a darme la paliza de mi vida. Por suerte, zafé; en cambio Pity no, porque se mandó una de las suyas y le pusieron 5 más, llegando a las 25. Cuando me enteré, lo cagué a pedos por boludo. Después, con tristeza, nos despedimos en el último de sus días. No me acuerdo si fue en un primer recreo o en un segundo recreo. 

Al año siguiente, nacería Viejas Locas. Entonces vinieron las anécdotas fuera del colegio, los primeros recitales en la calle, las peleas, las tardes y las noches, lejos, lejos ya, de aquellos turnos mañana de los que siempre quisimos escapar.

viernes, enero 23, 2015

viernes, enero 17, 2014

Correcciones de Maru a Villa Celina

La primera persona que leyó Villa Celina -dos años antes de que se publicara por Norma- fue Marina Kogan. Ella se tomó el trabajo de corregirme cada cuento. Por todos lados, comentarios, chistes, reproches, subrayados... La amé. Y para mí fue muy importante. Maru fue muy importante en la creación de mi libro. Esas correcciones las guardo como tesoros. Mañana se cumplen tres años de su muerte y yo me pongo a leer las frases en rojo, como si fueran mensajes para el futuro.
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enviado el martes 06/06/2006 11:10
Ahí vuelven.
"El hijo de la maestra" tiene que ir antes que "El hombre Gato" porque en el primero presentás a tu madre, su nombre, etc, y en el segundo ya hablás de Celina, como tu mamá. Si no la presentás antes, se confunde con el barrio y todo se enquilomba un poco. Con "el hijo de la maestra" antes, esto se resuelve.

Guardá estas anotaciones porque me voy a olvidar.
Maru
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Algunas correcciones:

Corrección del "Túnel de los nazis"
"...caminé la panza del gusano hasta que agarré la oscuridá (me parece que queda bien pero no podés ser inocente, si ponés “oscuridá” estás jugando con la gauchesca y en especial con el uso que hizo borges de la gauchesca. En todos los poemas, antes de las correcciones de años posteriores, él no ponía la D final. Lo mismo pasa en el cuento de “Hombre de esquina rosada” o algo así, entonces, vas a meterte en esa tradición o ponés la D y listo?)"
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Corrección de "Bichitos colorados"
"Hay una canción de Pity (¿para vos importa que se entienda o se sepa que pity es de intoxicados? O simplemente es “pity”? si te importa, me parece que no funciona porque es una referencia muy muy temporal –de ahora- y muy sectorizada –lo entienden pocos-, entonces, como personaje local, me parece que cabe, como “famoso”, no)"

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Corrección de "El ataque a Villa Celina"
Dedicado a los pibes de San Pedrito y Giribone
Juan Diego Incardona, Noviembre de 2005.
(cuidado con estos cierres, deberían ser todos igual, por ejemplo: dedicatoria arriba o abajo? Tu firma no es necesaria, si ponés fecha de escritura en uno, ponés en todo? O vas a fechar el libro? Son pequeñas decisiones que debés tomar y deben atravesar todos los textos)
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Corrección de "El midi"
"—Juguémoslas al midi. El que llega más cerca de la pared se queda con las dos. 
Mmmm, (sacaría el mmmm, lo vuelve infantil pero menos fuerte, no me convence, prefiero la frase sin eso, directo, sigue siendo infantil pero sumamente importante, como realmente era para el narrador, lo otro lo matiza) aceptar era peligrosísimo."
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Corrección de Emmeline Grangerford
"que era (pondría coma en lugar a “que era..”, entonces quedaría: una niño que aún no había cumplido los catorce años, aficionada...)aficionada hondamente a la poesía. Se llamaba Emmeline Grangerford y era capaz de escribir poemas sobre cualquier cosa, pero con una salvedad: tenía (¿o tenían, los poemas?) que tratarse de temas tristes (si ponés “tenían que ser poemas tristes” estás jugando con Neruda, que no debe interesarte, pero te aviso)."
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domingo, enero 12, 2014

TALLER LITERARIO / VERANO 2014
Los martes 20 hs en el Museo De La Caricatura Severo Vaccaro. 
Consultas por costo y programa: juandiego.incardona@gmail.com


viernes, enero 10, 2014

Mirá por la ventana, viene


Mirá por la ventana,
viene la nada.
Es como el humo.
Entra por todos
lados incluso
por abajo de la puerta,
se te acaba el aire,
decí algo
cuanto antes y partí
el silencio con lo humano.
En singular.
Con los pies en la tierra.
Contra la generalidad.
Ocurrente de delitos.
En emoción violenta.
Abajo. Mudado.
Apurado por la expresión.
Sin pensar ni leer.
Hay que negar.
Escribir a la velocidad del no!
Sólo una cosa y no! diré,
que cuanto más altas son
las aspiraciones mayor 
es la desgracia,
ustedes son ustedes,
nada y no!
Vienen a mí,
abren a continuación y no!
parece bueno este cóctel,
un producto de confusión que representa
los relatos que no!
O que representan signos en una suerte, 
en la expectativa donde la y él se den,
pero abran!, o no!, queridos,
abran bien! los ojos y los corazones,
despejen de una vez los sentidos
pues sino!
esa farsa que hay nos!
come adentro de un resultado
de las mentes a pesar de la nada y el no!
que se ejerce sobre las líneas
que siguen y el no!
en las conciencias y en el plan de la nada del no!
que se cumple desde ahora para que todas las acciones vayan al no!
del amor y la experiencia descrita que no! es para nada!, no!, no es!,
la única vivencia de estas situaciones de blanco crudo pantano!so,
de trampa delante donde quiebran y caen hasta la negación.

Profunda negación
hasta el pozo rodado donde cae
y quiebra el más del mí por trampa
y pantano de blanco crudo y situación
de la nada, de la paranada, de lanonada,
que es experiencia de amor y acción de la nada
descrita en la palabra del no,
ejercida como equívoco o resultado de la mente en pesar,
que se ejerce sobre la línea que se abre del ojo
y es una farsa de los sentidos y el corazón,
un cóctel de recuerdos, aspiraciones y desgracias,
una cosa más alta que el todo.

Qué día, prende
la respiración como sonando
la pobreza en los ladridos de la colectora,
un hablar de la jauría que paradójicamente
el viento mezclará después en la autopista
con los mensajitos rebotados en satélites
a las clientas compulsivas caídas en efecto 
vampírico ambulante por los bares.