Cuando compres en la carnicería,
fijate que no te vendan puro hueso,
a menos que quieras pasar hambre,
o seas perro.
Si perdiste o te robaron
alguna cosa no la busques
en lugares insólitos;
los mejores escondites
son los lugares comunes.
Si alardeás
que tenés tornillos flojos,
pero no encontrás el destornillador,
podés usar la punta de un cuchillo.
Cuando escribas,
sacate los ojos por un rato,
porque si mirás la pava
dicen que no hierve.
Lo más importante es que recuerdes
-vos que tanto abrís la biblioteca-,
es que si vas al cementerio,
vas a estar rodeado de muertos.
Qué suerte, estoy vivo
y hay sol,
la literatura está hermosa;
ya mismo me voy del trabajo
a caminar por la calle.
6 comentarios:
muy bueno!
estoy leyendo "Villa Celina" para hacer una tesis sobre literatura y peronismo,
creo que te dije una vez
todo muy rico
saludos
juan
sos el martín fierro de celina!
obelix
suerte de estar vivo, dale, sali a la calle, besonicos
hay que callejear más, de día, de noche, en sueños. En la calle está el cambio, lo nuevo
Lástima que me enseñaron que salir a la calle es el fin, y me consume el miedo.
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